Algunos historiadores se han mostrado críticos con la iniciativa de Oya y consideran que «aunque los textos son reales, están descontextualizados». Así lo apunta el catedrático de Didáctica de las Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona (UB), Joaquim Prats, quien en declaraciones a ABC apunta que «el componente racista es un denominador común en todos los movimientos prenacionalistas y nacionalistas europeos de la segunda mitad del siglo XIX, y no suponen un rasgo distintivo del nacionalismo catalán». «Los textos deben entenderse en su contexto histórico», en el que, según recuerda, «no ofendían como ahora».
En la misma línea, Martí Marín, profesor titular de historia contemporánea en la Autónoma de Barcelona, considera que el grueso de los textos seleccionados por Oya aluden a un periodo (1878-1935) en que «prácticamente todos los nacionalismos, incluido el español, se vinculaban en mayor o menor medida a ideas racistas». «Ofrecer información complementaria sobre la historia del nacionalismo catalán sin cruzar sus producciones ideológicas con las de otros nacionalismos coetáneos, particularmente el español, no es complementar, es sesgar en otra dirección», añade. En esta línea, Marín considera que de los quince personajes seleccionados por Oya, solo cinco tienen relevancia histórica. «Están escogidos y ordenados para conducir a una conclusión simplista y determinada», concluye.