Y entonces, ¿Cuál será la siguiente?
La CAM+BBKEn Elche están intentando hacer una cacerolada o algo contra ZP pero la policía los tiene apartados y no les dejan progresar. Solo les ha faltado el hijo deficiente y al abuelo en silla de ruedas.
Nuestro amigo alfista seguro que sabe algo. La CAM?Y entonces, ¿Cuál será la siguiente?
En Elche están intentando hacer una cacerolada o algo contra ZP pero la policía los tiene apartados y no les dejan progresar. Solo les ha faltado el hijo deficiente y al abuelo en silla de ruedas.
Y entonces, ¿Cuál será la siguiente?
Nuestro amigo alfista seguro que sabe algo. La CAM?
No se debe poner nombres concretos, pero si uno analiza los ratings de las cajas, y mira las que actualmente no están en proceso de fusión... como que tiene alguna pista
http://www.afi.es/afi/htms/sasbe/rating/descarga.pdf
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Hombre, muuuuy desfasado por 18 dias.No se debe poner nombres concretos, pero si uno analiza los ratings de las cajas, y mira las que actualmente no están en proceso de fusión... como que tiene alguna pista
http://www.afi.es/afi/htms/sasbe/rating/descarga.pdf
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Ese listado está muuuuuuy desfasado.
Hombre, muuuuy desfasado por 18 dias.No se debe poner nombres concretos, pero si uno analiza los ratings de las cajas, y mira las que actualmente no están en proceso de fusión... como que tiene alguna pista
http://www.afi.es/afi/htms/sasbe/rating/descarga.pdf
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Ese listado está muuuuuuy desfasado.
En casa no tengo la mariposa de bloomberg
El viernes que viene te lo actualizo, entre semana trabajo para mantener a lis vagos y maleantes![]()
Caixa Girona, por ejemplo, no está en ningún proceso de fusión y eso no sólo no indica nada bueno, sino que indica que pueden estar no siendo capaces de tomar las decisiones que deberían tomar.No se debe poner nombres concretos, pero si uno analiza los ratings de las cajas, y mira las que actualmente no están en proceso de fusión... como que tiene alguna pista
Huya el que pueda
GABRIEL ALBIACLunes , 24-05-10
PASARON dos semanas. Entre el 7 y el 10 de mayo, España estuvo en bancarrota. Sin que una oferta del 18 por ciento en el pago de intereses lograse atraer un solo céntimo de crédito internacional a las arcas de un Estado al cual los inversores daban ya por quebrado. Sólo la parcial cesión de soberanía, que el presidente español fue obligado a declarar en público, salvó a nuestra economía de ser abandonada a su propia ruina, la suya, la que a nadie, salvo a sus gobernantes, puede ser achacada. La que, en cualquier caso, vendrá, si Zapatero intenta retomar iniciativa propia en una gestión económica que no sólo nos ha hundido en el cenagal más insondable del último medio siglo; la que también amenaza a la estabilidad monetaria de Europa y, de rebote, a la de Estados Unidos. No hay dinero en Europa, no hay dinero en el mundo, para sacar de la quiebra a una economía de las dimensiones de la española. El de Grecia ha sido un rescate doloroso, extremo. El de España -con una economía cinco veces mayor- es inviable. De producirse la bancarrota, seremos abandonados. Cualquiera que nos agarrase, se iría al fondo. Son los términos del drama. No hay más racionalidad hoy que ajustarnos a ellos.
¿Qué significaría una expulsión fuera del euro? De entrada, que nuestra moneda pasaría a valer lo que nuestra economía vale. Poca cosa. Siendo muy optimistas, una tercera parte de los ahorros de cada uno de nosotros se habría reducido a humo, de la noche a la mañana. De inmediato, estallaría la carga de profundidad que para la estructura financiera española son las Cajas de Ahorros, esos bancos privados de los partidos -de todos-, cuya doble utilidad ha sido, a lo largo de las tres últimas décadas, proveer de fondos a los políticos y gastar pródigamente en cuanta suntuosidad local juzgasen las autoridades autonómicas rentable para pasmar a su clientela votante. El castillo de naipes de las Cajas no ha hecho más que iniciar su vértigo de caída. A «la argentina». Con una peculiaridad, respecto de similares fraudes en países judicialmente más curtidos: Madoff morirá, verosímilmente, en presidio; a los máximos responsables del incalculable agujero de las Cajas, cuyos dos primeros casos ya han saltado, como mucho, y en la hipótesis de extremo rigor judicial, les costará una multa; es probable que ni siquiera eso. Si alguien cree que semejante ausencia de garantía legal en la tutela del dinero de todos los ciudadanos sale gratis, es que ha perdido definitivamente la cabeza.
Se ha jugado con los ahorros de todos. Y se ha mentido de un modo especialmente cruel, puesto que esos ahorros eran cuanto tenía el ciudadano medio. Mintió un presidente que llamó antipatriotas, en 2008, a quienes, al hablar de crisis, se limitaban a constatar los análisis de los economistas más cualificados en todo el mundo. Mintió Zapatero, al jurar que ninguna crisis estaba en perspectiva; que, en menos de seis meses, España alcanzaría el «pleno empleo». Mintió, cuando exhibió la estructura financiera «más sólida del mundo». Mintió, cuando, dos semanas antes de desencadenarse, negó cualquier hipótesis de recesión en España... Mintió e hizo mentir a los suyos. Con la magnificente desvergüenza de esa vicepresidenta que, regiamente envuelta en raso y oro, da nota de la ruina nacional, dos semanas después de haber proclamado el fin de la recesión.
¿Son mala gente? Son profesionales. De la política. Analfabeta gente sin oficio, que vive sólo de cazar votos. Nuestra única esperanza es que la economía española la dirija alguien que sepa, desde Berlín o Washington. Eso o -el que pueda- huir, huir, huir... Dios sabe dónde.
Al borde del desastre: los responsables del 71,5% del gasto se van de rositas - EL DISPARATE ECONÓMICO - Cotizalia.com
@Roberto Centeno - 24/05/2010 06:00h
Después de mentir cien veces y de desdecirse otras cien, el demente de Moncloa, “el político más tonto de Europa”, según el diario alemán de mayor tirada, Zeitung, que nos está llevando a una ruina que durara varias generaciones, ante la presión máxima de Europa, y la exigencia sin precedentes desabrida de Obama (“you must reduce dramatically the déficit, and right now”), no se le ocurrió otra cosa, para ganar tiempo, que aplicar el mayor recorte social desde la guerra civil. Un recorte de una injusticia extrema, donde la parte del Estado se recorta proporcionalmente, la autonómica no se toca, y olvida abordar el verdadero núcleo del problema. A su vez, un Rajoy exultante -“de esta Presidente por mucho que me hagan la pinza el trío Rato, Cascos, Feijoo”– pero que no tiene tampoco ni la menor idea de lo que esta pasando, propone otra serie de recortes, incuestionables todos. El mismo chocolate del loro también. De cortar de raíz el despilfarro autonómico, ni pío.
Cuando sobran 1,5 millones de empleados públicos, cuando la tasa de absentismo supera el 20% (algo para no creérselo, frente al 1% en Alemania), cuando el despilfarro resulta tan gigantesco, tan absurdo y tan insultante que carece de parangón a nivel mundial, cuando la asignación de recursos resulta demencial, deciden bajar el sueldo a todos y no entrar en el problema.
¿Qué decir de los 30.000 coches oficiales, más que en todo EEUU, cuyo PIB es 11 veces mayor que el nuestro, que deberían reducirse en un 90% y que no se van a tocar? 200 coches oficiales, casi todos de alta gama, circulan diariamente por Sevilla, 300 por Barcelona, donde hay 133 conductores fijos en plantilla, y así en todos lados, pero eso no se toca.
¿Y qué decir de los más de 35.000 asesores de confianza, familiares y amigos – solo 1.600 de Gallardón- con un costo de más de 5.000 millones año que no se van a tocar? ¿O los innumerables canales de televisión autonómicos, que nadie ha pedido, y cuyo déficit anual supera ya los 15.000 millones de euros, más que todo el recorte social junto?
¿Y qué de los más de 200.000 funcionarios con un coste de más de 12.000 millones de euros, dedicados a destruir España a tiempo completo, inventando, redactando y controlando reglas de mercado diferente en cada Autonomía, o persiguiendo a quienes rotulan, o se expresan en español, y que tampoco serán tocados?
¿O qué del concierto económico vasco-navarro absolutamente infumable e injusto, que permite que las dos regiones mas ricas del país, paguen 8 veces menos de lo que les correspondería en el régimen general, casi 20.000 millones de euros menos y que no se va a tocar?
Por no hablar de los 700 millones de euros que nos roba la SGAE, de las subvenciones gigantescas a los sindicalistas de pesebre, que son un insulto a los pensionistas y dependientes que se ven recortadas sus prestaciones.
¿O qué del despilfarro masivo del dinero de los catalanes por el tripartito, no el único caso pero tal vez el más llamativo: 36.000 funcionarios fijos adicionales innecesarios, 3.000 millones, informes inútiles para hartar, embajadas para situar a parientes y amigos, viajes fastuosos, etc.?
¿O qué en fin de un Estado estructuralmente inviable conducido por insensatos, aprovechados y cobardes, que nos hundirá los próximos cien años, llevándose por delante el bienestar de varias generaciones, al euro, y Dios sabe cuántas cosas más? La quiebra de España empieza a estar ya descontada en los mercados, todos los grandes tenedores de fondos han liquidado sus posiciones de deuda española. Y los bancos europeos, que ha tirado con pólvora de rey el dinero del BdE, no están liquidando aún, pero ya no compran más. Solo la banca española, también ella al borde de la quiebra, mantiene las compras y esta dando un balón de oxígeno provisional, también con dinero del BdE, a este régimen irresponsable, despilfarrador y corrupto.
Lo que debe hacer Rajoy y no hará
Ha pasado el tiempo de la prédica. Ahora, Don Mariano el tiempo se ha acabado. Por si no se ha dado cuenta España camina directa a la catástrofe, los mercados de deuda están ya prácticamente cerrados para España, y solo es cuestión de semanas, máximo meses, el que todo se venga abajo. El déficit de las AA.PP., con intereses que empiezan a ser ya inasumibles, no se está reduciendo, crece sin parar. Y con un jefe de gobierno enloquecido y unos presidentes autonómicos que viven en otra galaxia, (“Nosotros no tenemos que apretarnos el cinturón, porque hemos hecho los deberes”, dicen en Valencia, la Comunidad más endeudada de España en términos de PIB. “Nosotros casi no tenemos margen”, dicen en Cataluña, la más endeudada en términos absolutos), es a usted, don Mariano, el líder de la oposición, a quien corresponde evitarlo ¿Y cómo hacerlo?, pues solo hay una manera. Convoca usted para la semana que viene en Madrid a todos los líderes económicos y alcaldes del PP, les explica la situación real de las cuentas públicas, y les exige:
a) Reducción de coches oficiales en un 90% con carácter inmediato.
b) Reducción de asesores en un 90% en un periodo de seis meses.
c) Reducción de viajes al 90% con carácter inmediato.
d) Reducción de oficinas al 50%, empezando por las más lujosas, en un periodo de un año.
e) Reducción drástica del absentismo, poniendo en la calle a los infractores. No se pueden mantener cifras del 20%. Es un insulto a la sociedad, y sobre todo, la experiencia, tanto en el sector público como privado, es que a pesar del costo del despido, poner en la calle a estos delincuentes sociales, es lo más barato y sobre todo más eficaz.
f) Adelgazamiento de la Administración, pero empezando con decisiones concretas, no con vaguedades genéricas, reduciendo drásticamente puestos innecesarios. En concreto amortizando las decenas de miles puestos fantasmas creados en los últimos seis años.
g) Cierre o fusión inmediata del 80% de las empresas públicas creadas para ocultar gasto. Etc, etc.
Nada hará, don Mariano. En su hora más amarga, España se encuentra desarbolada, sin principios y sin líderes.
La senda del desastre
Cuando uno analiza los vencimientos y refinanciaciones a que tienen que hacer frente tanto el Estado como el sistema financiero, no hace falta tener muchas luces para darse cuenta de que España está quebrada, y que esa situación, mantenida artificialmente con el dinero del BCE puede saltar por los aires en cualquier momento, como ocurrió el pasado 7 de mayo, donde nadie nos prestaba dinero, ni siquiera ¡al 18%! Y fíjense que no estoy hablando de los grandes despilfarradores, Comunidades y Ayuntamientos, de cuyos montantes, gracias a la permisividad suicida del BdE y del Ministerio de Economía (que ¡firma todas las autorizaciones de endeudamiento y avales de crédito que le ponen delante estos insensatos!) no tenemos ni idea.
Pues bien, mientras Grecia acaba de anunciar una reducción del déficit del 41% en el primer cuatrimestre, España, en el primer trimestre (aún no tenemos las cifras de cuatrimestre) incrementó el déficit de caja del Estado en un 41%, hasta los 15.500 millones de euros. Vamos directos al desastre. En cuanto a deuda, un test interesante: en julio deben colocarse 25.000 millones, y está por ver cómo y a quién. Y para no extenderme más, los bancos y cajas tienen que refinanciar con aval del Estado en su mayoría, porque a ellos ya nadie les presta nada, 85.000 millones de euros este año, 90.000 en 2011 y 100.000 en 2012. Es cuestión de semanas que los mercados, como ocurrió a principios de mayo, acaben dándonos la puntilla.
ÚLTIMA HORA
La CAM salva la presión del Banco de España con una fusión con CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura
Las quiebras de España, algo de historia
Publicado por jalfayate - 17/05/10 a las 09:05:18 am
Artículo extraído de invertia.com y escrito por Ramón García.
¿Puede España entrar en bancarrota? Quizás. De hecho tiene el honor de ser el primer país de la Historia en arruinarse. La última vez que suspendió pagos fue el siglo pasado tras la Guerra Civil y desde finales del siglo XVI no ha podido hacer frente a sus deudas en más de una decena de veces. Felipe II fue el primero en presentar un `concurso de acreedores´ y los últimos volúmenes de deuda y el fuerte desempleo han vuelto a despertar los fantasmas de la quiebra.
Las finanzas españolas siempre se han movido en el terreno de las bancarrotas. La falta de emprendedores ha hecho que la mayor parte de las infraestructuras siempre haya ido al cargo de la Hacienda Pública. Gastos que no siempre se han visto compensados por la parte de los ingresos y que han llevado a una media de casi una quiebra cada 50 años, aunque se han vivido periodos muy tranquilos.
Primero fue el alto coste de las empresas bélicas hispanas, desde Filipinas hasta las Indias. Más tarde, la Guerra de Independencia y la pérdida de las colonias –las gallinas de los huevos de oro y plata-. Luego, las luchas entre conservadores como Cánovas del Castillo y progresistas como Sagasta fueron las que no permitieron el equilibrio de las finanzas. Finalmente, fue la Guerra Civil la que llevó de nuevo la suspensión de pagos a la economía española.
El concepto de deuda, tal y como se entiende hoy en día, lo crea Carlos I de España y V de Alemania. A la muerte de su abuelo Maximiliano I, en 1519, compite con el rey de Francia, Francisco I, por ser elegido Rey de los Romanos. El prestamista de su abuelo, Jakob Fugger (Jacobo Fúcar como se le conocía en España), se compromete a sufragar su elección entre los príncipes germanos con tal de cobrar las deudas pendientes de su abuelo y las nuevas que asumía el joven rey.
Una lucha que termina con Carlos como Emperador del Sacro Imperio Romano pero con una fuerte deuda con Fugger. A su muerte, el banquero amasaba una fortuna de 2,1 millones de florines, unos 125 millones de euros en la actualidad –una cantidad considerable para la época-.
El Emperador tuvo que firmar unos “Asientos” –obligaciones de hoy en día- a Fugger en los que se estipulaba el dinero a devolver y los intereses. Además, se utilizaban las minas de oro, plata y sal y los impuestos que se cobraban en Castilla como avales en caso de no pagarse la deuda. Comenzaba así la historia de la Deuda soberana.
Una deuda que fue creciendo al ritmo que crecía el Imperio Español. Se necesitaba dinero para batallas, para apaciguar revueltas y para seguir conquistando Las Indias. Préstamos que estaban asegurados por el poderío español y que habrían tenido calificación triple A de existir las agencias de calificación. Nadie dudaba del Imperio Español.
Los problemas llegaron con el ascenso al trono del hijo de Carlos I, Felipe II. Mantener un Imperio en el que “nunca se pone el Sol” no es barato. La Corona seguía endeudándose para mantener sus conquistas de ultramar. Finalmente, Felipe II al poco tiempo de comenzar a reinar se vio obligado a declarar la “suspensión de pagos de los asientos”: la primera quiebra de un Estado.
Una ruina que vino provocada por la construcción de un estado y por la hiperinflación. Felipe II articuló un estado cada vez más centralizado que costaba dinero, para ello desarrolló impuestos y una Hacienda. Tasas que no se cobraban ni al clero ni a los nobles, lo que hizo estallar la caja del dinero. Pero además, las cuentas públicas se vieron muy perjudicadas por la fuerte inflación que castigó al grano y a las tierras debido a las ingentes cantidades de oro que llegaban de América. Similar a los problemas que puede provocar darle a la máquina del dinero en la actualidad.
Con ese panorama, Felipe II sólo pudo suspender los pagos y comenzar a reestructurar su deuda. El monarca acordó con algunos prestamistas devolver sólo los intereses y olvidar el principal, con otros alargó el plazo de devolución del préstamo. Condiciones que los banqueros tuvieron que aceptar si querían recuperar algo del dinero prestado y que terminó con los Fugger arruinados, ya que Felipe II llegó a suspender los asientos –bancarrota-hasta tres veces.
Esa dinámica de préstamos e impagos recorrió los siglos XVII y XVIII. En cinco ocasiones, a lo largo de los dos siglos, se suspendieron los asientos o se renegoció la deuda –reestructuración que algunos expertos no descartan que tenga que hacer Grecia, aunque en la actualidad el plan de estabilidad del euro ha ahuyentado esos fantasmas-. Las continuas bancarrotas de España habrían convertido su deuda en bono basura si Moody´s o Fitch la hubieran calificado.
Hizo falta que llegara un francés, Philippe de Bourbon para poner orden a las finanzas españolas. Tras la Guerra de Sucesión, reinó como Felipe V desde 1700 hasta 1746 y articuló un estado moderno con funcionarios. A la vez retomó el comercio con América y elaboró una Hacienda con impuestos para financiar el nuevo estado.
Fernando VI siguió la estela de su padre y hasta Carlos III no se ve una innovación: el Banco de San Carlos. Una entidad encargada de convertir los vales reales y de descontar los efectos al 4%, contratar los suministros militares y pagar la deuda exterior. En un principio se pretendió que el capital privado entrara en el banco, pero los inversores no vieron negocio. La entidad cargada de deudas sobrevivió hasta 1829 cuando fue absorbida por el Banco de San Fernando.
El siguiente problema con la deuda española vino a finales del siglo XVIII. La decisión de Carlos IV de ir a la guerra contra Francia por haber cortado la cabeza a Luis XVI y a María Antonieta supuso la ruina de las finanzas patrias. La emisión desmesurada de vales reales terminó por llevar a la suspensión de pago de los intereses.
Los problemas franceses terminaron en la Guerra de Independencia que supuso una merma considerable del arca pública. Un gasto que ya no veía venir oro desde el otro lado del Atlántico, ya que cada vez eran más los territorios de ultramar que proclamaban su independencia. Un déficit crónico al que tuvo que enfrentarse Fernando VII durante todo su reinado y que fue punto de partida del siglo más difícil para las finanzas españolas: el XIX.
El s.XIX y la falta de una revolución industrial
El siglo XIX dejó patente la falta de iniciativa empresarial que terminó por dejar yermas las arcas del Estado. En un país con continuos golpes de Estado, pronunciamientos militares y demás peleas (absolutistas contra liberales, isabelinos contra republicanos,…), se hacía necesaria una revolución industrial que no se produjo y que sufragó el Estado.
El ferrocarril dinamitó las finanzas españolas y obligó a Isabel II a hacer más atractiva la deuda subiendo su rentabilidad, ya que los banqueros desconfiaban de los españoles. Un déficit que terminó en convertirse en impagos a las empresas que habían construido el ferrocarril y a los bancos que lo habían financiado. Una situación que provocó una quiebra en cadena que terminó con casi la mitad de las entidades financieras que había en el país. Tal fue el descontento de la sociedad que la Primera República se recibió con júbilo.
La primera parte del siglo XX fue tranquila hasta la llegada de la Guerra Civil. Ésa fue la última vez, hasta el momento, que España entró en default. Una deuda que se quedaron sin cobrar los prestamistas del bando perdedor, el Gobierno Republicano, ya que el general Franco sí reconoció su deuda. Según estimaciones, el Generalísimo debía 14.000 millones de pesetas al terminar la Guerra Civil. Los programas de Posguerra y la tecnocratización de la Dictadura terminaron poco a poco con los déficits. La posterior apertura al turismo terminó por llevar el superávit y las divisas extranjeras a las cuentas de España .
Sólo Grecia y sus problemas con la deuda han hecho despertar los fantasmas de la quiebra en España. Temores que parecen alejarse tras el plan de defensa del euro y el recorte del gasto propuesto por el presidente de Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero si alguien tiene algo que decir en esto de la deuda es España, el primer país en crear bonos y el primero en entrar en bancarrota.
Uiiiiii por los pelos
Que pase el siguiente con números de ser intervenida: ¿Caja Granada? tic tac tic tacÚLTIMA HORA
La CAM salva la presión del Banco de España con una fusión con CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura
Uiiiiii por los pelos
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La CAM salva la presión del Banco de España con una fusión con CajAstur, Caja Cantabria y Caja Extremadura
Creo que esta está saneada no? hasta dónde me han contado..