Fallece el reconocido chef Santi Santamaria

¿Es que ahora no pueden haber restaurantes tradicionales de calidad y todo tienen que ser esferificaciones y pollas en vinagre?
 
Criticamos a un tio que es zafio e insulta, con zafiedades e insultos... Wait... :pensativo
 
Al margen del vómito de Sostres, y por aquello de no quedarnos mirando al dedo que señala, qué os parece lo que dice de Can Fabes? Seo, qué opinas? vivían en un mundo paralelo o así?

Es un tema delicado.

Yo era amigo de santi, menos, y obviamente lo soy de ferrán, más, y por supuesto tengo una opinión al respecto.
Santi fue un gran cocinero que se perdió en un momento concreto. Al lanzar un nuevo libro y asesorado no sé por quien , o incluso por sí mismo, saltó a la notoriedad pública por unas declaraciones en las que insinuaba el envenenamiento de los clientes por parte de los cocineros que utilizaban química en sus platos. Y causó mucho ruido, avivado por los medios de comunicación que debían estar escasos de noticias truculentas.

El caso es que todos identificaron a ferrán, y era cierto, y se armó la gorda. Ferrán no salió al trapo aunque se sintiera indignado del todo, mucho, por que eran declaraciones injustas, falsas e hipócritas. El mismo santi en algunos de sus libros y en algunas de sus recetas aparecen los mismos ingredientes que él decía despechar. Y luego que era la clásica química que aparece en la industria de la alimentación. Un despropósito.

A santi, primer tres estrellas de la michelín de cataluña, y creo que de españa, no estoy seguro, le pesaba el peso mediático de ferrán. Tengo esa sensación. Pese a la fama de can fabes nunca, ni de lejos, alcanzó la notoriedad del bulli.

El bulli fue una obra de ingeniería monumental. Un esfuerzo titánico de mucha gente bien dirigida por un genio de los tiempos modernos, por un visionario que transformó el paradigma de la gasrtonomía. Un trabajo descomunal de documentación en el que desde el primer día en que todo comenzó se empezó a guardar la información de lo que se hacía. El montar una estructura capaz de generar una ingente cantidad de discípulos y desplegar un tapiz de influencia en todo el mundo. La creación de un departamento de creatividad, como un i+d, con unos objetivos claros de transformación. En eso, en esa estructura monumental, ferrán arrasó a santi.

Y santi , en vez de reconocer esa arrolladora apisonadora, se recogió y refugió en un halo elitista, intimista, defensor de la cocina tradicional y de los productos de proximidad, concepto aterrador, y no dejó fluir el talento que tenía, bloqueándolo.

No se trata de la defensa de la cocina moderna sobre la tradicional, de hecho ferrán detesta esa disparidad por ser una discusión mediocre, para mediocres. Diferencia la buena de la mala cocina. Y no hay más.

Es cierto, con matices, que santi no deja un legado que trascenderá en la historia y que no deja discípulos de altura. Sostres lo dice con palabras poco elegantes pero es cierto en su base. Xavier pellicer es un gran cocinero pero ha fallado en sus proyectos y transmite esa sensación de enfado permanente propia de los que no ven reconocido su trabajo. Es tirante en lo personal, un poco seco, pero no deja de ser buena persona. Su trascendencia es otra cosa. Es pequeña. Es innegable. Y fuera de él no hay nadie mediático que haya trascendido. Del bulli han salido muchos de los más grandes de la actualidad, bottura, blumenhal, redzepi etc...

La comparativa entre ambos es absurda. Son dos planetas en galaxias diferentes. El legado del bulli será eterno y el de can fabes languidecerá con el paso de los años, uno cerró el restaurante en la cima y el otro ha cerrado vacío de clientes. Eso es lo que me sabe mal. Su mujer es un encanto, amable y cariñosa, y se le viene encima una gorda. Hace pocos años hicieron un hotel y es probable que le queden deudas por las inversiones o que le puedan quedar otro tipo de deudas, que por eso se acaba cerrando, por no poder pagar lo que se debe. Hay gente que se va a la calle, al final no quedaban demasiados, pero no dejan de ser más dramas personales a sumar a los parados que ya hay. Eso es lo que a mí me preocupa más. La situación en la que quedarán la familia y los trabajadores.

De santi quedarán sus libros, su trayectoria, sus artículos pero no su influencia ni su trascendencia.Es probable que se mereciera más de la que seguramente quedará. Pero sembró vientos y recogió tempestades.
 
Pero además de eso, también es un hijodeputa insensible que merece que lo atropelle un camión. Tipos así sobran en nuestra sociedad.
A mi me sobra que nadie le desee la muerte a otra persona.
Cierto, como calificar a miles de muertos como "menstruación" planetaria (bueno, eso es tantas veces peor como miles de aludidos haya).
 
Última edición:
Vale. Ok. Seo.

Pero de esto que tu dices a lo que dice el "polemista" de los cojones, por mucho que en la base sea lo mismo, hay un trecho muy largo. Lo uno produce asco e indignación, lo otro, reflexión.

A cagar con Sostres.
 
Vale. Ok. Seo.

Pero de esto que tu dices a lo que dice el "polemista" de los cojones, por mucho que en la base sea lo mismo, hay un trecho muy largo. Lo uno produce asco e indignación, lo otro, reflexión.

A cagar con Sostres.
Sostres dice lo mismo, pero cargado de mala leche para que lo lean.

Se pueden decir las cosas de otra forma, sin destilar esa mala leche. Muy cierto. Pero me da que es un mal endémico cuando se busca notoriedad, o más bien que opinen y hablen de ti, para bien o para mal (hablando de Sostres).
 
Pues yo creo que Sostres no dice lo mismo. Más allá de su mala leche, acusa a Santi Santamaría de ser un cocinero vulgar etc. Lo cierto es que cuando Santi muere su restaurante tiene tres estrellas Michelin. A mí eso no me parece que denote vulgaridad. Seguramente Santi Santamaria fue mucho más excelente en lo suyo que Sostres como columnista.
 
Gracias por tu reflexión Seo. Pero yo tampoco creo que Sostres diga lo mismo con otras palabras. En cualquier caso, la historia de Santi Santamaría la verdad es que es la de una cuesta abajo bastante lamentable. Recuerdo la polémica que montó a costa de la química y la que se armó. Lo que yo desconocía es que el tema venía de antes.
Les queda el Elements en Sant Celoni no? Y Can Fabes aún tiene 2 estrellas michelín. Que triste que todo eso se vaya al carajo
 
Qué coño va a decir lo mismo. Sostres se alegra de la desaparición de Can Fabes. Nada más y nada menos.

Sostres dijo:
Intentásteis acabar conmigo y la Historia ha acabado con vosotros. Me alegro. Adios.

Ahí hay algo personal. ¿A qué y quién se refiere?
 
Me ha costado averiguar quién era el autor pero lo conseguí: Caius Apicius
Madrid, 2 sep (EFE).- El último día de agosto cerró sus puertas el restaurante Can Fabes. No es un cierre más, uno de tantos como se están produciendo ahora al socaire de la crisis. No. El cierre de Can Fabes es, también, el final de una época, de un ciclo, de un momento seguramente único en la historia de la cocina española.

Can Fabes (en un principio El Racó de Can Fabes) abrió en 1981. Su propietario, impulsor, inspirador, cocinero y alma, Santi Santamaría, uno de los más grandes cocineros que ha dado jamás este país, llevó el viejo negocio familiar al estrellato.

Sólo tardó trece años en conseguir la ansiada tercera estrella Michelin, categoría que entonces -1994- sólo lucían dos establecimientos españoles: el madrileño Zalacain, desde 1987, y el donostiarra Arzak, desde 1989. Que nadie olvide ese dato.

Eran años de gloria culinaria. Santamaría inició su andadura cuando lo que se llamó "nouvelle cuisine" marcaba tendencia... aunque la cocina iba evolucionando hacia algo más personal, donde el autor, su inspiración y su talento eran fundamentales.

Además de los "triestrellados" destacaban algunos otros, especialmente los también donostiarras Pedro Subijana y Martín Berasategui y, de manera mediáticamente arrolladora, el catalán Ferrá Adrià. Luego fueron llegando los demás, incluso los que aún no han llegado.

Por entonces se dieron todas las circunstancias deseables para el éxito de la cocina. Entre otras cosas, se superó una crisis económica. Había ganas y curiosidad.

Los certámenes de alta cocina de Vitoria, donde empezó la gran evolución culinaria española, pusieron de relieve que la distancia entre lo que hacían los cocineros españoles y sus colegas del resto del mundo iba reduciéndose... hasta que llegó a hacerse, en determinadas materias, favorable a los nuestros.

Fueron unos años de oro para el prestigio de los cocineros españoles. Pero, como siempre, se exageró. Se confundió la parte con el todo. Adrià fue la nueva imagen de una cocina vanguardista que sólo podía llamarse "cocina española" porque ése es el pasaporte del cocinero.

La cocina de Adrià no es el paradigma de la "cocina española". Entiéndase bien: no es la media, ni siquiera la media-alta: es, eso sí, un caso excepcional de talento.

Se sacó pecho. Quienes tenían derecho a hacerlo y quienes supieron sacar beneficio de ello. La proliferación de actos, congresos y reuniones acabó matando la gallina de los huevos de oro. Las circunstancias económicas cambiaron a peor. Y ese momento irrepetible terminó.

Ojo, que siguen apareciendo grandes cocineros, de los que Joan Roca es el máximo ejemplo. Pero ya nada es lo mismo. Nada volverá a ser lo mismo.

La cocina de Santi era... la cocina de Santi. Pero en ella había mucho que identificaba a la tierra en la que nació y vivió. Su querido Montseny estaba en sus platos. Una cocina con raíces, con identidad.

Quiso defenderla ante otras tendencias: estaba en su derecho. No seré yo quien diga si lo hizo bien o lo hizo mal, pero poco faltó para que fuera lapidado en la plaza pública. Y eso sí que estuvo muy mal. En nombre de la presunta "cocina española" se defendieron intereses mucho menos generales, mucho menos nobles. Pero ya pasó. Hay que olvidar.

Santi, que sabía disfrutar de la vida, se quedó un mal día de febrero de 2011 junto a la barra de su restaurante de Singapur. Yo estaba con él. Entonces sólo supe que se moría un amigo; después, poco a poco, me fui dando cuenta de lo que venía. Hoy, dos años y medio después, su buque insignia arría bandera: es inviable económicamente.

Es un adiós más a un artista. Naturalmente, ha creado escuela; pero todos sabemos que ningún discípulo de Velázquez fue Velázquez... aunque uno de los suyos, Óscar Velasco (con dos estrellas Michelin en el madrileño Santceloni), sea a día de hoy uno de los mejores cocineros del panorama nacional.

Nos queda, y eso es importante, su obra literaria. Sus libros son un compendio de sus experiencias, su filosofía y su cultura gastronómica, y una verdadera enciclopedia de sabores culinarios. Se leen, como sus artículos, con fruición.

Adiós, pues, Santi. Esto es un adiós a uno de los restaurantes que fueron referencia de un momento de gloria que también se va un poco más con su cierre. Quedará en la memoria, aunque, la verdad, tampoco vayan a creer que estoy tan seguro de ello.

Uno, porque la memoria colectiva es frágil y, al final, tiende a quedarse sólo con los mitos: de ahí la popularidad de la Mitología. Y, por otro, porque dudo muchísimo de que algún plato de los miles surgidos en estas décadas de creación compulsiva perdure en la memoria de la gente.

No es que sea pesimista: yo soy un optimista irreductible. Es, sólo, que esto es lo que hay, aunque no falten quienes nos lo quieran vender pintado de colorines.

http://www.diariodenavarra.es/notic...ciclo_gloria_cocina_espanola_128871_1035.html
 
Arriba Pie