Absolutamente convencido de que el estreno mañana de 2012 le va a devolver a primera fila de Hollywood, el director Roland Emmerich acaba de cascar a MTV Movies Blog que tiene previsto rodar dos secuelas de su megahit de 1996 Independence Day, para las que “ya se han puesto en contacto con Will Smith” para que las protagonice, y tituladas provisionalmente como ID-4ever, Part I y Part II.
“Lo que queremos hacer en el siguiente film –que realmente son dos películas– es contar un arco narrativo más amplio”, explica Emmerich. “ID fue siempre como el rey que guía a sus tropas en la batalla contra el mal, y así debe seguir siendo”.”El título: ID4-Ever. ¿Parte I, Parte II, quizás?”.
De momento no hay guión. “Lo que está es la idea: continuar la historia, justo cuando terminó, no sé hace cuanto tiempo… doce, trece, catorce años”, afirma el director, quien garantiza que el film se desarrollará en nuestro planeta. “Todo gira en torno a la Tierra. Es la que resulta invadida”.
Independence Day, recuerdo para todos los que hayan vivido debajo de una piedra los últimos 13 años, es la historia de una invasión alienígena contra la Humanidad. A nivel histórico, inauguró oficialmente la Segunda Edad Dorada de Cine de Catástrofes y propulsó a Will Smith al estrellato cinematográfico, amén de ser una peli en la que se atisban los soberanos cojones que Roland Emmerich ha demostrado a lo largo de su carrera al poner al Presidente de los Estados Unidos de América (Bill Pullman) a los mandos de un avión de combate para luchar contra los extraterrestres (lo que provocó en la España de la época innumerables parodias en la figura de Jose María Aznar –la curiosidad del dato excede a su falta de pertinencia–). El apartado de “pifias” en la Imdb es inconmensurable, con más de un centenar de entradas entre la que destaca, por supuesto, el asalto informático que realiza Jeff Goldblum a un sistema de combate alienígena con un ordenador portátil (lo que provocó la explosión simultánea de las cabezas de 150.000 hackers de todo el mundo). Independence Day, “placer culpable” por definición, es como el concierto de Love of Lesbian que me vi la semana pasada: con ánimo de diversión te pasas un rato cojonudo, ahora bien, como te la tomes en serio, prepárate para una escalada de horror sin fin (reflexión esta última ni pertinente, ni curiosa).
lashorasperdidas.com
“Lo que queremos hacer en el siguiente film –que realmente son dos películas– es contar un arco narrativo más amplio”, explica Emmerich. “ID fue siempre como el rey que guía a sus tropas en la batalla contra el mal, y así debe seguir siendo”.”El título: ID4-Ever. ¿Parte I, Parte II, quizás?”.
De momento no hay guión. “Lo que está es la idea: continuar la historia, justo cuando terminó, no sé hace cuanto tiempo… doce, trece, catorce años”, afirma el director, quien garantiza que el film se desarrollará en nuestro planeta. “Todo gira en torno a la Tierra. Es la que resulta invadida”.
Independence Day, recuerdo para todos los que hayan vivido debajo de una piedra los últimos 13 años, es la historia de una invasión alienígena contra la Humanidad. A nivel histórico, inauguró oficialmente la Segunda Edad Dorada de Cine de Catástrofes y propulsó a Will Smith al estrellato cinematográfico, amén de ser una peli en la que se atisban los soberanos cojones que Roland Emmerich ha demostrado a lo largo de su carrera al poner al Presidente de los Estados Unidos de América (Bill Pullman) a los mandos de un avión de combate para luchar contra los extraterrestres (lo que provocó en la España de la época innumerables parodias en la figura de Jose María Aznar –la curiosidad del dato excede a su falta de pertinencia–). El apartado de “pifias” en la Imdb es inconmensurable, con más de un centenar de entradas entre la que destaca, por supuesto, el asalto informático que realiza Jeff Goldblum a un sistema de combate alienígena con un ordenador portátil (lo que provocó la explosión simultánea de las cabezas de 150.000 hackers de todo el mundo). Independence Day, “placer culpable” por definición, es como el concierto de Love of Lesbian que me vi la semana pasada: con ánimo de diversión te pasas un rato cojonudo, ahora bien, como te la tomes en serio, prepárate para una escalada de horror sin fin (reflexión esta última ni pertinente, ni curiosa).
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