Eso del grupo Wagner me ha sonado a la famosa agencia Pinkerton del siglo XIX en USA, pero trasladado al entorno global actual.
Sí, pero vamos que aquí es un servicio de mercenarios hijos de puta que están al servicio de los peores sátrapas.
Eso del grupo Wagner me ha sonado a la famosa agencia Pinkerton del siglo XIX en USA, pero trasladado al entorno global actual.
La frase no es mía; es de Dostoyevski."La realidad es infinitamente diversa, escapa a las deducciones ingeniosas del pensamiento abstracto, no soporta la clasificación estrecha y exacta, la realidad tiende al fraccionamiento perpetuo, a la variedad infinita".
uys, qué gonitas palabras. Una frase que pretende darle una pátina intelectual que el pragmático tiberiuz reduciría a nada es lo que parece y no te enrolles. Sin embargo la frase es errónea en sus cimientos. La realidad es una e indivisible. Lo único diverso y no infinitamente, porque nuestro cerebro sigue más cerca del mono que de Dios, véase nuestro comportamiento, el la interpretación de la realidad.
Lo único acertado de tu frase es que la realidad escapa a las deducciones ingeniosas del pensamiento abstracto, que podía simplificarse en el los hechos son tozudos y no mienten. coger distancia displicente ante esta grave agresión , aceptar siquiera cualquier leve gesto ucraniano como justificación de la misma y hacer maniobras contorsionistas para intentar acercar los extremos de ambas actuaciones para que parezcan que unos no son tan buenos y los otros tan malos, me parece un ejercicio malintencionado, nada honorable, deshonesto y hasta miserable de quien lo intente hacer.
Analizaba la frase, no su autor, y más allá de su estilismo, aplicada a este conflicto no tiene ni pies ni cabeza.La frase no es mía; es de Dostoyevski.
Voy a tratar de arreglarlo: Los rusos son los malos y los ucranianos los buenos (y Europa es el mundo de la piruleta). Mejor ésta, ¿no?
Un saludo de este "nada honorable, deshonesto y hasta miserable" forero.
Coño, ¿está la Barceló allí? A ver si con un poco de suerte... Le gusta y se queda.
Periodismo de raza y comprometido, desde Polonia.
El mundo de piruleta está en la atalaya en la que te has subido. En el mundo real el gobierno ruso ha aprobado penas de cárcel para sus ciudadanos de hasta 15 años por publicar información falsa según el criterio gubernamental.La frase no es mía; es de Dostoyevski.
Voy a tratar de arreglarlo: Los rusos son los malos y los ucranianos los buenos (y Europa es el mundo de la piruleta). Mejor ésta, ¿no?
Un saludo de este "nada honorable, deshonesto y hasta miserable" forero.
Pues no me la adjudiques (y no la apliqué al conflicto sino a tu respuesta airada del "metaverso").Analizaba la frase, no su autor, y más allá de su estilismo, aplicada a este conflicto no tiene ni pies ni cabeza.
Yo no justifico ni minimizo nada; ésas son deducciones tuyas.Y sobretodo lamento que seas de los que en su análisis pretenda adjudicar a los ucranianos algún comportamiento que justifique lo que les pasa y que minimice la responsabilidad de los rusos al pensar que pueden tener argumentos que justifiquen sus acciones. Que es lo que he dicho que son quienes piensan así. Ni los ucranianos han hecho nada que les merezca la agresión ni los rusos tienen un solo argumento que les haga ser menos hijos de la grandísima puta.
Los prejucios sí que los carga el diablo; que parece que aquí no se puede decir nada sin que te adjudiquen un bando.Las citas las carga el diablo. Por mi parte no dejan de ser falacias de autoridad si no están acompañadas de pruebas o de pensamiento lógico. Aquí @Seoman ha dado en el clavo. La realidad es una, está ahí, es nuestra interpretación de ésta lo que varía.
¿Qué atalaya? Sólo doy mi opinión y debato. No soy yo el que se permite el lujo de calificar de malintencionadas, poco honorables, deshonestas o miserables las intervenciones de los demás.El mundo de piruleta está en la atalaya en la que te has subido.
¿Me has escuchado defender eso?En el mundo real el gobierno ruso ha aprobado penas de cárcel para sus ciudadanos de hasta 15 años por publicar información falsa según el criterio gubernamental.