No se votará porque no se puede hacer el ridículo. Si no hay consenso ni permiso legal de quien corresponde y tiene la potestad de convocar referéndums, que es el estado español, lo que se monte será una pantomima impropia de un pueblo serio. Yo me saco mis urnas, vota mi gente, interpreto mis resultados como un éxito rotundo porque votan todos los míos y proclamo la independencia unilateral basada en los resultados. Si algo tan bochornoso se produce, y nada indica lo contrario visto el salto al vacío de los próceres catalanes, y me juego las pelotas que alguno lo hará, no será más que un ridículo internacional lamentable. Por eso no se realizará si se impugna. Habrá que esperar al constitucional.
Y si vota a favor se hace la consulta y entonces sí que yo iría a votar, porque es una consulta amparada por el estado. Y si saliese positiva habría que empezar muchas negociaciones que de entrada no hablarían de los términos de una posible independencia si no de como cojones decidir articular el proceso y quienes son los sujetos con derecho a elegir. Y eso no tendrá consenso ni de lejos. Y vuelta a un callejón sin salida.