Es un simple producto hecho deprisa y corriendo, donde cualquier norma cinematográfica o guionística se manda al carajo en favor de un montaje donde pasen muchas cosas sin que te enteres de nada. Hasta el final, trata de ser fiel al libro. Una fotocopia, y eso es un problema en un guión que es rutinario y lleno de porque sís hasta decir basta. No digo que no esté en el libro muchos de los Deux ex Machina que puedan haber o las trampas, pues el autor basa su escritura en explicar al lector todo al final, pero David Koepp ya lo hace para colgarlo por enésima vez.
Ron Howard, peor que en piloto automático. Efectismos por doquier, gilipolleces varias, y haciendo de todo menos una película con algo.
El genio de Frankfurt, tira de grabaciones caseras con su amigo Nacho Cano con sintetizador y de mortadela a cholón.
Y el final, cobarde. Para un libro de Brown que tenía una premisa o una idea interesante de fondo, pues... nada. ¡Condenamos a la Humanidad!
Ron Howard, peor que en piloto automático. Efectismos por doquier, gilipolleces varias, y haciendo de todo menos una película con algo.
El genio de Frankfurt, tira de grabaciones caseras con su amigo Nacho Cano con sintetizador y de mortadela a cholón.
Y el final, cobarde. Para un libro de Brown que tenía una premisa o una idea interesante de fondo, pues... nada. ¡Condenamos a la Humanidad!