En mi ciudad se han encontrado con la alcaldía por sorpresa, con un concejal más, PP y Vox. El PP de Alcalá de Henares está metido de lleno en las tramas de corrupción Gürtel, Púnica y Flauta ( una empresa "organizaba eventos", llamada Cofely, se repartía el dinero, inflando los costes, con ellos). Un juicio contra el antiguo alcalde (otro delfín de Esperanza Aguirre) está al caer, ya que no lo pueden parar más.
Una semana antes de las elecciones condenaron a dos miembros del PP por la "estación de autobuses", en realidad un local con una simple taquilla que cerró hace años, que no tenía licencia de actividad (denunciaron los vecinos de la zona). Una pantomima, pues dimitió el que seguía siendo concejal y le quitaron de la lista diez días antes, aunque en la fiesta de celebración subieron una foto a redes sociales y allí estaba, con el resto de sus compañeros y sin esconderse. ¡Milagro!
¿Qué narices van a hacer? Ni idea porque solamente saben robar a manos llenas y vender humo, como han hecho siempre en esta localidad (durante ocho años de "gestión ejemplar" dejaron una deuda de 300 millones de euros, muchas facturas por pagar, la empresa municipal de autobuses cerca de la ley concursal, una deuda millonaria con la contrata de limpieza, una cesión de explotación a 50 años de la plaza de toros, con una empresa que no cumple lo pactado desde el 2019, y una larguísima lista de tropelías). De primeras han prometido un túnel bajo las vías del tren cerca de aquí, cuando es una zona con aguas subterráneas y no se puede hacer (es el lecho de un antiguo arroyo), una supuesta estación de autobuses , muchísimas chorradas que no se cree nadie en su sano juicio y, sobre todo, ¡libertad!
Por lo menos la oposición tiene doce concejales y no les dejarán maniobrar a su antojo. ¡Qué cuatro años nos esperan!