Una Cataluña independiente mejoraría su índice de desarrollo humano, que mide el bienestar y el nivel de vida a través de parámetros como la calidad en la educación, la salud o las finanzas, y haría empeorar las condiciones al estado español. Así lo indica un estudio realizado por el instituto de investigación del banco Credit Suisse, que asegura que, sin España, Cataluña se situaría en el vigésimo puesto del ranking mundial de este índice. Actualmente, el estado español está en la posición 23 y, sin Cataluña, bajaría hasta el 26. El estudio, titulado
El éxito de los estados pequeños, asegura que los países pequeños pueden salir adelante mejor porque tienen los servicios menos fraccionados y pone a Cataluña como ejemplo.
El estudio calcula como sería el índice de desarrollo humano (HDI) de Cataluña, Flandes, Quebec y Escocia sin sus actuales estados. Según Credit Suisse, Quebec sería el que tendría un índice más elevado, en la posición número 13, mientras que actualmente Canadá se encuentra en la 11. En cambio, tanto Cataluña como Escocia tendrían un nivel de vida más elevado que España y Reino Unido, respectivamente. Mientras Cataluña estaría en la posición número 20, Escocia se situaría en la 23. Actualmente, el Reino Unido es la posición número 27 y, sin los socios escoceses, bajaría tres posiciones.
Según este ránking, una eventual Cataluña independiente estaría por encima de España, Francia, Finlandia, Eslovenia, Leichestein o Italia. "Los países pequeños ocupan más de la mitad de los primeros treinta países", asegura el informe. El HDI es una medida comparativa para evaluar la riqueza y el bienestar de los estados más allá del PIB, la cual tiene en cuenta la esperanza de vida, la alfabetización, la educación y el nivel de vida de un país.
Y es que el estudio pone de manifiesto que los estados pequeños tienen los servicios menos fraccionados y más homogéneos y, por tanto, son más eficientes. Además, el coste de financiar estos servicios es más elevado en estados grandes que en pequeños. Por otra parte, los pequeños suelen estar más abocados a la globalización y al comercio exterior y tener mejores infraestructuras intangibles, que son la educación, la gobernabilidad y ley.
De hecho, a partir del estudio de varios estados, el informe asegura que las infraestructuras intangibles, la habilidad de gestionar la globalización y los factores de desarrollo humano constituyen el éxito de los países pequeños. Mientras tanto, el tamaño, la democracia, la propiedad intelectual y la recaudación por el impuesto de sociedades son factores "mucho menos importantes". El informe recuerda que, desde 1945, el número de estados miembros de las Naciones Unidas ha aumentado desde los 50 hasta los 193 y subraya que dos terceras partes de estos son considerados estados pequeños, con población inferior a los diez millones.
También asegura que, en el caso de Europa, los viejos estados pequeños, como Suiza o Suecia, han salido de la crisis de la eurozona. Así, expone que los países pequeños que además son viejos están en una mejor posición porque han tenido tiempo de desarrollar un marco legal e institucional, de manera que son un modelo para los nuevos pequeños estados. "Para algunos nuevos estados donde el marco legal e institucional aún no se ha desarrollado, puede llevar tiempo antes de que se consigan los beneficios de los estados pequeños. La calidad institucional, la ley, las inversiones en tecnología y educación son clave" para a unos buenos resultados, subraya el informe de Credit Suisse.