Respuesta: Howard Winchester Hawks.
(
To Have and Have Not, 1944)
"
Oiga, ¿alguna vez le ha picado una abeja muerta?"
El Casablanda de Hawks, sin lugar a dudas. Un clásico del género donde se demostró que la química entre actores tiene nombres y apellidos: Bacall y Bogart. Debutando la primera en este título, demostró de todas las maneras posibles que la glamourosa actriz tenía dotes interpretativas y que el papel de mujer independiente, madura pero que se rendía a los encantos duros del protagonista le venía como un guante.
Lo cierto es que la película, dentro de lo que cabe, no es una grandísima obra pues es más bien comedida, no hay muchos altibajos, ni momentos que sean demasiado llamativos, cuyo ritmo es más bien pausado pero desde luego estamos hablando de un título que mantiene el tipo aún a día de hoy. Con unos actores muy correctos, sobre todo Bogart, ofreciendo una vez más su clásico hombre implacable, que no se achanta ante nada ni nadie pero que se quedará prendado de la mujer que tiene ante él como es el momento en el que ella le dice que acudirá a él si "junta los labios y sopla", siendo además un fiel amigo pero a la vez sirviendo al mejor postor. Bacall canta, baila, se contornea, actua y transmite, como debe ser. Conquistando a todo hombre que se fije en ella.
Sin olvidarme claro está de los secundarios como son ese Capitán de policía interpretado con frialdad, creando un personaje carismático en sí mismo, por un convincente Dan Seymour o el amigo borracho de Bogart, Walter Brennan, un auténtico secundario que ayuda a que todo marche y que la película contenga los momentos más divertidos.
Hawks se nota que le gustaba que sus actores cantasen y bailasen, que demostrasen que no hay nada mejor para amenizar y quitar hierro a cualquier asunto que marcarse unas canciones. Se nota también que le gustaba la confraternidad, que hubiesen héroes decididos, sin importar perder la vida por sus ideales y aún estando entre la espada y la pared no sucumbir sino luchar.
Pero es imposible no recordar Casablanca mientras vemos la película. Un bar como lugar de encuentro y planificación, un funcionario del ejército sombrío, misiones casi suicidas y un final muy "happy end". Aún y así las dos salen muy bien paradas y no se pisan los talones. Se disfrutan muy bien y se agradece su descubrimiento.
Y con todo ello, reconozco que "El sueño eterno" me convence muchísimo más. La encuentro más redonda aún siendo más enrevesada. Que cosas tiene el cine. Contando con los mismos ingredientes.