Barcelona "ha perdido una oportunidad de oro para posicionarse en el mercado de alta gama hotelera con la pérdida de estos proyectos", según el Instituto, que asegura que la suspensión de licencias provocó una reducción de las inversiones hoteleras del 17% en 2015 respecto al año anterior, mientras que estima una caída de más del 20% para 2016.
Destaca que la moratoria ha triplicado los precios de compra venta de activos hoteleros en el entorno de Barcelona -avisa de que están en fase burbuja-, y que la suspensión ha influido en la variedad y calidad de los hoteles en la ciudad, ha generado inseguridad jurídica y ha reducido la capacidad de atracción de Barcelona.