Bajo el título: "El 5G no es inocuo" el
Ayuntamiento de Barcelona ha publicado
un artículo conspiranoico y plagado de bulos sobre los teléfonos móviles. Un ejercicio de
propaganda que hace referencia a enfermedades inventadas, que
califica de "cancerígenas" a tecnologías inocuas y que anima a los ciudadanos a
sumarse a un movimiento fundado por un hombre que denunció -y reclamó más de medio millón de euros- a su vecino por tener un "iPhone que estaba destrozando su salud" a causa de las ondas electromagnéticas.
Paralelamente,
el Ayuntamiento liderado por Ada Colau impulsa la celebración cada año del Mobile World Congress, la principal feria sobre tecnologías móviles del mundo
cuya temática estrella a lo largo de las últimas citas es precisamente las redes 5G. Un congreso cuya continuidad pende de un hilo desde hace años y que, según la patronal del sector móvil GSMA,
ha aportado unos ingresos de 4.800 millones de euros a la ciudad Condal desde su primera edición en 2006.