Toshiro Kurosawa
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Si no te gusta el zumo de naranja natural, porque tiene pulpa y sabe a naranja, y prefieres una bebida infecta ultradulce hecha a base de polvos con sabor a clamoxyl;
si no te gusta el café porque sabe a café y es amargo, y prefieres una cosa aguada e indefinida;
si no te gustan el jamón serrano, el chorizo ibérico, el lacón y todo tipo de embutidos tradicionales porque son irregulares y sabrosos, y prefieres unas lonchas perfectamente circulares y perfectamente insípidas de una cosa rosa indeterminada;
si no te gusta el queso de verdad, ya sea fresco, curado, añejo, de vaca, de oveja o de cabra, y prefieres unas láminas cuadradas de color amarillo que parecen post-it;
y si además quieres pagar 10 euros o más por comer cosas como estas, entonces, amigo, el buffet medio de los hoteles de 4 estrellas es para ti.
En el bar de abajo de mi casa, por 5 euros me tomo un zumo natural, un pincho de tortilla haciendo montaña y un café como dios manda; en un hotel de estos, por 10 euros me tomo un zumo de polvos, un café despreciable y un queso y unos embutidos de plástico, y tres cuartos de lo mismo pasa a la hora de comer o cenar, en los que te encuentras un vino ya abierto e indeterminado servido en vasos de plástico, comida prefabricada y guarrerías indignas de un kebab o una hamburguesería de saldo.
Y es que he probado buffets de estos en todas partes de Europa, y son siempre la misma mierda, con honrosas excepciones; lo cual me lleva a preguntarme en que consisten las dichosas estrellas de los hoteles, cuando cualquier bar me ofrece mejor calidad... ¿alguien sabe como van las categorías, como se entregan?
La verdad, cada vez odio más los hoteles estos, los viajes con bonos de agencia y demás mandangas; siempre acabas en un polígono industrial, o al lado de una autovía, o al lado de un macrocentro comercial a las afueras, y si está dentro de la ciudad es la misma mierda, pero con el precio multiplicado por dos... está claro que nadie da duros a cuatro pesetas y que a menudo una estancia en un buen hostal, o en un apartamento, o en un hotel de pocas estrellas pero que ofrezca productos de la zona y esté bien localizado, es mucho más satisfactoria que en uno de estos complejos hoteleros impersonales que parecen concebidos para autómatas.
¿Qué os parece a vosotros?
si no te gusta el café porque sabe a café y es amargo, y prefieres una cosa aguada e indefinida;
si no te gustan el jamón serrano, el chorizo ibérico, el lacón y todo tipo de embutidos tradicionales porque son irregulares y sabrosos, y prefieres unas lonchas perfectamente circulares y perfectamente insípidas de una cosa rosa indeterminada;
si no te gusta el queso de verdad, ya sea fresco, curado, añejo, de vaca, de oveja o de cabra, y prefieres unas láminas cuadradas de color amarillo que parecen post-it;
y si además quieres pagar 10 euros o más por comer cosas como estas, entonces, amigo, el buffet medio de los hoteles de 4 estrellas es para ti.
En el bar de abajo de mi casa, por 5 euros me tomo un zumo natural, un pincho de tortilla haciendo montaña y un café como dios manda; en un hotel de estos, por 10 euros me tomo un zumo de polvos, un café despreciable y un queso y unos embutidos de plástico, y tres cuartos de lo mismo pasa a la hora de comer o cenar, en los que te encuentras un vino ya abierto e indeterminado servido en vasos de plástico, comida prefabricada y guarrerías indignas de un kebab o una hamburguesería de saldo.
Y es que he probado buffets de estos en todas partes de Europa, y son siempre la misma mierda, con honrosas excepciones; lo cual me lleva a preguntarme en que consisten las dichosas estrellas de los hoteles, cuando cualquier bar me ofrece mejor calidad... ¿alguien sabe como van las categorías, como se entregan?
La verdad, cada vez odio más los hoteles estos, los viajes con bonos de agencia y demás mandangas; siempre acabas en un polígono industrial, o al lado de una autovía, o al lado de un macrocentro comercial a las afueras, y si está dentro de la ciudad es la misma mierda, pero con el precio multiplicado por dos... está claro que nadie da duros a cuatro pesetas y que a menudo una estancia en un buen hostal, o en un apartamento, o en un hotel de pocas estrellas pero que ofrezca productos de la zona y esté bien localizado, es mucho más satisfactoria que en uno de estos complejos hoteleros impersonales que parecen concebidos para autómatas.
¿Qué os parece a vosotros?