El "no" a la independencia en Catalunya supera al "sí" por cuatro puntos
Carles Castro | 01/05/15
La política vive en los detalles. Por eso, algunos los rehúyen y otros corren a refugiarse en su regazo. Pero en el caso de los requisitos para avanzar democráticamente hacia la independencia de Catalunya, los detalles son especialmente importantes para la ciudadanía. Una
encuesta de Feedback para
La Vanguardia revela que sólo una minoría de los
catalanes (el 24,4%) aceptaría que el proceso para llegar a la
independencia pudiera ponerse en marcha con el exclusivo apoyo de la mitad más uno de los diputados del Parlament (68 sobre 135) y aunque no contasen con una mayoría absoluta de votos en las elecciones.
Según el sondeo –realizado entre el 27 y el 29 de abril sobre una muestra de 1.000 personas–, algo más del 19% de los consultados exigiría que el bloque independentista contase también con el respaldo de más de la mitad de los votos emitidos en unos comicios. Y finalmente, el grupo más numeroso –un 43%– considera que un proceso de esa envergadura debería tener el apoyo de una mayoría reforzada de dos tercios, como requiere la reforma del Estatut o de la Constitución española.
En cualquier caso, y al margen de las magnitudes exactas, más del 60% de los catalanes cree que no se puede poner en marcha una negociación para llegar a la independencia si no la respalda una mayoría clara (o al menos la mitad más uno) de los votos populares. Y lo llamativo de esa posición es que es hegemónica entre los electores de todos los partidos.
Los votantes más partidarios de que la independencia pueda ponerse en marcha con una exclusiva mayoría absoluta en escaños son los de la CUP (47%) y los de CiU (36%). Pero incluso entre estos grupos son más numerosos quienes exigen una sólida mayoría de votos para iniciar la senda independentista. El 36% de los votantes de CiU defiende la mayoría reforzada (y otro 15%, la mitad más uno de los votos emitidos), y el 43% de los electores de la CUP demanda también una mayoría reforzada (y otro 10% ve necesario más de la mitad de los sufragios en unas elecciones autonómicas).
De hecho, incluso entre los votantes de ERC son mayoría (40%) quienes prefieren la mayoría reforzada (frente a un 20% que cree suficiente el respaldo de 68 diputados aunque no representen a la mitad más uno de los votos populares). El requisito de la mayoría reforzada encuentra los apoyos más numerosos entre los votantes socialistas (45%) y de ICV (61%).
En realidad, los detalles son tan importantes que incluso en el caso de que hubiese una mayoría parlamentaria amplia en favor de la independencia, más del 61% de los consultados cree imprescindible que finalmente se convocase un referéndum específico para decidir sobre este tema. Sólo un 29% piensa que bastaría con una mayoría en la Cámara catalana para declarar la independencia de España. Y la exigencia de un referéndum de ratificación la suscriben incluso el 45% y el 48%, respectivamente, de los votantes de CiU y Esquerra.
La otra gran novedad de la encuesta de Feedback es que, por primera vez desde septiembre del 2012, el no a la independencia se impondría en un eventual referéndum sobre el encaje de Catalunya en España. Casi el 48% de los consultados (en torno a dos millones de electores con una participación superior al 76%) se inclinaría por el no a la secesión, mientras que casi el 44% (algo más de 1.814.000, una cifra cercana a la del proceso participativo del 9-N) apostaría por el sí. Los indecisos y el voto en blanco supondrían más del 8% y casi 350.000 electores. Paradójicamente, el avance del no se ha acelerado desde el 9 de noviembre.
En cambio, lo que sí mantiene un respaldo amplísimo entre la ciudadanía catalana es la celebración de un referéndum para decidir sobre la independencia. Es verdad que el apoyo se ha reducido en casi cinco puntos, pero se mantiene en torno al 80%. Únicamente entre los votantes del PP y Ciudadanos son mayoría quienes se oponen a la celebración de esa consulta, aunque un tercio de los electores populares y casi un 43% de los de C’s la respaldan. Incluso un 72% de los votantes del PSC apoyan su convocatoria.
En consonancia con este deslizamiento de la opinión pública catalana, la “hoja de ruta” pactada entre Artur Mas, Oriol Junqueras y las entidades soberanistas para llegar a la independencia de Catalunya en 18 meses suscita más rechazo que respaldo. Concretamente, un 40% de los consultados apoya el contenido del acuerdo, frente a más del 49% que se muestra en contra. Lo paradójico es que el rechazo a la hoja de ruta alcanza a más de una cuarta parte de los votantes de CiU y a uno de cada seis electores de Esquerra. Incluso un 40% de los electores de otra formación soberanista como la CUP rechazan la hoja de ruta independentista, mientras que el repudio roza ya el 60% entre los seguidores de ICV y supera el 80% entre los votantes socialistas.
Finalmente, y en lo relativo a las posibles salidas al contencioso entre Catalunya y el resto de España, el sondeo pregunta a la ciudadanía si las nuevas formaciones políticas emergentes como Podemos o C’s podrían facilitar una solución negociada al conflicto. Y la respuesta mayoritaria, en línea con el escepticismo y la polarización que parecen extenderse en la sociedad catalana ante la disputa territorial, es que ni Podemos “modificará nada substancial” (y así lo cree más del 80% de los consultados) ni Ciudadanos cambiará la política del actual Gobierno del PP (algo en lo que coincide el 70%).
http://www.lavanguardia.com/mobi/po...ncuesta-feedback-independencia-catalunya.html