Una buena amiga mía, dueña de una empresa vasca y a la que eta entró en su casa y la sorprendió abriendo la nevera a punta de pistola con su hija y marido en casa, la susodicha banda, dos encapuchados de ambos sexos le dieron instrucciones precisas de qué debían hacer y cómo. Se marcharon de su casa y aún no pueden volver. Viven en otro sitio de esoaña, con protección, hijos estudiando fuera de españa y una vida con miedo. Esa sigue siendo tu eta integrada.