Top-10 de los 2000 (2000-2009)
Hoy me ha dado un venazo de listitas (bastante emocionado por los dos últimos estrenos que he visto) y pondré las 10 que me parecen las mejores de la década.
10. La Duda (Shanley, 2008). Por ese inmaculado guión teatral, por hacer que luzcan tanto los actores y por esas dudas.
9. Un tipo serio (Coen, 2009). Por el prólogo, por el final, por parecer una comedia y, en realidad, ser trágica, por las paradojas, por el montaje y por todo su subtexto de caos, religión, ciencia y valores.
8. No es país para viejos (Coen, 2007). Por las set pieces de la persecución, por el contraste con Tommy Lee Jones, por retratar tan bien la presencia del mal, por esos áridos paisajes de neo-western y por el anticlimático tercio final.
7. Death Proof (Tarantino, 2007). Por los dos clímaxs, por ese bar filmado desde todos los ángulos, por la gramola, por los bailes, por la estructura a modo de espejo y, sobre todo, por Mike.
6. Memento (Nolan, 2000). Por reinventar literalmente los tiempos de presentación, nudo y desenlace en thriller sin que la estructura sea caprichosa, al contrario, fondo y forma se confunden.
5. Olvídate de mí (Gondry, 2004). Por ser la culminación de un guionista único, por ser una romántica sin tópicos de mierda, sin pose, por ser capaces de involucrarnos y conmovernos con una idea tan disparatada.
4. Zodiac (Fincher, 2007). Por desmenuzar al milímetro un caso y sus consecuencias, por mostrar lo justo y dar una nueva capa de pintura al thriller, por transmitir el estado de ánimo de los personajes al espectador, por ser el ejemplo de como usar los FX, por la música y el aire setentero, por la sobria fotografía.
3. Ciudad de Dios (Meirelhes, 2002). Por ser capaz de pasar el modelo Goodfellas por las favelas, creando un cosmos de historias cruzadas a través de los años, por el ritmo y el montaje, por su impacto visual y por la cantidad de personajes carismáticos y, a la vez, creíbles.
2. La cinta blanca (Haneke, 2009). Por la perfección enfermiza de cada plano, de cada secuencia, por el inmenso terror que sólo sugiere, porque el mejor Kubrick la habría hecho así, por la fotografía y por el plano final sobrecogedor.
1. Malditos bastardos (Tarantino, 2007). Por la escena de Landa y Lapadite, por la de la taberna, por el mimo que destila cada fotograma, por el final, por ser la culminación del ingenio de Tarantino, por todos los personajes que se saca de la manga, por su homenaje al cine y por demostrar que todavía existe el entretenimiento de calidad y que se puede hacer un blockbuster sin concesiones de ningún tipo.