En 1996 la primera ID nos impactó mucho a mi hermano y a mí (11 y 8 años), y es una gozada volver al cine a ver una secuela 20 años después, con lo que el mundo ha cambiado.
Esta ID 2 es una basura infecta que no hay por dónde cogerla.
La primera era mala pero tenía sus buenos momentos (por ejemplo, los platillos en las ciudades que no se había visto antes, el crescendo de la invasión cuando aún no se sabe -en teoría- qué va a ocurrir...).
Es paradójico que ahora que los blockbusters son mejor que en los noventa (estamos en la era Nolaniana) se estrene este bodriete que coge lo peor de las décadas pasadas -guiones insustanciales y humor bobo- y lo peor de la actualidad -efectos íntegramente digitales en las que todo parece chicle y protagonistas que parecen de Disney Channel-.
Lo único que me ha gustado de este ID 2 son Jeff Goldblum, que de puro carisma es un placer verle aunque sea sentado y mirando a la pared, y Sella Ward, una mujer de armas turbar.
Esta ID 2 es una basura infecta que no hay por dónde cogerla.
La primera era mala pero tenía sus buenos momentos (por ejemplo, los platillos en las ciudades que no se había visto antes, el crescendo de la invasión cuando aún no se sabe -en teoría- qué va a ocurrir...).
Es paradójico que ahora que los blockbusters son mejor que en los noventa (estamos en la era Nolaniana) se estrene este bodriete que coge lo peor de las décadas pasadas -guiones insustanciales y humor bobo- y lo peor de la actualidad -efectos íntegramente digitales en las que todo parece chicle y protagonistas que parecen de Disney Channel-.
Lo único que me ha gustado de este ID 2 son Jeff Goldblum, que de puro carisma es un placer verle aunque sea sentado y mirando a la pared, y Sella Ward, una mujer de armas turbar.