Está claro que aquí hay para todos. Cómo están las cabezas...
Sobre mi comentario anterior, iba en la línea de lo que dice Sik. La Iglesia no se ha distinguido nunca por ser revolucionaria y los cambios van despacio. Que un Papa diga cosas como esta para mí sí es un cambio de tono evidente con respecto a sus predecesores. Por supuesto, ahora falta que se concrete en hechos, pero menos da una piedra.
Y con respecto a lo que han dicho otros foreros de que son sus normas y hay que respetarlas, me gustaría matizar un poco; aunque esta es una opinión que requiere de cierta empatía y de mirar las cosas desde "dentro". No es exactamente mi caso, pero hay puntos que sí me atañen, y también a otras personas cercanas.
Debéis tener en cuenta de que, para muchos, la iglesia no es un club al que se pertenece o no. No es como un partido político o un equipo de fútbol. Para muchas personas hay una dimensión muy importante que no estáis teniendo en cuenta: la trascendente. Si no se comprende eso, no se comprende nada. Hay personas que creen sinceramente en Dios y que valoran la participación en una Iglesia como forma de comunidad, o de dar gracias, o de lo que sea, es lo de menos. Para ellos, la fe es una parte esencial de la vida y la participación en la Iglesia es una parte fundamental de esa fe. Resulta que algunas de esas personas son homosexuales, divorciados o cien mil casuísticas que pueden presentarse. Y se sienten excluidos de su comunidad, de su relación con Dios. Es doloroso y la Iglesia no debería permitirlo.
Además, ya hemos comentado alguna vez el poder "invisible" que tiene la Iglesia sobre amplias capas sociales. Hay una homofobia sociológica muy acusada en ciertos sectores católicos, sobre todo católicos rurales; y por mucho que el catecismo diga que a los homosexuales hay que "acogerlos" y esas cosas (siempre que no "ejerzan", hasta ahí podríamos llegar), el rechazo es evidente. Por eso, que un papa deje caer esas palabras puede ayudar mucho de una forma tal vez imperceptible, pero que tiene mucho peso. Aunque a nosotros nos dé igual.