Los discursos indepes van dando tantos giros que a cualquiera le resultaría materialmente imposible seguirlos todos. Los de siempre tenían tanto fundamento que hace un mes los cambiaron sin problemas por el de "las porras", luego corrieron a comprar el relato del 155 y cuando el 155 les ha traído urnas de verdad han reculado volviendo a recuperar las porras, la falta de garantías jurídicas y a poner en duda que en España se acepten los resultados de las elecciones después de que durante 40 años hayamos visto como el que perdía las elecciones cogía la maleta y la puerta. Esto último es un gran insulto para un País en el que en las últimas elecciones hemos aupado a muchas alcaldías (en pueblos pequeños como el mío también, no solo en Madrid, Barcelona, Cádiz, etc...) a perfectos desconocidos que antes de esas elecciones ni siquiera estaban en la vida política, y lo hemos hecho con elecciones y votaciones de verdad, muy lejos de la charlotada del 1-O.