Jacques Rivette

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¿No hay hilo de este animal cinematográfico?

Para mí es casi con total seguridad el mejor de todos aquellos que comenzaron bajo la etiqueta de Nouvelle Vague, con un cine de constantes únicas pero que ha ido evolucionando y mutando hacia territorios diferentes. Algunos temas rivettianos podrían ser el teatro que vampiriza al cine y estos a la vida, la conspiración, el mismo proceso de creación artística... siempre envueltos en un seductor halo de misterio. Comento algo de lo que llevo visto.

Su primera película, Paris nous appartient (1961), con claros trazos de esa primera época del cine de la Nouvelle Vague caracterizada por sacar las cámaras a la calle y captar la realidad, el momento presente, pero con el halo rivettiano del teatro y la paranoia que poco a poco va inundando todo. Pericles de Shakespeare como obra que nunca da llegado a buen puerto y una trama conspiranoica que parece no llevar a ninguna parte salvo a la total confusión y desesperanza existencial. Me ha gustado mucho una comparación que he leído con The Limits of Control de Jarmusch aunque realmente sean películas muy diferentes pero que comparten ciertas maneras en ese macguffin conspiranoico. Puede que sea el debut más inusual de toda la Nouvelle Vague.

Céline et Julie vont en bateau (1974) me parece, directamente, una de las películas más fascinantes de la historia del cine. Una especie de Lewis Carroll meets Henry James absolutamente subyugante. La ficción se traga a la realidad en una película protagonizada por un binomio femenino delicioso que parece favorecer la improvisación y la locura pero donde todo está estrictamente regido por una mano de Rivette que quiere que surja la espontaneidad siempre dentro de los límites que él pone.

Duelle (une quarantaine) (1976) es mi favorita hasta el momento. Un film que parece anunciar toda la obra de David Lynch (no en vano se ha hecho una retrospectiva en el Film Society of Lincoln Center de la obra de estos dos emparejando sus películas). Dos hechiceras se baten en duelo en un París que parece salido de un noir alucinado mientras una chiquilla se ve atrapada en el meollo de todo. Una película indescriptible, mágica y con una atmósfera inigualable. Esa fantasía se va introduciendo poco a poco en la realidad a través de los juegos rivettianos donde usa todo su talento en una danza formal a la que es imposible resistirse. Forma parte de su proyecto incompleto Scènes de la vie parallèle junto con....

Noroît (une vengeance) (1976), de características similares a la anterior. Esta vez nos encontramos con una historia de piratas femeninas y una Geraldine Chaplin que buscar vengar a su hermano supuestamente asesinado por ellas. Otro film en donde se dan la mano lo fantástico, la ficción, el teatro y la vida en una mezcla asombrosa que juega con sus propias reglas (atención a la banda sonora).

Histoire de Marie et Julien (2003), película de silencios, casi fantasmal, de un relojero y la relación que establece con una chica en su casa mientras ocurren acontecimientos inusuales y este chantajea a una señora conocida como Madame X. Realmente hablar demasiado de esta película sería desvelar lo que la hace especial, pero aquí nos encontramos con un Rivette maduro en pleno dominio de su oficio, que con muy pocos elementos y una quietud monumental nos entrega un ejercicio de cine a la altura de muy pocos.

Me dejo muchas en el tintero, La belle noiseuse, Secret défense, la recién reeditada Out 1, noli me tangere, hito cinematográfico de casi 13 horas de duración, L'amour fou o lo que algunos llaman la mejor recapitulación del fracaso del final de los 60....

¿Alguien?

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Esta es una de mis cuentas pendientes más vergonzantes con el cine francés... Y me gustaría ponerle remedio. Cuál me recomendarías para iniciarme?
 
Esta es una de mis cuentas pendientes más vergonzantes con el cine francés... Y me gustaría ponerle remedio. Cuál me recomendarías para iniciarme?
Su película más icónica o conocida por el gran público es Céline et Julie vont en bateau. Son tres horas en las que prácticamente se encuentran todas las constantes y obsesiones de su cine: los personajes femeninos juguetones, la ficción que poco a poco se introduce en la realidad, la pasión por el teatro, conspiraciones y juegos de azar.... Es una auténtica maravilla de película (que no te eche para atrás la duración), aunque tiene un tono muy particular y específico derivado del juego que se produce entre los dos personajes principales que te puede sacar si no entras en la propuesta. De todas maneras, creo que como resumen de su trayectoria y carta de presentación es la más completa.

Aun así es un autor que dentro de sus señas particulares ha hecho tantas cosas que en el caso de que esta no te entre, yo no lo dejaría de lado e iría probando con alguna otra diferente (La belle noiseuse es uno de los mejores retratos que se han rodado sobre la creación artística, Secret défense su particular versión del thriller....).

Mi favorita, como ya he dicho, es Duelle, que transporta todas sus obsesiones a un noir alucinado con toques fantásticos. Si eres muy de Lynch, empieza por esta.

No sé si te he ayudado en algo, pero en definitiva, con Rivette no te vas a equivocar elijas la que elijas. No ha fallado nunca.
 
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Muchas gracias amigo. Voy a ponerme con la del barco dure lo que dure, y luego a ver que tal. Hace mucho que quería iniciarme pero por unas cosas u otras y por desconocimiento total nunca término de hacerlo. Así que el que abras tema me parece estupendo .
 
Bueno, pues ha caido la primera Rivettada... Me he visto Celine y Julie van en barco.

Me ha gustado mucho, a pesar de su duración, y que tiene esas derivas nouvellvaguianas de no saber a qué atenerse uno con según que escenas. Pero al contrario que Godard que en general cuando deja aflorar su delirio "arty", en muchos casos acaba siendo bastante pedante. Aquí se queda en refrescantes interludios visuales, que podrán gustar más o menos, pero que deja claro el ejercicio de libertar artística al que está sujeto su autor, que es indescriptible. Todo un maravilloso juego de ficción, absolutamente normalizado y sin estridencias autorales, vertebrado por dos actrices en estado de gracia naturalista.Toda la película se basa en una maravillosa reflexión acerca del relato de ficción, asaltado desde la realidad por sus protagonistas, que se fusionan en ambos espacios para jugar con la posibilidad de la alteración ficcional. Un poco como en Django, se entiende que Tarantino adore el cine francés de esta época. Me ha recordado un poco a Las margaritas de Chytilova, al menos en su binomio protagonista de extrema libertad, aunque en esta el trasfondo político era evidente dado el contexto. En Rivette sólo veo potencia creativa y reflexión sobre la condición del relato. Parece increíble lo mucho que puede ofrecer el cine cuando hay artistas que se dedican a explorar intelectualmente las posibilidades del medio. Cine vanguardista y rompedor, pero extrañamente cercano y asequible en su desconcierto. Tengo ya otras dos a punto, así que seguiremos con este hombre.
 
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La banda de las cuatro (La Bande des quatre, 1989)

Completando los huecos que me quedan en la filmografía de Rivette, me encuentro con esta absoluta obra maestra que sirve, además, de perfecta iniciación a su cine. Una película muy cálida y acogedora, que se va pegando poco a poco en la piel y que te acompaña en los días posteriores. Aquí Rivette vuelve a repasar todas sus obsesiones: el teatro que vampiriza la realidad y nos sirve para adentrarnos en la psique de sus protagonistas femeninas, las inconclusas historias de fantasmas que sobrevuelan el relato, las conspiraciones con numerosos cabos sueltos que nunca se resolverán y cierto halo esotérico que contrasta fuertemente con ese tono casi documental que le confiere a sus narraciones.

En pocas películas que haya visto se adquiere una comprensión tan absoluta de los personajes e, incluso, de las personas que los interpretan: uno siente al acabar de ver este prodigio que conoce a cada una de las integrantes de esa banda de actrices como si viviera en su propio hogar, pues Rivette utiliza los ensayos diarios de La double inconstance de Marivaux como espejo de los acontecimientos que van ocurriendo y como sutil examen de los sentimientos más escondidos de sus personajes. La película se desarrolla entre esos ensayos y los momentos que ellas pasan en la casa en la que conviven, separados por planos de un tren que avanza por las calles de París. Rivette deja caer sutiles pistas del pasado de cada una de ellas y los retratos que parecen impresionistas al principio terminan siendo rotundos a medida que avanza el metraje. Un ente externo que introduce la conspiración, de múltiples nombres (¿o quizás únicamente Thomas?), sacude a la banda e introduce el misterio que acompaña a una integrante del grupo de ensayos y que propulsará la conspiración rivettiana.

La Bande des quatre, como casi todo Rivette, es una película que trata sobre el mismo proceso de rodarla. Es decir, estamos asistiendo a un film que se va haciendo sobre la marcha. De ahí la sensación de documental inicial que poco a poco va tomando forma introduciendo el misterio y los enigmas (atención a esa referencia a La belle noiseuse que sirve como punto inicial de su siguiente obra).

En definitiva, uno de los retratos de mujeres más poderosos de la historia del cine. Cuatro personajes comandados por una Bulle Ogier que semeja un trasunto de Rivette, pues a la larga lo que quiere sacar de ellas es la verdad, un pedazo de realidad, sea cual sea el procedimiento que ellas deban utilizar para conseguirla. Y un film donde la mujer se ve en el mismo plano que el hombre, de tú a tú, con una belleza inusual, y una justicia y respeto inconmensurables de una mirada tan humilde y única como la de Rivette.
 
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Pues un alma cándida ha tenido la bondad de subir esta joya subtitulada en inglés a YouTube y es casi una obligación compartirla por aquí.

Dirigido por Claire Denis, Cinéma, de notre temps: Jacques Rivette. Le veilleur, de 1990, es un documento impagable y casi con total seguridad el mejor retrato cinematográfico del director francés. Charlas fragmentadas con Serge Daney (uno de los mejores críticos de la historia del cine) en donde podemos intuir de manera breve pero rotunda al hombre que se esconde detrás de la cortina: uno modesto, humilde, introvertido y que vuelca toda su pasión por la vida y la gente en sus películas. Imprescindible.



 
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Out 1, noli me tangere
(1971)

A lo largo de casi trece horas de duración (nunca gratuitas, pues el tiempo es un factor inscrito en la propia forma fílmica, como en todo Rivette) divididas en ocho capítulos (la obra, no obstante, se realizó con la exhibición cinematográfica en mente) nos vamos encontrando con el retrato definitivo de Francia después de mayo del 68. Una época donde todas las utopías se dieron de bruces con la realidad y aquellos soñadores no tuvieron más remedio que sumergirse en la más gris cotidianidad, unidos en pequeños grupos y perdidos en una terrible apatía, esperando el momento adecuado para volver a surgir de su escondite, pero sin demasiada esperanza y con cierto derrotismo general en el ambiente.

Out 1 es un film en perpetuo estado de cuestionamiento, no solo sobre esos supuestos sueños o su incierta relación con la realidad misma: en la materia cinematográfica de Out 1 se encuentra una fobia a un mundo que, posiblemente, no sea más que caos y desconexión. El cine de Rivette no ofrece respuestas, lo fascinante y embriagador reside en seguir la madriguera del conejo hasta el final pero en Out 1 (así como en Paris nous appartient) no es tanto el goce de la incerteza lo que nos encontramos sino el miedo a que la realidad carezca de alguna conexión significativa o, por el contrario, el miedo a que toda la realidad sea parte de una enorme conspiración que se nos escapa. Es así cómo el cine funciona como trasunto de nuestras propias conciencias, es decir, intenta dar un sentido y cierta construcción al caos.

Así, a través de dos grupos de teatro avant-garde interpretando dos obras de Esquilo (Los siete contra Tebas y Prometeo encadenado), el film comienza casi como un documental crudo examinando sus ensayos y centrándose en los diferentes procesos de trabajo que se llevan a cabo (el trabajo artístico, pero trabajo al fin y al cabo, siempre ha sido un común punto de partida para la ficción en la obra del francés). Se nos introduce también a dos personajes que se encuentran fuera de estos ámbitos, Colin y Frédérique. Uno un supuesto sordomudo que empieza a obsesionarse con una conspiración relacionada con Historia de los 13 de Balzac, en la que estarían involucrados algunos miembros de los dos grupos y otra malviviendo mientras recorre bares robando a la clientela que empieza también a sospechar sobre esta conspiración que secretamente dominaría la ciudad.

Entonces del más puro documental (probablemente sea la película más improvisada de Rivette, hecha en completa armonía con los actores, intentando entre todos averiguar el siguiente punto de la trama mientras que se va rodando) surge lentamente la ficción. De cortes que nos llevan a imágenes aparentemente sin relación unas con otras se nos insta a encontrar el significado entre ellas. Inevitablemente la trama empieza a comerse al documental y las conspiraciones y complots aparecen con total naturalidad casi como un intento ineludible de encontrar un sentido a un mundo desprotegido y que ha perdido todos los sueños que lo habían alumbrado hace dos años. Out 1 se puede leer como una gran metáfora sobre el nacimiento de la ficción, de cómo el cine no es más que una gran conspiración urdida entre el cineasta y los actores para intentar dar sentido a un mundo que no ofrece ninguna respuesta. El cine resumido en una trama, por mínima o absurda que sea, que se resolverá o no.

Las imágenes, a veces cercanas al cinéma vérité, de una extrema crudeza y de cierto carácter monumental por su emplazamiento en su faraónico montaje que intenta conectar cada pieza del puzzle, son tan libres como queramos que sean. De nosotros depende encajarlas en un todo mayor o asumir el sinsentido que sería formar algo coherente. También nos encontramos ecos de los seriales de Feuillade en esa realidad cotidiana que esconde un misterio detrás de cada plano. Llegados a los últimos minutos, la paranoia se transforma en una cierta melancolía por un mundo perdido, reina un sentimiento en la atmósfera de agresiva nostalgia y desesperación, lejos de los estudios y de las improvisaciones teatrales; parece entonces pertinente terminar esta maravilla al lado del mar, representando un final y un nuevo comienzo.

Obra absolutamente imprescindible.
 
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La religiosa, (1967)

Basada en un libro de Diderot, la película cuenta en clave crítica el caso de Suzanne Simonin, una mujer recluida por su familia en contra de su voluntad en un convento de clausura. Algo por otra parte habitual… Muy sobria en su narración, la película se centra en el drama de este personaje que lucha no contra su fe, sino contra unos usos sociales y una serie de votos a los que han obligado a someterse. Esa ausencia de libertad la llevará a la depresión y a querer rebelarse ya que la iglesia rechaza su petición de revocación de votos. La comunidad religiosa, sus propias compañeras, van a dar la espalda y básicamente mortificar a Suzanne de forma cruel. La película siempre se maneja en un fondo de denuncia a los usos de la iglesia, y para ellos pasa de la crónica de lo sucedido, el señalar una injusticia, hasta que poco a poco va entrando casi en un film de terror psicológico. La peli fue un escándalo en su época y estuvo censurada a pesar de narrar hechos anteriores al proceso revolucionario, y eso en un país supuestamente laico como Francia. Esto demuestra el tino de Rivette al recrear una película que no es ofensiva hacia Dios o la religión y que simplemente denuncia un hecho sucedido hace 200 años… sabedor que iba a escocer y mucho.

La bella mentirosa, (1991)

Descomunal obra de arte. Hasta ahora aunque tampoco llevo tantas, mi preferida de Rivette y una película mayúscula. Tomando como punto de partida La obra maestra desconocida de Balzac, de la que en el fondo apenas toma unos nombres y una serie de ideas, Rivette llega mucho más allá puesto que explora relaciones personales sometidas a la creación artística, algo que Balzac apenas había dejado apuntado. El relato de Balzac es un texto casi de teoría artística, en el que aparece descrito quizá por primera vez un cuadro abstracto, años antes de que Mondrian, Malevich y Kandiski un poco al alimón dieran con ello. En el fondo es un cuento sencillo, pero que permite reflexionar largamente con elementos clave en la historia de la estética acerca de la belleza, la verdad, la mímesis, etc. Y es exactamente lo que hace Rivette, utilizando algunos elementos pero profundizando mucho más. Si en Balzac los personajes son los pintores Poussin y Porbus (uno joven e inexperto otro ya maduro y consagrado) que funcionan como arquetipos dialécticos ante Frenhofer, el autor de la obra revolucionaria, Rivette obvia este modelo. El factor humano tan querido por él (hay algo rohmeriano en esta película) es clave, puesto que introduce una serie de comportamientos y actitudes que complementan el cuento original.

De este modo todas las constantes acerca de la creación artística: la inspiración y su pérdida, el motor creativo, la apropiación de la belleza ajena, le verdad expresada como única fundamentación del arte, etc. se encuentran muy presentes y se entremezclan con cuestiones más humanas como la envidia, los celos, el sometimiento, el amor… Todo el proceso creativo del artista con su modelo, construido a base de silencios, frustraciones, desnudez (asombrosa Emmanuelle Beart), despojamiento y dolor está tratando con enorme sensibilidad. La búsqueda de esa belleza que se expresa más allá de lo físico es la constante que Frenhofer ha perdido y necesita volver a recuperar, y que Rivette relaciona con el alma del propio artista, como queda claro en esa escena final que es casi de retrato de Dorian Grey.

Esa belleza es la que a Antonio López le llevó al fracaso ante un membrillo, ya que es imposible retratar lo inmaterial con el lenguaje de la mímesis. Se trata de una búsqueda desesperada de una verdad inefable, como si los objetos a fuerza de mirarlos supuraran una reverberación secreta que es posible apresar, y que básicamente ha sido la obsesión del arte occidental desde los griegos hasta hace 10 minutos. Por eso para Frenhofer el cuadro que consigue arrebatarle a su modelo no es un cuadro real y debe ser escondido. No es más que la propia creatividad, la propia verdad, la capacidad para expresar la esencia de las cosas. Es un imposible claro, pero le permite superar una crisis creativa bebiendo de la pureza de un cuerpo absorbido y vampirizado hasta dejarlo en alma viva. Pocas veces he visto retratado en cine con tanta perfección y poesía la verdad de la pintura. Creo que es la mejor película junto a la citada El sol del membrillo sobre el arte que he visto nunca, y una obra maestra compleja, profunda, reflexionada y bellísima.
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Menudo atracón te estás dando estos días ¿eh?

De Rivette hasta ahora ni media, a mí media nouvelle vague se me suele atragantar pero me has convencido, al menos caerán CELINE Y JULIE y la del pintor.
 
Menudo atracón te estás dando estos días ¿eh?

De Rivette hasta ahora ni media, a mí media nouvelle vague se me suele atragantar pero me has convencido, al menos caerán CELINE Y JULIE y la del pintor.

Tenía mono de cine, que hay temporadas que no veo un pimiento...

A mi esta última me ha dejado muy, muy tocado... Compra obligada en cuanto se pueda.
 
Nouvelle Vague es un término muy amplio que abarca muchos cineastas que poco tienen que ver entre sí. Llegados a un punto, se pierde el sentido de agruparlos como si fueran cosas similares. Y con Rivette ni hablemos, que siempre ha sido su propia cosa.

De este hombre hay que verlas todas, de la primera a la última, puesto que todas son obras maestras, sin excepción.
 
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También vista LA BELLA MENTIROSA, y también muy contento con ella.

No sé hasta qué punto todo ello viene de Balzac pero la recorre un tonillo de cuento alegórico encantador (pese a lo turbio de todo), culminado en esa sustitución literal siempre a la vista sobre el lienzo y la muy ladina respuesta, o la resolución a lo Poe.

Por comentar algo aparte de lo ya dicho mucho mejor que yo por Groucho, las pocas teorizaciones de Frenhofer sobre arte y pintura suenan más a farfulleos buscando palabras que a declamaciones pedantes; para entonces la película ya ha dicho casi todo lo que tenía que decir sobre el propio proceso en ese primer y maravilloso tramo de la primera "sesión", que Rivette sabiamente extiende a las rutinas y preparaciones. Me pregunto si es intencionado que capture ahí el mismo ideal intangible y empezar a perderlo poco después, como le pasa a Piccoli al verlo durante un momento fugaz y perdido.

El embrujo pasa cuando el ambiente en ese estudio gana en frustración y enrarecimiento, pero también en intimidad; se evidencia cuando ese cuerpo desnudo pasa de estatua fresca e intocable (no haré comentarios censurables sobre la Beart) a una muñeca de trapo a retorcer, como si estuviesen intentando literalmente exprimirla. Veo que existe una versión reducida en la que además de tomas alternativas Rivette elimina gran parte de los planos fijos de dibujo y pintura; esto puede entenderse desde la perspectiva de reducir casi cuatro horas pero también es arrancarle algo básico al meollo de la película y a su conversación con el espectador.

Y fuera del estudio...

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Por desgracia no pude acabar de ver Celine et Julie vont en bateau, sólo vi la mitad y digo por desgracia porque me dejó en estado de shock, evidentemente, tengo que acabar de verla para emitir un juicio rescatable, pero de momento (llevo casi 2 horas) puede ser la película definitiva sobre la mezcla de realidad y ficción, un Charlie Kaufman sin sus neuras. La naturalidad con la que Rivette introduce una trama mutuamente inventada por su dúo protagonista dentro de la realidad es algo fuera de lo común, con las dos actrices en absoluto estado de simbiosis y con una química extraordinaria, un argumento totalmente impensable para 2 hombres, el hecho de ser 2 mujeres es imprescindible por lo que tiene de juguetona a nivel de imaginación infantil femenina, a nivel de puesta en escena es sobresaliente el partido que le saca a París y el tratamiento del espacio. Pero lo que más me fascina, de momento, es que además de ser una película de autor y característica del movimiento francés con sus diálogos libres, sus tomas largas, sus silencios, además de todo eso, es una película con vocación lúdica indiscutible, la comparación con Tarantino de Groucho es acertadísima, incluso añadiría Alan Moore, su juego con los géneros partiendo claramente de la comedia (leí que Renoir y Hawks son sus referentes ahí) hacia elementos conspiranoicos (Fritz Lang, otro de sus referentes), misterio (Hitchcock, otro referente total) y fantastique es un cocktail de fiesta cinematográfica que me está fascinando.

Continuará ...
 
Tremenda! No sólo no baja sino que aprovecha todo el universo que ha creado en su primera parte y va a más en un fascinante descubrimiento de la trama ficticia con un revolucionario formato narrativo consistente en una especie de puzzle, con repetición de escenas añadiendo cada vez algo más de información, hasta que llega un clímax en la mansión con mezcla definitiva de frente "real" y "ficticio" que es una maravilla tanto en su vertiente misteriosa casi tétrica como en su vertiente cómica, con una puesta en escena absolutamente claustrofóbica en esa mansión con planos cerrados y repetidos ya desde toda la película. Atención a la colleja frontal al melodramazo que todavía se hace más explícito en esa parte final con la caracterización fantasmagórica de los adultos de la mansión, una reivindicación en toda regla de la imaginación infantil y la diversión.

Tiene la película secuencias cómicas enteras inolvidables como la del flirteo y seducción de Celine suplantando a Julie y otras fascinantes a nivel visual como la actuación de la Mandrágora, y encima para rematar tiene dos epílogos a cada cuál más brutal, uno con una secuencia en barco que firmaría el Kubrick del Resplandor y el final con un reset lynchiano.

Una apoteosis artística.

Lo mejor de todo es que tengo preparadas, al menos, 9 películas más de este buen señor.

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Secret Défense (1998). Majestuosa obra de arte, con carcasa y comienzo de thriller, un thriller que podríamos definir como reposado pero a la vez enérgico y sólido en sus bases entorno a la venganza y sus incógnitas, en un pasaje de transición el thriller coge forma de Antonioni en un viaje a través de trenes y metros en los que sólo vemos el estado alterado de su protagonista que se ha autoimpuesto el rol postmoderno del noir clásico. En el tramo central el tono vira hacia un drama nostálgico y reposado, certificando esa idea de Rivette de mutación de sus películas, hasta que hay un sorprendente cambio del punto de vista de la película que reactiva el misterio y prepara el terreno para un último tercio dónde se impone lo teatral con tintes shakespearianos muy acusados.

Combina a la perfección el tono fatalista propio del noir y la evolución psicológica de los personajes a la Hitchcock (con guiño de reaparición fantasmal incluido) con un naturalismo en las actuaciones absolutamente desarmante. La comunicación, las mentiras y las medias verdades se erigen en tema fundamental en la película y Rivette lo recalca con una cantidad muy importante de conversaciones telefónicas y mensajes de contestador.

Otra gran virtud (y que la distancia de muchos de sus referentes americanos) es su antimaniqueísmo y la infinita comprensión y humanidad con la que moldea a todos los personajes, desarrollando simetrías entre ellos y su gestión de la culpa, otro concepto básico de la película.

Hay un detalle de puesta en escena que me ha llamado la atención y es que la habitación pintada de rojo de la protagonista me ha dado un aire al mejor Almodóvar noir (el de Los Abrazos Rotos, Julieta, Hable con Ella) que, significativamente es posterior a este Rivette, quizás sea la influencia común de Hitchcock o quizás no.

Una barbaridad.
 
Completamente de acuerdo con tus apreciaciones sobre Secret défense.

Rivette siempre ha sido un cineasta profundamente moderno en el sentido de que, a través de las formas del cine, ha capturado y retratado el tiempo que le tocó vivir. Era un firme creyente de que las películas de hoy en día necesitaban más tiempo que en el gran cine clásico. Citaba It Happened One Night de Frank Capra como ejemplo de maravillosa condensación, en todos los sentidos: temática, argumental, de ideas, de formas.... Eso no se puede hacer ya en el cine moderno: el modo de vida ha cambiado, la mentalidad no es la misma. Para Rivette lo que antes se conseguía en una hora y media ahora se consigue en tres. El largo viaje en tren que señalas es sintomático de todo esto, maravillosamente filmado además. Y muy acertada la observación de esa asunción del rol del noir clásico que se produce en el mismo. Secret défense es, aparte de una gran película de género, una genial película sobre modos de viajar, sobre la comunicación o la falta de ella.

El uso del color en Rivette también remite al mejor cine clásico. Al contrario que muchos llamados estetas de los últimos años, Rivette nunca utiliza el color de manera burda o exagerada. Al introducir, como dices, el color rojo en la habitación de Sylvie, el efecto es maravilloso. Un simple color, usado de manera fuerte y pertinente, en contraste con lo real o la monotonía cromática que reina por momentos (nunca usada al azar), crea un efecto muy intenso. Rivette, en su inteligente uso de los rojos, los verdes, etc. remite fuertemente con su modulación y distribución a los grandes maestros del color del cine clásico.

Al respecto de Hitchcock, Rivette comentó:

"The Secret Beyond the Door (Fritz Lang, 1948)

The poster for Secret Défense (1997) reminded us of Lang. Every once in a while during the shoot, I told myself that our film had a slim chance of resembling Lang. But I never set up a shot thinking of him or looking to imitate him. During the editing (which is when I really start to see the film), I saw that it was Hitchcock who had guided us through the writing (which I already knew) and Lang who guided us through the shooting: especially his last films, the ones where he leads the spectator in one direction before he pushes them in another completely different direction, in a very brutal, abrupt way. And then this Langian side of the film (if in fact there is one) is also due to Sandrine’s gravity."

Su anterior película, Haut, bas, fragile, es al musical clásico lo que Secret défense al noir: una gran reformulación, capturando todas las esencias y traspasándolas de manera inteligente al mundo moderno. Es toda una fiesta de movimientos, gestos, conspiración, verdadero peligro, tensión narrativa, colores.... Quizás sea mi Rivette favorito junto con Duelle, aunque realmente todas son obras maestras. Es imposible decidirse por una.

Ah, y Rivette admiraba mucho a Almodóvar. Son dos cineastas con conexiones muy interesantes. Aunque para mí el claro heredero de Rivette es David Lynch.
 
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Muchas veces a los directores les pide por si su película está influenciada por tal o cuál ... y no me acuerdo quién respondió que no es que pensara en tal director cuando rodaba la película, es que hay directores que están en el ADN cinéfilo de cualquier amante del cine y salta inconscientemente. Evidentemente, Lang y Hitchcock forman parte de ese ADN cuando hablamos de noir o thriller, el tema es si el director la hace suya y, evidentemente, Rivette lo hace aquí.

Respecto a los detalles de puesta en escena de Rivette como el uso del color, ese largo pasaje en trenes, o ese cambio de punto de vista para virar la película, efectivamente, son deliciosos y de una frescura fuera de lo común.

Por cierto, hacía muchísimo tiempo (y lo añoraba mucho) que no descubría, prácticamente desde cero, una bestia parda de tales dimensiones (ya he visto Duelle, otra maravilla imprescindible, escribiré algo cuando pueda), pero es que es dificilísimo acceder a su obra y conste que, a nivel comercial, no me parece para nada inaccesible su tipo de cine.
 
Hombre, dificilísimo acceder... intermedio editó aquí unas cuantas en dvd hace la tira y en cines se estrenaron algunas, por no hablar de las estepas rusas...el que ha querido ha accedido.
 
Sí, el esfuerzo que se ha hecho para distribuir la obra de este gigante en formato doméstico ha sido francamente lamentable. Afortunadamente las cosas están empezando a arreglarse. En el último año se han reeditado (o editado por primera vez) varias obras (siempre fuera, claro) en fantásticas ediciones (todas en alta definición, como la maravillosa edición en Blu-ray de Paris nous appartient de Criterion). En Intermedio tienes también unas cuantas ediciones decentes y, en general, buscando un poco, se encuentran todas por ahí. Todas, salvo L'amour fou, que está hasta en YouTube pero con una calidad lamentable, que es un insulto a la obra original. Creo que hay un absurdo problema de derechos con esta película, y la única manera de verla como Dios manda es aprovechando alguna proyección. Esperemos que antes o temprano se resuelva. Es la única película suya que me falta por ver y estoy esperando el momento adecuado para hacerlo con las condiciones mínimas.

Ah, y en breve se reeditarán otras diez películas suyas. Así que poco a poco el cinéfilo podrá ir completando su obra y tenerla al alcance de la mano fácilmente.
 
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Estoy de acuerdo en que si se va a pescar se puede acceder a casi todo, pero de fácil no ha tenido nada.

Me tranquilizas con lo de l'Amour Fou porque era la que me tenía frustrado por su paupérrima calidad de imagen y porque no he sido capaz de encontrar unos subtítulos.
 
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