Ha fallecido Andrés Montes

Respuesta: Ha fallecido Andrés Montes

El Señor lo acoja en su seno.:mutriste
 
Respuesta: Ha fallecido Andrés Montes

Para muchos genial y muy divertido, para otros chillón y cansino.... lo que está claro es que este señor no dejó a nadie indiferente por su manera de narrar los partidos de fútbol y baloncesto. Su muerte me pilló tan de sorpresa como (supongo) a todos vosotros... donde quiera que estés descansa en paz, jugón.
 
Respuesta: Ha fallecido Andrés Montes

Desengañado y desmoralizado profesionalmente. Triste. Cansado en cuerpo y alma. Al otro lado del teléfono no había felices onomatopeyas, ni motes, ni apodos. La mayor celebridad televisiva del deporte en España hablaba a media voz, con el verbo entrecortado y a años luz de su proverbial guasa. "Soy Andrés Montes. Estoy bastante mal. Esto no lo había vivido yo en 30 años de profesión. Daría para escribir tres libros", me comentaba el locutor en íntima confesión tras su adiós televisado de La Sexta. A los diez días, otra funesta despedida: se largaba de esta presuntamente maravillosa vida en extrañas circunstancias.
Murió solo, sin audiencia. Rodeado de monitores y decodificadores de pay per view. Acompañado por sus 5.000 CDs. Arropado por la soledad de sus carísimos equipos de música Bang&Olufsen. La cercanía de los dos adioses puso en marcha un funesto silogismo: presa de la desolación por su caída del pedestal televisivo, ¿Montes se habría quitado de en medio?
"Lo del suicidio no lo veo. Andrés sabía que cualquier día se podía ir de este mundo. Hipocondríaco, con sus pastillas siempre encima, la diabetes, la tensión... Por su delicadísima salud, él decía que era una 'bomba andante'. Por eso, cuando ocurrió la repentina muerte de [jugador sevillista] Antonio Puerta telefoneó a sus hijos para decirles que los quería mucho. Creo sinceramente, además, que se había vuelto a ilusionar con la nueva etapa que podría emprender en Veo7, Marca y ELMUNDO.es, aunque no tenía nada firmado", comenta un íntimo. ¿Tiró por la calle de en medio, desesperado y arruinado por su afición al póker por Internet? "Se echaba sus partiditas, sí. Durante el Eurobasket de Polonia decía: 'Me voy a la cama. Unas manitas y a dormir'. No creo que eso le llevara al descalabro económico. Y menos al suicidio. Sus familiares allegados, por boyante situación económica, ni siquiera lo hubieran permitido".
¿Qué mató a Andrés Montes? ¿Qué acabó con el speaker de la pajarita? ¿Con el buda al que todos querían tocar la calva en los estadios al ritmo de tiki taka? Los resultados concluyentes de la autopsia se conocerán en tres semanas... Si el juez o la familia no se oponen. Montes había superado un cáncer, le faltaba un riñón, era diabético y en el pecho tenía tres cornadas de la ganadería bypass. Y encima se calentaba su rasurada cocorota con cualquier minimo roce con compañeros o amigos: con él o en su contra, sin grises.
Las dos últimas semanas de vida de Montes fueron de aúpa, "aunque estaba saliendo de la pesadilla", aclaran. El mal sueño se refiere a un desconocido divorcio con La Sexta. Me sugirió que le pidieron hacer campaña a favor del PSOE tras el asesinato de Isaías Carrasco —matado por ETA el 7 de marzo de 2008, a dos días de las elecciones generales—, arremeter contra Sogecable —inmersa en la guerra del fútbol con Mediapro— y hacerle la puñeta a Ramón Calderón, ex presidente del Real Madrid. Y añadió que, al no plegarse, las altas esferas de la cadena le pusieron la cruz.
Su repentina salida dejó flecos colgando. "Me deben dinero de publicidad. Estoy a la espera de que me lo paguen". En concreto, 30.000 euros, según pudo saber Crónica. Montes ganó 600.000 euros por tres años (como Resano, Mendizábal y Villanueva, las trillizas de los informativos de la cadena verde) y quería ganar un euro más que Lobato, cara de la Fórmula Uno. El otro calvo de la tele cobra más en un ejercicio que Montes en tres.
La modestia no era su fuerte. Vanidoso, estaba al tanto de todo cuanto se decía y escribía sobre él. María, compañera sentimental desde 1999, templaba su carácter ciclotímico. Ella, ángel de su guarda, lo halló muerto en su domicilio en Chamberí. Eran cerca de las seis de la tarde del 19 de octubre. El locutor yacía en la cama. Vestía pijama y llevaba unas ocho horas muerto. Sangre en la almohada. Seguidamente, revuelo de cinco coches de polícia. Pero no. Del portal nº 31 de la calle Espronceda salía con traje de mortaja la mayor sensación catódica de los últimos años. Una policía embarazada reclamó eso tan farragoso de avisar a los hijos con celeridad. Sin embargo, Orson y Nelson, 16 y 14 años, se enteraron de todo por Internet. "¡Yo también me quiero matar!", gritaba, fuera de sí, derrumbándose sobre su sobrino. Estaban juntos desde 1999. Ella, coruñesa, es titular de varios pisos en zonas nobles de Madrid y A Coruña. María atiende negocios familiares y tiene relación con los allegados de Amancio Ortega, propietario de Inditex, el Imperio Zara. De hecho, la casa que ambos habitaban era suya. Lo que hace imposible el inminente desahucio anunciado por algunos medios.
En un tren venezolano

María también mimaba la débil anatomía del speaker. Quizás en las últimas semanas había vuelto a fumar, quizás tanto exceso gastronómico, quizás tomaba demasiada Coca-cola... Como siempre, la música funcionaba como sedante de su angustia. "Era cauto, pero estaba haciendo planes de futuro y se le veía moderadamente feliz»", relata Antoni Daimiel, su compañero y casi hermano, durante una década en la NBA de Canal Plus.
En el momento de ser incinerado en Tres Cantos, se dieron cita amigos y colegas de profesión, advenedizos, sus esposas, sus dos hijos y la mujer que lo crió, su madre a efectos emocionales. En el tanatorio faltó la mujer que lo trajo a este mundo.
La repentina muerte del locutor abrocha una vida de película. Porque las trágicas despedidas no son nuevas para este castizo criado en la madrileñísima calle Hortaleza. Con 11 años, su padre murió. Con 13, él y su madre se separaron para siempre. Como en una novela de Agatha Christie, los progenitores se conocieron en un tren en Venezuela.
Ella, Zenaida González Manfugás, pianista cubana, nacida en Guantánamo en 1932, con la piel como la noche; él, Antonio Montes Seoane, comerciante vigués, de acá para allá con negocios en Maracaibo y Caracas y una joyería en el terruño. Vienen a España, nace Andresito, la relación se rompe y ella se refugia con su hijo en el madrileño barrio de Argüelles. En las estrecheces del Madrid de los 50, la mujer se halla ante una encrucijada. Decide abrirse paso en Cuba con giras y ovaciones. El precio: dejar a su hijo a cargo de otra madre. Puso un anuncio en el periódico: "Se necesita puericultora".
Al reclamo acudió Lorenza, Lore, una mujer fuerte y menuda, con amor por los críos, profesionalidad y dedicación absoluta. Segoviana, del gélido pueblo de La Losa, se ganaba las lentejas como practicante y enfermera. Caribeña y segoviana pactaron cómo trazar el futuro del niño. Lore lo educaría y Zenaida buscaría gloria por esos escenarios de Dios, con la promesa de volver cuando sus compromisos artísticos se lo permitieran. Regresó. Pero el muchacho había crecido. Demasiado.
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/10/25/comunicacion/1256462339.html

¿Se puede leer el artículo entero en alguna web?
 
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ahora mismo no lo veo en la red... lo tengo en papel y el resto del articulo tira más hacia la madre y la biografia de Montes joven, sinceramente es bastante meeeeenos interesante, más amarillista (con respeto)
 
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Creo que no. Por cierto, anoche reemitieron en d+ por primera vez en mucho tiempo un partido "histórico" con Montes y Daimiel, un Memphis- Minessota creo que el segundo partido de Gasol en la NBA. Qué tiempos!
 
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