De ese artículo comparto la idea de que la ley del Hereu potenció la aparición de la burguesía catalána y forzó a esta a ser emprendedora. En contraposición, los ricos castellanos vivían mayoritariamente por las rentas de la tierra, sin necesidad de innovar, de emprender. Que esto explicaría, en parte, la entrada plena de catalunya en la revolución industrial y el retraso de gran parte de España en ese aspecto. Pero esos son tiempos lejanos.
Hoy en día, y especialmente en los últimos decenios, nos educamos todos viendo las mismas cosas, comiendo y bebiendo casi las mismas cosas, con los mismos referentes públicos, compartiendo valores... y no solo en la península ibérica, en todos los paises occidentales industrializados.
La necesidad de humillar al vencido, que veo muy patente hoy en día respecto a Cataluña, y no solo a sus dirigentes procesistas, no es patrimonio de España, es una de esas fallas de carácter que nos demuestran que somos humanos y no vulcanos.