Adaptación de la novela de terror de Stephen King, en la que el vehículo que da nombre tanto al libro como a la película (un Plymouth Fury de 1958) comienza a ejercer una peligrosa influencia sobre el joven alienado que lo compra al hermano de su antiguo dueño, que había fallecido en su interior. Se trata, por tanto, de la típica historia de King, con muchos trazos similares a “The Shining”, puesto que la misma influencia maligna que ejerce en aquélla el hotel sobre el personaje de Jack Nicholson es la que domina al protagonista de esta cinta, pero esta vez trasladándola al ambiente pre-universitario de un pueblo californiano. John Carpenter, que necesitaba un éxito comercial después del fracaso de “The Thing” (1982), hace todo lo que puede teniendo en cuenta que tiene entre manos un material de segunda clase y es especialmente por su oficio por lo que este pequeño clásico se mantiene vigente hoy en día.