Jacques Rivette

Llevo media CELINE Y JULIE y hacía tiempo que no se me quedaba esta cara de tonto. No he entendido absolutamente nada, y tengo la sensación de que estoy buscando respuestas a preguntas que Rivette no ha hecho.

Ejem.
 
Puede ser.
Qué preguntas te haces?

Que tu eres fan Marienbad y es mucho más jodida de asimilar.
 
¡Pero si es una película con la que es muy fácil conectar! A poco que entres en la deliciosa dinámica de Céline y Julie el resto entra como la seda. Y es un placer ver hasta dónde lleva la madriguera del conejo. No es para nada una película difícil. De hecho ya en su momento tuvo una muy buena acogida de público.
 
Puede ser.
Qué preguntas te haces?

Que tu eres fan Marienbad y es mucho más jodida de asimilar.

Comprendía hasta cierto punto las acciones sueltas, las escenas sueltas, pero no qué lleva a ellas o qué me está contando Rivette; era como pasar del punto A al J, incluso en los diálogos; fruto muy probablemente de la muy presente sensación de espontaneidad de la peli y sus personajes, y también de su aparente muy poca necesidad de justificación (que era lo que más me desconcertaban, con las elipsis, lo de las piedras, la introducción a capón del folletín de la mansión, etc). Según he visto la segunda mitad he ido cayendo en qué va la cosa, con el papel de ellas dos como salteadoras infiltradas en la ficción alucinada, y tiene gracia no solo como reflejo de la libre primera mitad de la peli en una ficción encorsetada, sino por la propia farsa montada por las dos actrices en ese último tramo (¡la pantomima del espejo!).

Lo anterior, not my cup of tea por lo que comento (aunque no descarto que simplemente me pillase desprevenido, y volverá a caer), sí gustándome mucho el inicio juguetón y carrolliano (inteligente por parte de Rivette), las dos actuaciones cabareteras o en general lo bien que se complementan ellas dos, sobre todo una Dominique Labourier que se come la cámara.
 
¡Es muy triste ver este tema tan abajo! De paso que comparto esta entrevista que me parece increíble, animo a todo aquel que no se haya iniciado con Jacques Rivette a que comience con su cine, pues será una de las cosas más bonitas que le ocurrirán en su vida cinéfila, y a todos aquellos que ya han empezado que no duden en seguir. ¡Se necesita seguir hablando de Rivette tanto o más que de Kubrick o Spielberg en este foro!

Jacques Rivette on Out 1 and Céline and Julie Go Boating | Sight & Sound
 
Necesito volver a ver DUELLE, porque he tenido verdaderos problemas para seguirla en su primera hora - quizá por ir a ciegas en argumento y personajes, más allá de lo señalado por Ropit. Por segunda vez, ya conociendo quién es esta gente (no me ayudó que la Berto vaya cambiando de look y casi de interpretación en esos primeros encuentros) y qué demonios está pasando en esta serie de encuentros vis a vis, pueda pasar por encima de que la mitad de ellos parezcan dialogar en retórica reducida al esqueleto. Sobre eso, con esto puedo ver un poco más the big picture:

"The ambition of these films is to invent a new approach to film acting, where speech, pared down to essential phrases, precise formulae, would play a role of 'poetic' punctuation. Neither a return to silent cinema nor pantomime nor choreography: something else, where the movement of its bodies, their counterpoint and inscription in the space of the screen, will be the basis of the mise en scène.

Me gustó, eso sí, el perfil bajísimo de la representación sobrenatural (aunque echo en falta menos noir y más fantastique, más cosas como la escena del pasillo abriendo puertas) y esa atmosférica urbe nocturna imposiblemente chic, además de lo que comenta Ropit sobre el modo de planificar cada escena en base como un ballet de marcas de los actores.
 
A mí la base noir y las pequeñas notas fantastique que se van adueñando del relato me parecen lo mejor de la película.

Duss, tú las que vas a disfrutar son las 4 que van desde Haut, bas, fragile hasta Marie y Julien, sigue siendo Rivette 100%, pero algo domesticado en los métodos de producción por la industria francesa, cosa que le hace menos marciano.
 
París nos pertenece

El de Rivette es uno de esos debuts memorables de la nouvelle vague, pero no tan sonado como los de Truffaut y Godard; por el contrario, parece rodeado por cierta aureola de misterio, de secreto a voces revelado a unos pocos elegidos. Un mcguffin como de intriga conspiranoica, casi pulp (la investigación de una muchacha en torno al aparente suicidio de un joven músico), deriva en una propuesta inclasificable, marcada por la angustia existencial y la mirada escéptica a un mundo de artistas y bohemios parisinos, sus posturas políticamente comprometidas y sus sueños de libertad individual. Muy de la época ésto, y además, una metáfora teatral que es todo un manifiesto estético-ideológico; una obra irrepresentable (el Pericles shakespeariano)... como la propia película, en sí misma una precaria obra en marcha que destruye los lugares comunes para interrogarse mejor sobre la realidad. El resultado es una reflexión nada complaciente sobre toda una generación.

Los medios son irrisorios y los actores son quienes articulan la narración. La trama es laberíntica, frustrante, la inocente protagonista (trasunto nuestro, como lo es el tal Lenz del director de cine) no encuentra más que callejones sin salida, pues todo empieza como un juego, un intento de salirnos de nuestra previsible zona de confort, de buscar para encontrar... ¿qué? El resto de personajes conforman una galería de seres engañosos, crece la paranoia, la ilusión de ser movidos cual títeres por poderes invisibles que están en todas partes y en ninguna. Ahora bien, bien pueden ser estos sujetos desarraigados y al margen de toda convención quienes encuentran en sí mismos el sufrimiento y la muerte. Curiosamente, tras tanto ir y venir, la película tiene un sentido lógico, cual novela de Agatha Christie, como si todo fuera más sencillo de lo que parece. El final, sin embargo, es como un gran signo de interrogación, o un nuevo comienzo.

Me ha dejado todo loco. París nos pertenece ¿quien lo dice? ¿nosotros, los libres? ¿o nosotros, los siniestros dueños del mundo? Tremendo. Viva el cine.
 
Espero que esa copia circule algo porque Barcelona me pilla lejos. Si no hay suerte es posible que haga ese viaje solo para verla.

En todo caso es una grandísima noticia.
 
En abril le dedican ciclo en la filmoteca de catalunya y me han confirmado que se pasará 'l'amour fou'!

Tengo un viaje pendiente a Barna y lo puedo hacer venir bien.

Si pones fechas cuando las sepas (sobre todo de Amour Fou) me harás favor.
 
En principio si no hay cambios L'amour fou la pasarán el 20 de abril y el 3 de mayo.

He mirado la web de la Filmoteca y todavía no hay nada de abril, @Trelkovsky sabes si sigue en pie lo de día 20 de abril para L'amour fou? En cualquier caso pillaré billete y aprovecho para visitar a 2 compañeros, que el jueves es un buen día.
 
Última edición:
Los subtítulos en catalán para mí son una pequeña barrera. ¡Pero se intentará ir igualmente!
 
pics or didn't happened

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Bastante bien ALTO, BAJO, FRÁGIL. Ves una (contenida) libertad narrativa en las películas de este hombre, salvo la más lineal del pintor; por un lado me gusta, porque la sensación de espontaneidad y desenvoltura es muy grande; por otro no siempre le pillo la gracia, porque inventándose las reglas a cada rato no es fácil hacer que algo funcione en ellas. El Calvinbol no siempre es el juego más divertido.

Y cuidado, no tiene que llevar a engaño sobre la forma de rodarlo: las coreografías que antes mencionábais aquí son coreografías de verdad, realmente hermosas de ver (no tanto de escuchar), aunque una vez más una excusa de Rivette, o quizá sea el drama humano la excusa para el cambio de tono musical, que no aparece hasta una hora de película, que entra en escena de forma muy juguetona (contoneando a los personajes) y se va de la misma sin hacer ruido. De hecho el mejor momento musical está al principio, el baile en el bareto; no solo por el trabajo de cámara, sino porque Nathalie Richard se mueve por la película como si fuese suya y le importase un pepino (francés).

 
A mí me chifla ese reinventar la película cada X tiempo, porque además lo sabe hacer.

El otro día vi un trozo de documental sobre PTA en TCM y Quim Casas comentaba que a Anderson le encantan las películas que van cambiando incluso de género a lo largo del metraje y ponía de ejemplo cómo empieza Pozos (peli muda) y cómo acaba (grand guignol).
 
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