Me dan cero pena la verdad.
¡¡Y se llevan a ostias y navajazos entre ellas!!
¡Sí, hombre! Con lo que costaría su mantenimiento encerradas se pueden hacer muchas cosas más positivas. Que se queden donde están, que han ido por propia voluntad, y quieren volver por su situación actualo, si no, seguirían allí encantadas de la vida.