la película toma unas decisiones narrativas cuanto menos extrañas. Es decir, se recrea en momentos poco interesantes de las misiones precedentes pero luego no es capaz de transmitir apenas la grandeza de estar en el espacio de camino a la luna o la emoción del regreso (que ni está).
Gusten o no, no son decisiones extrañas: deja claro cómo va a tirar esto desde la primera escena, si no recuerdo mal incluso empieza con un plano POV... No se enfanga con esa grandeza ni emociones épicas que algunos echan de menos porque deliberadamente se plantean las misiones como momentos angustiosos, asfixiando a los actores contra los sets y al público con ellos (de nuevo, esa fijación por la física y las texturas), tal como lo vivieron Armstrong y cía. Cualquier triunfalismo son pequeños logros individuales en secuencias de suspense, con Neil recuperando el control en momentos tensos... porque la cosa va de ponernos en su lugar, no en el del americano emocionado frente a la TV.
De hecho sí hay una concesión a la épica del viaje, en el despegue, donde sí toma un punto de vista exterior con el cohete hacia la Luna... para volver a entrar cuando empieza el jaleo. Quizá por eso el momento visualmente más vulgar de la peli, aunque tiene la bonita idea de Gosling "apuntando" hacia la Luna.