El alcalde de Sabadell, que el martes cedió temporalmente sus funciones, medió ante Daniel Fernández, secretario de organización del PSC, para encontrar un puesto de trabajo para Carmina Llumà, ex alto cargo del Ministerio de Fomento y del Departament de Política Territorial de la Generalitat. "Hay que colocarla", le dijo. Y el sitio escogido fue el Consistorio de Montcada i Reixac, al frente del cual está María Elena Pérez, también socialista. "Ya he dado la orden", explicó Fernández a Bustos.
Sin embargo, de las conversaciones se desprende que no fue tan fácil y que la alcaldesa se resistió. De hecho, se convocó un concurso al que se presentaron, además de Llumà, otros cuatro candidatos. Según los investigadores de la operación Mercurio, en realidad quien superó las pruebas fue otra persona, lo que al parecer irritó a Bustos. En las intervenciones telefónicas se comprueba cómo el alcalde de Sabadell pone sobre la mesa que si su compañera de Montcada no accede sea relevada de su cargo. Incluso propone la solución al problema con el concurso, que consistía en cambiar en el expediente un "no apto" por "apto". De hecho, el fiscal anticorrupción Fernando Bermejo tiene en su poder dicho expediente, que está siendo analizado para ver si fue alterado. Incluso, a lo largo de los diálogos, se llega a plantear indagar quién es la persona que ganó la plaza en primera instancia. Por estas gestiones, Bustos está imputado por tráfico de influencias, un delito que, según fuentes judiciales, no es preciso que se consume para tener un reproche penal.