La Generalitat quiso cerrar un acuerdo con un banco de inversión para buscar financiación en los mercados tras declarar la independencia.
El Govern de Carles Puigdemont buscó financiación por media Europa para intentar garantizar la supervivencia de su proceso independentista. Desde octubre de 2016 envió emisarios para negociar con los principales bancos de inversión y empresas de rating del planeta. Incluso llegó a cerrar un preacuerdo con uno de ellos según las notas decomisadas por la Guardia Civil al número dos de la Consejería de Hacienda, Josep María Jove. Además de la financiación privada, el Ejecutivo de Puigdemont, recurrió a las agencias financieras estatales de dos estados que consideraba cercanos a sus postulados: Irlanda y Noruega.
Según los informes de la Guardia Civil enviados al Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, los viajes se enmarcaron en la actividad que el Consejo para la Diplomacia de Cataluña (Diplocat), el consorcio liderado por Raül Romeva que nació para promocionar la imagen de Cataluña en el extranjero pero que operó según la investigación del caso como una lanzadera diplomática de la pretendida república catalana.
Según los apuntes de Jové, el Govern buscaba tener una mayor presencia en los mercados financieros. Una actividad que le garantizara un rating importante si llegaba el momento de declarar la independencia y acudir a los mercados para financiar su nuevo estado. Para ello, valoraron incluso hacer una emisión de deuda “pidiendo autorización al Estado y haciéndolo compatible con el FLA”, explican los documentos intervenidos por la Guardia Civil. “El principal objetivo sería reintroducirnos en los mercados pero técnicamente se argumentaría que el objetivo es el de reducir costes financieros”.
Un acuerdo casi cerrado
El 25 de octubre de 2016, una delegación del Govern se marchó a Irlanda para entrevistarse con los directores de la Agencia del Tesoro local. Su objetivo principal en estos casos fue recabar consejos sobre cómo acercarse a los bancos de inversión internacional y buscar financiación “en los peores momentos de las crisis en los que los mercados están cerrados”, anticipando el posible escenario de la economía catalana tras una declaración unilateral de independencia.
el 13 de diciembre de ese mismo año, una delegación mixta de Diplocat, Exteriores y la Vicepresidencia de Hacienda y Economía tenía previsto realizar un viaje similar a Noruega, para explorar las “posibilidades de buscar financiación” para la nueva república catalana.
De forma coincidente, se concertaron reuniones de Romeva en Londres con los principales bancos de inversión del globo. El objetivo era explicar “la hoja política, el estado de la economía catalana y de las finanzas de la Generalitat”. En esas reuniones y según los informes de la Guardia Civil, estuvieron presentes miembros de DBRS, Morgan Stanley, Deutsche Bank, Pimco e Invesco. Para un mes después, la agenda del entonces responsable de Hacienda planifica nuevas reuniones con otros gigantes financieros mundiales como Goldman Sachs y Eurasia Group.
El informe de la Guardia Civil confirma además que la Generalitat tenía conversaciones avanzadas para firmar un acuerdo con un "importante banco de inversión, pero se ha considerado oportuno hacerlo más adelante, unos meses antes de llevar a la práctica las operaciones de financiación en los mercados", reflejan las anotaciones del número dos de Oriol Junqueras al frente de la Consejería de Hacienda.
Puigdemont intentó en vano que Irlanda y Noruega se comprometieran a financiar la república catalana