Cuando el estado falla
Sábado, 7 de Julio de 2012
La polvoreda que ha levantado el posible establecimiento del complejo de macro casinos Eurovegas en el territorio nacional ha sido monumental. Desde la eterna pelea Madrid-Barcelona pasando por legislación a medida en el campo impositivo, de los usos del suelo, de que si fumar o no con el solo fin de conseguir la inversión. Las Vegas se muere víctima de la madre de las burbuja inmobiliarias y de la escasez de agua, el río Colorado que abastece a la megacuidad en medio del desierto cada vez tiene y tendrá menos agua. Los propietarios quisieron marchar a Hong-Kong donde han caido en manos de las triadas Chinas y ahora toca buscar como sobrevivir, al parecer cada quien en estos días sufre su particular crisis.
Solamente en los medios alternativos de Internet las personas han expresado una preocupación que flota en el aire: esta inversión con toda probabilidad aumentará la criminalidad. Razón no les falta y no es más que otro síntoma del progresivo debilitamiento del estado quien hoy se doblega ante multinacionales, grupos de presión de todo tipo, bancos, inversores financieros y por que no: ante la mafia de la Vegas mientras abandona sus funciones primordiales de educar, atender a los enfermos, apagar los incendios, promover un crecimiento económico sano e impartir justicia. Pero el problema no es Eurovegas, el problema es que cuando el estado se debilita y las personas se ven abocadas al precipicio y al caos buscan la salvación donde sea, de algo hay que vivir y alguien tiene que poner orden. Muchas veces el crimén organizado puede suplir esta función.
Llama muchísimo la atención y es ignorado constantemente en los medios de comunicación oficiales el fenómeno visto en muchos lugares del mundo donde ante la caida del estado como ente organizador de la sociedad son las mafias y el crimen organizado quienes toman su lugar. Rusia, Colombia, Venezuela, México el sur de Italia y buena parte de los paises excomunistas todos absolutamente todos han sufrido este fenómeno. No esperemos que vaya a ser diferente — solo habría que ver en que intensidad — en paises como Grecia, Irlanda, España y Portugal a medida que vayan siendo expulsados de los circuitos económicos principales que gobiernan a este planeta y sus estados se vean progresivamente ahogados e impedidos de responder a lo que sus ciudadanos aspiran que no es mas que tener un trabajo, unos ingresos y que exista cierto orden. No es casual que la zona cero de la pavorosa crisis económica que azota a España, es decir la costa levantina, sea un importante foco del crimen organizado en este país.
Las personas aceptan vivir bajo las leyes y el sistema impuesto por el estado porque les beneficia, el estado monopoliza la fuerza y se compromete a impartir justicia y a velar por el bienestar de la población. Cando esto deja de ser así y aunque el estado siga detentando la legalidad, pierde legitimidad. Todas las instituciones que lo componen comienzan a ser percibidas como algo a evitar y ante el panorama de que cada quien tendrá que buscarse la vida como sea la sociedad tiende a disgregarse a su alrededor.
El primer síntoma es la evasión fiscal generalizada y el trabajo sumergido. Es verdad que existe un componente cultural de picardía y ser el “mas lijto” que alimenta la evasión fiscal, sobre todo en nuestro país desde los tiempos del Lazarillo de Tormes. Pero también es verdad que mientras el estado sea percibido más y más como un gestor corrupto, a medida que se perciba que los impuestos recaudados solo son utilizados para financiar inmensas redes clientelares partidistas, mientras la población vea como son recortados los servicios sociales por los que paga para que los partidos políticos puedan serguir financiando estas redes caiga quien caiga y a medida que ante el desespero por obtener recaudación, el estado decrete anmistias fiscales transmitiendo el mensaje de que finalmente los defraudadores tenian razón; no hará mas que aumentar los incentivos para dicha evasión.
En la medida en que la economía vaya yendo a peor, en la medida en que los márgenes se reduzcan y las condiciones de operar un negocio sean más dificiles la economía sumergida irá en aumento. Gran cantidad de actividades pasarán a no ser sostenibles si tienen que cumplir con toda la legalidad vigente. Gran cantidad de negocios solo podrán dedicarse a sobrevivir día a día evitando pagar IVAs, licencias, impuestos, seguridades sociales, agencias protección de datos, ISO-9000, 14000 y las que se tercien, permisos sanitarios, cursos y homologaciones de esto y aquello, riesgos laborales, registro de residuos y toda la parafernalia legal que el estado exige para operar un negocio. Estos esquemas son aplicables a economías boyantes con grandes empresas industriales que facturen miles de millones de Euros al año y empleen millones de personas, no para negocios la mayoría unipersonales donde de lo que se trata es de sobrevivivr.
Todo esto transmite un solo mensaje: mientras mas lejos se esté del estado mejor y este es el camino que progresivamente lleva a la criminalización. A la final el estado es el producto de la decisión consciente o no de los ciudadanos de cederle el monopolio de la fuerza a cambio de un marco estable donde poder ganarse la vida y vivr en relativa paz. El primer sistema que sostiene la legitimidad del estado es la justicia y es gravísimo cuando esta se comienza a percibir como algo que no imparte justicia alguna. ¿ Que es preferible ?: un sistema de justicia que que favorece solo a los poderosos, que es injusto, inaccesible, caro, que castiga de forma desproporcionada crímenes leves y perdona los grandes por razones “técnicas”. O la justicia expeditiva, simple y a veces injusta del capo de la mafia. Por lo menos las personas que trabajan para el capo tienen la oprtunidad de ser escuchadas y el capo tiene un interés personal de ser percibido como una persona mas o menos justa ya que en eso le va la supervivencia de su organización. Cuando el estado falla lo primero que falla es la justicia y como no se puede vivir sin algún mecanismo — el que sea — de resolución de conflictos, ante un sistema de justicia que no funciona la justicia del capo comienza a verse como algo no tan malo.
Otro efecto importante que conduce a la sociedad a la criminalización es el paro. Los ciudadanos aceptan vivir bajo las leyes del estado y de sus élites a cambio de paz y pan. Cuando falta el pan entonces ese contrato deja de ser atractivo por lo que habrá que buscar otro y si el capo es el que da trabajo pues habrá que trabajar para él y obedecer sus reglas. Tan simple como eso.
Por otra parte cuando la cobertura legal del estado corrupto se cae generalmente debido a inviabilidad politica que se manifiesta como inviabilidad económica y por lo tanto conduce a la quiebra, cuando toda la cobertura institucional de congresos de diputados, partidos políticos, altos tribunales, bancos centrales y demás organizaciones estatales caen, dejan al descubierto a quienes de verdad se encuentran gobernando: auénticas mafias que harán lo que sea, incluso cosas no muy legales, con tal de mantener sus privilegios. El caso paradigmático es Rusia que ante la caida del estado y la desaparición de toda la cobertura comunista-patriotica deja al descubierto lo que en realidad había detrás: una mafias. Estudiando otros regimenes colapsados se observa siempre el mismo fenómeno que ante la caida del decorado deja expuestos a los mafiosos que operaban entre bastidores. Un poco lo mismo sucede a nivel mundial donde ante la megaestafa financiera absolutamente nadie ha sido procesado ni investigado, en su lugar el estado se dedica con dinero de los contribuyentes a rescatar al Titanic mientras este apaciblemente se hunde. Todo esto transmite un terrible mensaje a la población, la cual comienza a entender que trabajar en la legalidad o trabajar para el mafioso no es muy diferente sobre todo cuando se trata de sobrevivir. En España es de órdago el ver como ante la crisis económica provocada por el sistema político los partidos pretenden sobrevivir como sea y al coste que sea, utilizando todos los recursos del estado como si fuesen suyos. La población ya les percibe claramente como mafias.
Un treinta por ciento de paro, un estado desbordado y con una voracidad fiscal propia del medioevo con el único fin de permitir que un sistema clientelar insostenible sobreviva, unos servicios públicos con unas prestaciones franco retroceso cosa que no sucede con las cotizaciones, una justicia injusta donde solo los inocentes son condenados, varios millones de hogares donde no se ingresa ni un duro, una sociedad donde las peleas de noche en los contenedores de basura del Mercadona comienzan a ser habituales, comedores de agencias de caridad desbordados, familias enteras comiendo en el IKEA todos los días porque es el único sitio donde se come por un Euro por cabeza, recortes, recortes y más recortes mientras cientos de miles de millones son utilizados para salvar a la gente de dinero solo transmiten un mensaje: el estado les ha abandonado y al final del camino les esperan otras personas y otras organizaciones no muy legales que les permitiran medio continuar con sus vidas por los medios que sean. ¿ Y porque no ?: solo hay que ver a donde les ha conducido la legalidad vigente, por lo menos bajo el ferreo mando del capo algo ingresaran y a alguien podrán quejarse cuando sientan que son tratados injustamente.
Por el camino que llevamos con toda seguridad dentro de veinte años Eurovegas será uno de los negocios mas respetables que exista en este país. Tambén habrán otros miles de Eurovegas pero estos no serán tan legales ni pacíficos. Existen otras posibilidades como el surgimiento del lider desquiciado que canalice la rabia de la población y acceda al poder con la unica promesa de vengarse de las élites que han causado el desastre, como en Venezuela, que no resuelve nada pero las personas cuando claman venganza y sobre todo si son pobres e ignorantes no son muy racionales y el espectáculo de Chavez vengandose de los oligarcas entretiene. En España todavía no se ha alcanzado el nivel de pobreza e ignorancia que se logró alcanzar bajo el mando de las antiguas élites venezolanas, por lo que el escenario es poco probable. También existe la posibilidad de descender al caos como en los estados fallidos de África cosa que nuestros dos mil años de cultura evitaran: antes trabajaremos para el mafioso. Lo que si parece ser cierto es que no existirá una revuelta organizada y articulada en una plataforma política que busque un cambio, tal como el cambiar la constitución y eliminar el actual e infame sistema de partidos y que exista una verdadera separación de poderes. Esto se encuentra fuera de nuestras posibilidades intelectuales, somos personas mas dadas a las relaciones cercanas y la figura del mafioso paternalista se adapta mejor a la cultura imperante.
España se criminalizará, es que no le están dejando otra salida.
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