Estoy de acuerdo. Pero que te expliquen las cosas demasiado puede acabar por sacarte de la historia. Véase algunos diálogos de las películas de Nolan.
Ojo, que yo no he dicho que expliquen las metáforas. He dicho que puedan ser
interpretables por el espectador. Por ejemplo, cuando en uno de los últimos episodios de
Breaking Bad, Walter y Jessie están cocinando
blue meth a ritmo de una canción cojonuda y con unas imágenes estéticamente sublimes, lo que se está enfatizando es la idea de que Walter y Jessie son unos artistas en su oficio, son como los Velázquez y Caravaggio de los fabricantes de drogas, y ayuda a comprender por qué Walter se siente tan autorrealizado con este trabajo. Es una metáfora presente, que el espectador puede pillar o no, pero en cualquier caso, a poco que uno se pare a analizar el significado de dicha secuencia, puede llegar a descubrirlo por sí mismo. Otra cosa es que, en efecto, como tú dices, uno de los personajes verbalizase en voz alta el significado de dicha escena, negando al espectador la capacidad de descodificar el mensaje por sí mismo, como en efecto pasa a veces en las pelis de Nolan, sobre todo en las últimas.
Pero eso tampoco quiere decir que todas las metáforas verbales sobren. A mí las únicas explicaciones que me molestan son las que no añaden información adicional, las que se limitan a subrayar lo que ya se entendía por sí mismo. La historia sobre el primo Orson sirve para dar las claves para interpretar la globalidad del episodio; en ese sentido no me parece que la historia sobre o no vaya a ninguna parte. Por supuesto, podemos debatir sobre la calidad de su ejecución, pero una cosa es que la escena no te pueda gustar (por larga, por lenta, porque rompe el ritmo del episodio, por lo que sea) y otra muy distinta insinuar que es un relleno que no aporta nada, que es algo que he leído mucho por ahí, y a mí me parece harto discutible.
Y que conste que a mí también me encantan los detalles escondidos. Pero una cosa es ir dejando pistas ocultas por el camino (que puedes ver o no; muchas de hecho no se suelen descubrir hasta que se hacen los revisionados) y otra es pasarse de críptico y que una obra acabe siendo incomprensible a menos que su autor te la explique.