Volvemos a estar en la línea de salida. Los concursantes que aspiran a entrar esta noche en la casa de Guadalix de la Sierra, todo el equipo de Gran Hermano y una servidora estamos en alerta máxima porque ya no hay vuelta atrás.
Cada uno de ellos me vio entrar ayer por la puerta de su habitación en los hoteles donde los hemos instalado. Cada uno de ellos escuchó de mí las mismas palabras. “Vengo dos minutos a conocerte y que me conozcas. Vengo a agradecerte que te hayas presentado y que participes. Vengo a desearte suerte. Disfruta, implícate, príngate y juega. No lo olvidarás jamás.”
Sus nervios, su alegría, su esperanza son siempre iguales. A mí, después de tantos años, me sigue emocionando su emoción. Me gusta seguir esta liturgia anual porque estas personas no serán ya nunca las mismas y me gusta recordarlas así: con toda la ilusión intacta. Aún desconocen lo que va a ser de ellos esta noche frente a todos vosotros. Saben que puede pasar de todo: incluso que no participen. Saben que Gran Hermano es un juego mágico en el que todo es posible y que hay que entregarse. A partir de este momento, como les ocurre a los atletas, cada segundo cuenta.
Y luego estáis vosotros. Vosotros sin los que nada de todo esto tendría sentido. Vosotros que decidís quién sigue y quién desaparece. Vosotros que más que nunca tenéis la palabra para opinar lo que os dé la gana. Hoy quiero dar la bienvenida a todas las webs que vais a desmenuzar nuestro programa y agradecer tanta atención y tantas horas de observación. Sé que todo os parecerá poco pero tendréis que admitir que si miramos hacia atrás, el cambio es abismal. Bienvenidos todos y todo, porque habrá de todo y…menos mal!
A los fieles de años que os reunís “nuestra” noche de la semana y no queréis que nadie os moleste, a los que dejáis la cena preparada y por una noche sois dueños del mando, a los que estáis esperando algo que yo ya he visto pero que os guardo para que seais los primeros en comentar, a todos gracias por seguir ahí, por ser nuestra sangre y nuestra vida.
Mis compañeros de Zeppelin y de Telecinco han trabajado como fieras para no dar nada por hecho. Han logrado, como los atletas con sus nuevos récords, arrancar ideas donde parecía que ya no había nada más. Esta noche veremos otro Gran Hermano, otra vuelta de tuerca y siempre será con vuestra complicidad.
Gran Hermano está a punto de arrancar y tiene que ser grande como su nombre. Entre todos lograremos lo que hacemos siempre: un simple programa de televisión que nos apasiona. ¡Comenzamos!