Es una lástima que un producto tan potente esté tan mal valorado por muchos y no se aproveche como merece, así que me he dicho, vamos a publicar una
Mini-Guía de convivencia pacífica con iTunes
A mi modo de ver el problema de fondo surge cuando tratamos de comparar lo fácil que es arrastrar y soltar archivos MP3 en un reproductor "X" que básicamente se comporta como una llave USB, con el concepto de gestión con sincronización que impone iTunes en parte de su contenido.
Y recalco los dos últimos conceptos: "impone" porque la forma de introducir material en el iPod es utilizar iTunes y "en parte" porque no es necesario que sincronicemos todo el contenido.
Trataré de explicarlo tomando como ejemplo mi iPod Touch 2G, pero serviría de igual forma para quien tenga un iPhone e incluso para los que tengan un iPod más tradicional, que tendrán algunas de las mismas funcionalidades pero que evidentemente no funcionarán igual con las fotografías, aplicaciones y demás cosas específicas de los dispositivos con interfaz multitáctil.
En primer lugar vamos a identificar los diferentes escenarios que nos podemos encontrar; simplificando creo que los podemos reducir a tres:
Cada uno de estos escenarios tiene sus peculiaridades, que espero que os queden claras tras describir cómo actuar en cada uno de ellos. Pasemos a describir cada uno de ellos:
Escenario 1. iPod conectado por cable en el ordenador principal
En realidad sería más correcto hablar de "biblioteca de iTunes" en lugar de "ordenador", ya que podríais tener varios sistemas operativos instalados en el mismo, pero creo que lo entenderéis más fácil si hablamos de ordenador.
Lo primero que hace iTunes cuando conectáis por primera vez vuestro iPod al ordenador es ponerle un nombre y recordar ese ordenador como el centro de sincronización para el dispositivo. De esa forma quedan vinculados el iPod y la biblioteca de iTunes, de forma que si lo conectáis en otro equipo no será posible sincronizarlo.
Esto es un concepto de diseño, sólo hay una estación base con la que se sincroniza el aparato, pero eso no quiere decir que no se puedan cargar contenidos desde otros equipos.
Los contenidos que se pueden sincronizar con tu iPod vienen determinados por la configuración que hayáis elegido en el mismo y que abarca todas las opciones que se pueden ver en la pantalla principal de iTunes haciendo clic en vuestro dispositivo:
De todas las opciones que se presentan, hay algunas que se pueden sincronizar de forma opcional y otras que sólo pueden ser sincronizadas desde el equipo principal. Como se suele decir aquí está "la madre del cordero" y quizá esto sea lo que no se comprende claramente:
Sincronización de música:
El apartado musical requiere atención especial; si todos nuestra colección musical cabe dentro de nuestro iPod, seleccionar esta opción es cómoda ya que permite que cuando conectamos el iPod a nuestro equipo y se procede a realizar una sincronización, mantendrá sincronizada también nuestra biblioteca musical, eliminando del iPod lo que hayamos eliminado de nuestra bilblioteca y añadiendo aquellas canciones que hayamos incorporado a la misma. En definitiva, se realiza una copia "espejo" de la biblioteca musical en el iPod.
Si nuestra colección musical es más grande que la capacidad de nuestro iPod pero queremos seguir teniendo la posibilidad de sincronización, podemos indicarle a iTunes que nos mantenga sincronizada sólo el contenido de una lista de reproducción, algo que puede ser cómodo para algunos.
Sin embargo, si queremos "control manual" deberemos desactivar esta opción. Al hacerlo perdemos el automatismo de la "copia espejo", pero ganamos en control y sobre todo, tenemos abierta la posibilidad de copiar canciones desde otro equipo a nuestro iPod, arrastrándolas directamente sobre nuestro iPod y no sobre la biblioteca de iTunes en el equipo secundario.
La música que se ha copiado de esa forma se puede escuchar directamente en el iPod, pero no puede ser copiada del iPod a nuestro equipo principal, pues es una forma de proteger los derechos de los propietarios del copyright.
Para la gestión del almacenamiento y clasificación de nuestra biblioteca musical en el disco duro de nuestro ordenador, Apple ha dispuesto dos ajustes de preferencias fundamenteles y a menudo olvidados.
iTunes os pregunta sobre el valor que queráis dar a este parámetro la primera vez que lo ejecutáis en Windows y sorprendentemente no lo hace en Mac OS X y sin embargo a mi modo de ver es el dato más importante pues condiciona al 100% la forma de archivar los archivos musicales:
Copiar en la carpeta iTunes los archivos agregados a la biblioteca hará que todo lo que incluyáis, se copie dentro de la carpeta de la biblioteca iTunes, lo cual resultará en un duplicado de los archivos. A mí me gusta tener la música organizada en carpetas y decidir yo mismo y no iTunes dónde se almacena.
Mantener organizada la carpeta iTunes Music provocará además que los archivos que arrastréis se organicen en carpetas por artistas y álbumes, algo que dependerá de lo bien o mal que tengáis etiquetada vuestra música, pero esto lo dejamos para otro tutorial. Aquí de nuevo a mí me gusta tener el control y por lo tanto tengo desactivada ambas opciones.
Sincronización de películas
Lo dicho para la música es aplicable a las películas. En EEUU funciona el alquiler de películas a través del Apple TV y podrías transferir una película alquilada a tu iPod durante el período de alquiler. Aquí estamos a años luz de que eso se produzca, aunque es posible tener una cuenta abierta en la iTunes Store americana - yo la tengo así - y poder disfrutar de los servicios de alquiler de películas, en versión original, eso sí.
Si no hablamos de alquiler de películas, podemos sincronizar todas nuestras películas o bien seleccionar individualmente las que queramos sincronizar, teniendo incluso control de sincronización por películas vistas o no vistas.
Aquí vuelve a estar presente el mismo concepto: si quieres control manual, desactiva la sincronización automática y podrás copiar una película arrastrándola sobre tu iPod desde otro equipo.
Sincronización de programas de TV
Lo dicho para las películas es perfectamente aplicable para los programas de TV. Quizá si sois muy consumidores de este tipo de producto pueda ser interesante una sincronización automática de capítulos no vistos, pero a mí me gusta siempre el control manual. ¿Y si quiero volver a ver un capítulo de nuevo?
Sincronización de Podcasts
De nuevo repetimos la idea. Los podcasts tanto de audio como de vídeo son una idea fantástica. Tuve una época en la que me suscribí a unos cuantos y traté de hacerlo con una sincronización automática, pero resultó una locura y apliqué de nuevo mi criterio de toma de control y pasé a "modo manual", todo desactivado.
De nuevo la regla de oro: yo decido qué, cuándo y dónde.
Sincronización de Fotos
Aquí mi consejo es distinto ya que no es posible usar "arrastrar y soltar" para copiar fotos al iPod sino que sólo pueden ser copiadas vía sincronización.
Tengo una carpeta en el ordenador principal sincronizada con el iPod en la que guardo distintas carpetas con versiones reducidas de fotografías que me interesa tener en él. Cada una de esas carpetas aparece como un álbum en el iPod Touch y así puedo tener a mano las típicas fotos familiares, o bien apuntes interesantes, cosas que me interesa tener a mano.
Sincronización de Información
Aquí podéis mantener sincronizado los contactos, entradas del calendario e incluso el correo de vuestro equipo principal (PC o Mac) con el cliente de correo (Outlook / Mail). En mi caso tengo sincronización remota vía Exchange con el servidor de correo de empresa, lo cual es muy cómodo.
También es posible sincronizar los favoritos de Internet Explorer o Safari.
Sincronización de Aplicaciones
La instalación de aplicaciones debe pasar obligatoriamente por una conexión con la App Store, por lo que sólo es posible hacerla o bien desde el equipo principal o bien desde el propio dispositivo en conexión inalámbrica, como se describe en el escenario 3.
Mi consejo es mantener activada la sincronización de aplicaciones, así siempre tendréis en el equipo todas las que hayáis descargado e incluso si tenéis más de un iPod podréis mantener un duplicado sin problemas.
Escenario 2. iPod conectado por cable en un ordenador secundario
Cambiamos de escenario y conectamos el cable de datos USB al iPod en otro equipo distinto del principal. Realmente puede ser el mismo equipo pero con otro sistema operativo, un equipo portátil en tu casa, el equipo de la oficina, el de tu cuñado... estamos conectados a una biblioteca iTunes distinta de la que tiene el iPod registrada como referencia de sincronización.
En este caso lo que podamos hacer estará limitado a las opciones que hemos establecido en el equipo principal. Si hemos desactivado la sincronización automática de música, películas, programas de TV y podcasts, podremos copiar nuevos contenidos simplemente arrastrándolos sobre el icono de nuestro iPod.
Podemos mantener una segunda biblioteca en ese puesto y copiar esos contenidos al iPod desde la biblioteca o simplemente arrastrarlos desde el escritorio al iPod, sin siquiera pasar por la biblioteca.
Si queremos sincronizar fotos, aplicaciones o información, podremos hacerlo, pero nos borrará todo el contenido que haya en el iPod antes de hacerlo, así que mucho ojo con esta opción, perfectamente válida si sabéis lo que hacéis.
Escenario 3. iPod conectado de forma inalámbrica con Internet
Nos olvidamos del cable de datos USB y tenemos el iPod Touch o el iPhone conectado a Internet a través de una conexión Wi-Fi.
¿Y si no tienes un router Wi-Fi o un punto de acceso en donde tienes tu equipo secundario? A muchos os pasará que en vuestro equipo secundario quizá tengáis conexión a Internet pero a través de un cable de red y no vía inalámbrica. En ese caso no hay por qué olvidarse del tema ya que con un simple stick USB Wi-Fi es posible establecer un enlace Ad-hoc entre el iPod y el stick, y utilizar la conexión a Internet del equipo desde el iPod.
En este escenario no hay nada que sincronizar ya que no tenemos acceso a la biblioteca de iTunes de nuestro equipo principal, pero es perfectamente posible comprar aplicaciones, música, vídeos, programas de TV y demás a través de la tienda de iTunes. Las compras que realicemos estarán disponibles en el iPod y en cuanto sincronicemos con el equipo principal pasarán a formar parte de la colección principal.
Espero que os haya quedado más claro, si no es así, sólo tenéis que pedir más información y trataré de clarificar lo que haya quedado más oscuro.
Mini-Guía de convivencia pacífica con iTunes
A mi modo de ver el problema de fondo surge cuando tratamos de comparar lo fácil que es arrastrar y soltar archivos MP3 en un reproductor "X" que básicamente se comporta como una llave USB, con el concepto de gestión con sincronización que impone iTunes en parte de su contenido.
Y recalco los dos últimos conceptos: "impone" porque la forma de introducir material en el iPod es utilizar iTunes y "en parte" porque no es necesario que sincronicemos todo el contenido.
Trataré de explicarlo tomando como ejemplo mi iPod Touch 2G, pero serviría de igual forma para quien tenga un iPhone e incluso para los que tengan un iPod más tradicional, que tendrán algunas de las mismas funcionalidades pero que evidentemente no funcionarán igual con las fotografías, aplicaciones y demás cosas específicas de los dispositivos con interfaz multitáctil.
En primer lugar vamos a identificar los diferentes escenarios que nos podemos encontrar; simplificando creo que los podemos reducir a tres:
- iPod conectado por cable en el ordenador principal
- iPod conectado por cable en un ordenador secundario
- iPod conectado de forma inalámbrica con Internet
Cada uno de estos escenarios tiene sus peculiaridades, que espero que os queden claras tras describir cómo actuar en cada uno de ellos. Pasemos a describir cada uno de ellos:
Escenario 1. iPod conectado por cable en el ordenador principal
En realidad sería más correcto hablar de "biblioteca de iTunes" en lugar de "ordenador", ya que podríais tener varios sistemas operativos instalados en el mismo, pero creo que lo entenderéis más fácil si hablamos de ordenador.
Lo primero que hace iTunes cuando conectáis por primera vez vuestro iPod al ordenador es ponerle un nombre y recordar ese ordenador como el centro de sincronización para el dispositivo. De esa forma quedan vinculados el iPod y la biblioteca de iTunes, de forma que si lo conectáis en otro equipo no será posible sincronizarlo.
Esto es un concepto de diseño, sólo hay una estación base con la que se sincroniza el aparato, pero eso no quiere decir que no se puedan cargar contenidos desde otros equipos.
Los contenidos que se pueden sincronizar con tu iPod vienen determinados por la configuración que hayáis elegido en el mismo y que abarca todas las opciones que se pueden ver en la pantalla principal de iTunes haciendo clic en vuestro dispositivo:
De todas las opciones que se presentan, hay algunas que se pueden sincronizar de forma opcional y otras que sólo pueden ser sincronizadas desde el equipo principal. Como se suele decir aquí está "la madre del cordero" y quizá esto sea lo que no se comprende claramente:
- Elementos que se pueden sincronizar con el equipo principal o gestionarse manualmente
- Música
- Películas
- Programas de televisión
- Podcasts
- Elementos que sólo se pueden sincronizar con el equipo principal
- Fotografías
- Información
- Aplicaciones
Sincronización de música:
El apartado musical requiere atención especial; si todos nuestra colección musical cabe dentro de nuestro iPod, seleccionar esta opción es cómoda ya que permite que cuando conectamos el iPod a nuestro equipo y se procede a realizar una sincronización, mantendrá sincronizada también nuestra biblioteca musical, eliminando del iPod lo que hayamos eliminado de nuestra bilblioteca y añadiendo aquellas canciones que hayamos incorporado a la misma. En definitiva, se realiza una copia "espejo" de la biblioteca musical en el iPod.
Si nuestra colección musical es más grande que la capacidad de nuestro iPod pero queremos seguir teniendo la posibilidad de sincronización, podemos indicarle a iTunes que nos mantenga sincronizada sólo el contenido de una lista de reproducción, algo que puede ser cómodo para algunos.
Sin embargo, si queremos "control manual" deberemos desactivar esta opción. Al hacerlo perdemos el automatismo de la "copia espejo", pero ganamos en control y sobre todo, tenemos abierta la posibilidad de copiar canciones desde otro equipo a nuestro iPod, arrastrándolas directamente sobre nuestro iPod y no sobre la biblioteca de iTunes en el equipo secundario.
La música que se ha copiado de esa forma se puede escuchar directamente en el iPod, pero no puede ser copiada del iPod a nuestro equipo principal, pues es una forma de proteger los derechos de los propietarios del copyright.
Para la gestión del almacenamiento y clasificación de nuestra biblioteca musical en el disco duro de nuestro ordenador, Apple ha dispuesto dos ajustes de preferencias fundamenteles y a menudo olvidados.
iTunes os pregunta sobre el valor que queráis dar a este parámetro la primera vez que lo ejecutáis en Windows y sorprendentemente no lo hace en Mac OS X y sin embargo a mi modo de ver es el dato más importante pues condiciona al 100% la forma de archivar los archivos musicales:
Copiar en la carpeta iTunes los archivos agregados a la biblioteca hará que todo lo que incluyáis, se copie dentro de la carpeta de la biblioteca iTunes, lo cual resultará en un duplicado de los archivos. A mí me gusta tener la música organizada en carpetas y decidir yo mismo y no iTunes dónde se almacena.
Mantener organizada la carpeta iTunes Music provocará además que los archivos que arrastréis se organicen en carpetas por artistas y álbumes, algo que dependerá de lo bien o mal que tengáis etiquetada vuestra música, pero esto lo dejamos para otro tutorial. Aquí de nuevo a mí me gusta tener el control y por lo tanto tengo desactivada ambas opciones.
Sincronización de películas
Lo dicho para la música es aplicable a las películas. En EEUU funciona el alquiler de películas a través del Apple TV y podrías transferir una película alquilada a tu iPod durante el período de alquiler. Aquí estamos a años luz de que eso se produzca, aunque es posible tener una cuenta abierta en la iTunes Store americana - yo la tengo así - y poder disfrutar de los servicios de alquiler de películas, en versión original, eso sí.
Si no hablamos de alquiler de películas, podemos sincronizar todas nuestras películas o bien seleccionar individualmente las que queramos sincronizar, teniendo incluso control de sincronización por películas vistas o no vistas.
Aquí vuelve a estar presente el mismo concepto: si quieres control manual, desactiva la sincronización automática y podrás copiar una película arrastrándola sobre tu iPod desde otro equipo.
Sincronización de programas de TV
Lo dicho para las películas es perfectamente aplicable para los programas de TV. Quizá si sois muy consumidores de este tipo de producto pueda ser interesante una sincronización automática de capítulos no vistos, pero a mí me gusta siempre el control manual. ¿Y si quiero volver a ver un capítulo de nuevo?
Sincronización de Podcasts
De nuevo repetimos la idea. Los podcasts tanto de audio como de vídeo son una idea fantástica. Tuve una época en la que me suscribí a unos cuantos y traté de hacerlo con una sincronización automática, pero resultó una locura y apliqué de nuevo mi criterio de toma de control y pasé a "modo manual", todo desactivado.
De nuevo la regla de oro: yo decido qué, cuándo y dónde.
Sincronización de Fotos
Aquí mi consejo es distinto ya que no es posible usar "arrastrar y soltar" para copiar fotos al iPod sino que sólo pueden ser copiadas vía sincronización.
Tengo una carpeta en el ordenador principal sincronizada con el iPod en la que guardo distintas carpetas con versiones reducidas de fotografías que me interesa tener en él. Cada una de esas carpetas aparece como un álbum en el iPod Touch y así puedo tener a mano las típicas fotos familiares, o bien apuntes interesantes, cosas que me interesa tener a mano.
Sincronización de Información
Aquí podéis mantener sincronizado los contactos, entradas del calendario e incluso el correo de vuestro equipo principal (PC o Mac) con el cliente de correo (Outlook / Mail). En mi caso tengo sincronización remota vía Exchange con el servidor de correo de empresa, lo cual es muy cómodo.
También es posible sincronizar los favoritos de Internet Explorer o Safari.
Sincronización de Aplicaciones
La instalación de aplicaciones debe pasar obligatoriamente por una conexión con la App Store, por lo que sólo es posible hacerla o bien desde el equipo principal o bien desde el propio dispositivo en conexión inalámbrica, como se describe en el escenario 3.
Mi consejo es mantener activada la sincronización de aplicaciones, así siempre tendréis en el equipo todas las que hayáis descargado e incluso si tenéis más de un iPod podréis mantener un duplicado sin problemas.
Escenario 2. iPod conectado por cable en un ordenador secundario
Cambiamos de escenario y conectamos el cable de datos USB al iPod en otro equipo distinto del principal. Realmente puede ser el mismo equipo pero con otro sistema operativo, un equipo portátil en tu casa, el equipo de la oficina, el de tu cuñado... estamos conectados a una biblioteca iTunes distinta de la que tiene el iPod registrada como referencia de sincronización.
En este caso lo que podamos hacer estará limitado a las opciones que hemos establecido en el equipo principal. Si hemos desactivado la sincronización automática de música, películas, programas de TV y podcasts, podremos copiar nuevos contenidos simplemente arrastrándolos sobre el icono de nuestro iPod.
Podemos mantener una segunda biblioteca en ese puesto y copiar esos contenidos al iPod desde la biblioteca o simplemente arrastrarlos desde el escritorio al iPod, sin siquiera pasar por la biblioteca.
Si queremos sincronizar fotos, aplicaciones o información, podremos hacerlo, pero nos borrará todo el contenido que haya en el iPod antes de hacerlo, así que mucho ojo con esta opción, perfectamente válida si sabéis lo que hacéis.
Escenario 3. iPod conectado de forma inalámbrica con Internet
Nos olvidamos del cable de datos USB y tenemos el iPod Touch o el iPhone conectado a Internet a través de una conexión Wi-Fi.
¿Y si no tienes un router Wi-Fi o un punto de acceso en donde tienes tu equipo secundario? A muchos os pasará que en vuestro equipo secundario quizá tengáis conexión a Internet pero a través de un cable de red y no vía inalámbrica. En ese caso no hay por qué olvidarse del tema ya que con un simple stick USB Wi-Fi es posible establecer un enlace Ad-hoc entre el iPod y el stick, y utilizar la conexión a Internet del equipo desde el iPod.
En este escenario no hay nada que sincronizar ya que no tenemos acceso a la biblioteca de iTunes de nuestro equipo principal, pero es perfectamente posible comprar aplicaciones, música, vídeos, programas de TV y demás a través de la tienda de iTunes. Las compras que realicemos estarán disponibles en el iPod y en cuanto sincronicemos con el equipo principal pasarán a formar parte de la colección principal.
Espero que os haya quedado más claro, si no es así, sólo tenéis que pedir más información y trataré de clarificar lo que haya quedado más oscuro.
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