Me alegro que haya cambiado de parecer desde que dijo aquello de que la homosexualidad era una guerra con Dios y una maniobra del Diablo. Me pregunto a que se deberá el cambio... aunque sigue oponiéndose al matrimonio homosexual.
Sigue teniendo una actitud muy distante con las mujeres, ya que afirmó ayer que ninguna mujer podrá ser jamás sacerdote, pero como eso es algo secundario (aunque tenga un fondo evidentemente machista), lo importante es que las reconozca en otros aspectos más reales de la vida.
También estaría bien que esta declaración se tradujese en comunicado al resto de la Iglesia y abandonen sus constantes actitudes de homofobia, pero dudo mucho que se atrevan porque saben que pierden fieles.