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del "de siempre" :
este viene con acertijo: leerlo , decir una fecha y leer el link que verifica la fecha;
http://www.cotizalia.com/cache/2008/10/ ... tirla.html
del "de siempre" :
Planes y Medidas
ARCHIVOSantiago Niño Becerra - Miércoles, 15 de Octubre de 2008
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¿Saben a lo que equivalen los 5 billones (más o menos) que diferentes Estados han inyectado al Sistema Financiero (en singular y con mayúsculas)?, pues a un chute de anfetaminas.
Posiblemente sea de los poquitos que ahora lo están diciendo así: si lo que buscan es evitar la crisis, la que vendrá en el 2010, no lo van a conseguir: “Las medidas son imprescindibles para solventar la grave situación de nuestras economías”, lo dijo el pasado Lunes el Presidente del Gobierno del reino (El País 14.10.2008, Pág. 13): se equivoca, él y quienes así piensan y eso dicen.
5 billones contra, ¿qué parte de los 65 que suman los derivados que están dando vueltas por el mundo?, ¿qué parte de los 350 que suman los activos financieros acuñados en el planeta?. Las medidas: no van a funcionar, pero, a corto plazo, van a animar, van a reavivar, van a hacer creer, van a ilusionar, unos meses, seis, siete a lo sumo, y con algún bache; después ….
Coste: será nulo, dicen: cuando las cosas vuelvan a ir bien, se vendrán esos títulos, esa deuda comprada, esas acciones adquiridas, ¡incluso puede hacerse negocio!. ¡Por favor!, ¿pero es que realmente alguien piensa que las cosas van a volver a ser como eran?, ¿pero es que alguien cree que va a volver la época del dinero fácil y del crédito barato?. La ciudadanía: nos vamos a tener que comer con patatas esos bonos: dentro de dos años no van a valer ni la energía que su apunte consume en la pantalla de un ordenador.
Y las garantías, los avales: ‘Uds. emitan, el Estado garantiza y, en su caso avala’. De todo, eso es lo que me parece más alucinante, ¿por qué?, pues porque es la crónica de un impago anunciado: no se va a pagar, y la ciudadanía va a tener que responder: es el default de quienes aseguran defaults, trasladado el pueblo. Claro, claro: no es eso: ¿cómo cojones va a poder responder la ciudadanía si muchos de sus miembros, y el Estado, estarán en default?. Pero se habrán ganado unos meses.
Sin embargo, lo más curioso de todo es que, lo más obvio de todo, no se ha hecho: que los interfectos enseñaran sus cartas. Vamos a ver, si alguien pide un crédito, ¿qué le exigen?, pues que haga una relación de sus bienes y de sus deudas, ¿no?. Aquí se va a comprar porquería con dinero de toda la ciudadanía, se va a avalar con fondos de la ciudadanía, se va a intervenir en el capital de entidades financieras con problemas con pasta de la ciudadanía sin tener ni voto ni veto en las decisiones, se va a hacer todo eso sin que quienes van a recibir esa morterada digan la cantidad de mierda que tienen en sus casas. ¡ALUCINANTE!.
Pero hay algo, aún, más alucinante: ¡nadie se lo ha exigido ni ha exigido a los Gobiernos que lo exijan!. Aquí, el principal partido de la oposición atina en parte: “(Estas medidas) son buenas para los bancos (pero) insuficientes para solucionar los problemas de los españoles, sus familias y las pymes”. (Misma fuente). Atina en parte: no es que sean insuficientes, son inútiles: Nissan, ¿dejará de despedir a los obreros que dice que va a despedir?; pero ese partido en el Gobierno, hubiese hecho lo mismo: ¿hubiera podido hacer otra cosa?, ¿era posible hacer otra cosa?.
La razón por la que no se ha exigido que toda la mierda salga a la luz pone en evidencia el objetivo de los Planes, de las Medidas: aguantar. Verán como se comprará de todo: de-to-do, y en todas partes. Verán como se avala todo lo que haga falta, con patadón y hacia adelante: aquí: los avales de los prestamos interbancarios ascenderán a 100 miles de millones, ¿qué suma han de devolver las entidades financieras españolas hasta final de año?, pues, más o menos, la mitad de esa cantidad; pura casualidad, claro. Verán como se compran las participaciones en el capital que sean necesarias: aquí también.
Porque, piénsenlo: en el fondo, fondo, ¿qué es lo que se va a hacer?, pues suministrar un calmante a alguien que se halla en estado terminal. Es eso que hacen en los hospitales: ‘cuidados paliativos’: ayudar a bien morir. Lo malo es que estamos desperdiciando un tiempo precioso que deberíamos utilizar para prepararnos, para construir elementos que mitigaran lo que va a llegar; sin embargo ese tiempo se está utilizando para rehacer un trampantojo que ya no da el pego.
En fin, nos ha tocado esto.
(El Estado alemán dice que está pensando en limitar los ingresos anuales de los miembros de las directivas de las entidades que reciban ‘ayudas’ a 500.000 euros, cantidad que, más o menos equivale a 20 veces el PIB per cápita de la UE. ¿Por qué les castigan?, si hicieron algo punible, ¿por qué no fueron en su día perseguidos por la ley?. (Por cierto, ¿cómo se habrá llegado a esa cifra?). (Entre nosotros: no se impondrá esa limitación: ya lo verán). ¡Lo que hay que llegar a hacer de cara a la galería!).
este viene con acertijo: leerlo , decir una fecha y leer el link que verifica la fecha;
El Mercado que no conoce su Historia está condenado a repetirla
@S. McCoy - 15/10/2008
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En mi nuevo papel de netócrata, como así me ha bautizado Pisitófilos (del que, por cierto, espero anhelante un comentario relativo a la vigorosa defensa del modelo bancario de las Cajas de Ahorro llevado a cabo por Jordi Sevilla este fin de semana en El Mundo, que de alguna presidencia hay que vivir en el futuro), he realizado un recorrido por los principales agregadores de la web en la búsqueda de chicha fresca que traer ante todos ustedes tras las medidas de urgencia adoptadas por los distintos gobiernos y bancos centrales. En general les diré que, si el sentimiento predominante anterior al fin de semana era que Wall Street podía acabar con Main Street, ahora ocurre justo lo contrario: va a ser la economía real la que impida el despegue de la economía financiera, pese al brutal rebote de las bolsas. Respecto a este último me ha parecido especialmente interesante el Short View de John Auters en el Financial Times de ayer, que ponía en consonancia el comportamiento del mercado de acciones en estos dos últimos días con lo que aconteció en 1929 y 1987, un análisis que detalla mejor este post, y recordaba que, para que se produzca un cambio de tendencia, que identifica con la ruptura de la media móvil de 50 sesiones, el S&P tendría que subir… un 20% más desde el cierre del lunes, que no está mal. Una cautela que choca con el atrevimiento de aquellos, piezas centrales tanto del WSJ como del NYT, que afirman que estamos ante una oportunidad histórica de compra, si es que esta situación es equiparable a experiencias anteriores de mercado, cosa que personalmente dudo dado el carácter endogámico de la crisis actual. En mi caso prefiero no acertar con el suelo, la verdad.
Yendo a lo que nos ocupa, Nouriel Roubini, cuyas tesis fueron recogidas por este Valor Añadido el pasado sábado, ha visto la ocasión perfecta para no dejar de "hablar de su libro" y aparece hasta en la sopa. No es de extrañar cuando un Premio Nóbel como Gary Becker lo utiliza de referencia en su propio blog en un artículo, por cierto, extraordinario que equipara la falta de prevención de las autoridades monetarias con la sorpresa con la que vivieron los mandos americanos el ataque japonés a Pearl Harbour. Roubini se manifiesta bien de forma directa, como en esta entrevista concedida a Bloomberg donde lleva su previsión de paro al 9% (un 50% por encima de los niveles actuales), anticipa un 15% adicional de caída del precio de la vivienda en Estados Unidos, lastre para la recuperación, y advierte de que el importe comprometido para la recapitalización bancaria se queda un 50% corto, como de manera inmediata a través de su propio blog en el que reclama medidas de corte esencialmente keynesiano como la expansión del gasto público, algo en lo que se muestra de acuerdo el ex Secretario del Tesoro estadounidense Larry Summers, y otras más populistas como la condonación parcial de la deuda de los hipotecados como forma de reactivar la demanda interna. Es lo que, a su juicio, marcará la diferencia entre una recuperación económica en forma de U, con una duración entre 18 y 24 meses, o una década de penurias a la japonesa. Por cierto, ahora que han circulado comparativas a diestro y siniestro acerca del parecido entre el comportamiento bursátil actual y el de 1929, no dejen de mirar este gráfico que hace la analogía del S&P con el Nikkei. Está bien mirar al pasado pero, ¿no será más conveniente echar un vistazo al potencial futuro? Ups.
Es precisamente en el consumo donde la mayoría de los articulistas sitúan el riesgo principal a día de hoy ante la duda de si el salvamento bancario, y las naves que con él se queman, no será pan para hoy y hambre para mañana dado el debilitamiento acelerado de la economía. El mercado sigue muy pendiente del crédito al consumo, cuyos diferenciales siguen muy tensionados, y más después del impacto de los impagados sobre los resultados trimestrales de General Electric dados a conocer la semana pasada. De hecho, la vida frugal, como proposición hasta hace poco a contra corriente, comienza a encontrar adeptos por centenares como recoge este interesante reportaje que es tema de portada en Business Week. Hay que hacer de la necesidad virtud, ¿no? En cualquier caso son muchas y muy variadas las voces que invitan a la prudencia ante lo que consideran el peor entorno económico en 50 años. Entre ellos George Magnus, de UBS, que identifica cuatro fuentes de peligro vigentes al final de su interesante pieza, también del Financial Times, espejo en el que mirarse, entre los que destaca, como novedad, el miedo al colapso de alguna economía emergente. Islandia, de momento, ayer vio como se esfumaba, de una tacada y al más puro estilo Fortis, cerca del 80% de su capitalización bursátil.
Dejo para el final el enlace que da título a la pieza de hoy. Adjunto una traducción propia, como siempre libre. Tiene un pequeño truco que no tardarán en adivinar. Les invito a que compartan conmigo un pequeño juego. Lean este resumen y pongan en el foro, antes de entrar en el original, el mes y año en que creen que fue escrito. Si quieren, claro está. Luego, abrimos la discusión. Es una colaboración del New York Times elaborada por un gestor/consultor financiero estadounidense. El link al final.
Negro futuro para Wall Street.
La caida de Lehman Bros. ha sido definida como el final de una era y, de hecho, en gran medida, lo es. Pero supone también el comienzo de una nueva época más oscura en la que Wall Street y la nación pagarán un elevado precio debido a los excesos de la última década.
El colapso del banco de inversión refleja un problema mucho más profundo: el abuso del sistema americano de crédito cuyas consecuencias ahora todos padecemos. Cientos de bancos cerrarán sus puertas y el coste para los contribuyentes se medirá en cientos de miles de millones de dólares. Otros muchos se han visto debilitados por la baja calidad de sus préstamos e inversiones. Pese a los siete últimos años de bonanza económica, el nivel crediticio de la América Corporativa está a niveles de la Gran Depresión.
(... respecto al origen) El sistema crediticio se vio arrastrado por el deseo de la administración de desregularlo. Un proceso que no vino acompañado ni del establecimiento, en paralelo, de nuevas garantías ni de la mejora de los niveles de supervisión o el endurecimiento de las reglas que han de regir, como norma general, la conducta financiera. El resultado ha sido que, de Main Street a Wall Street, los excesos se han multiplicado a través del empleo de una novedosas técnicas financieras y libérrimos estándares de crédito que era impensables hace apenas veinte años.
Durante todo este tiempo, prácticamente ninguno de los supervisores encargados de hacerlo se ha parado a pensar en las implicaciones de este proceso para el conjunto del sistema financiero. Las fuerzas del mercado actuarán por sí solas era su retórica fácil. Pero no se puede dejar la disciplina de las entidades financieras en manos del mercado. Es inaceptable, con carácter general. Supone poner a su alcance un arma demasiado peligrosa dado su bajo nivel de capitalización y el elevado grado de interconexión de las entidades. Y no hay que olvidar su responsabilidad pública que se deriva del carácter de custodio que tienen sobre nuestros ahorros e inversiones temporales. No es admisible delegar alegremente en el mercado el riesgo de quiebras potenciales, de entidades y de sus clientes, que ahora nos amenaza.
(...) Los agujeros regulatorios no pasaron desapercibidos en Wall Street . Los bancos de inversión se apresuraron a incrementar su apalancamiento financiero mediante la creación de sociedades independientes a tal fin. Y buscaron, mediante legales procesos de innovación financiera, los recovecos de la norma para esconder al escrutinio público sus activos brutos y sus estructuras de financiación.
El final de Lehman no significa la conclusión inmediata de las imprudencias acumuladas a lo largo de la última década. La desaceleración económica y su impacto sobre las empresas traerán consigo quiebras que aún están escondidas en la fábrica financiera. Para muchas entidades, su franquicia morirá definitivamente. El papel de Wall Street como asesor y banquero de inversión desaparecerá rápidamente. Su papel estaba basado en la confianza que en ellas depositaban sus clientes. Esa confianza ha desaparecido, consecuencia del conflicto de intereses (esto está adaptado) que ha provocado su conversión de intermediario a originador.
Se requiere reforzar las bases de capital de la banca, centralizar y reforzar el papel de los supervisores y establecer estándares adecuados para medir de forma objetiva la capacidad de sus directivos. Un nuevo entorno regulatorio que tendrá un campo de actuación más limitado, ante el inevitable proceso de concentración del sector (...) donde destacárán las fusiones con bancos comerciales como la mejor y probablemente única salida para acometer los problemas de Wall Street. Esperen intrusión gubernamental, menos innovación y una asignación más ineficiente de su capital.
Ahora, lo prometido. El enlace a la pieza original. http://www.nytimes.com/2008/10/12/opini ... ref=slogin ¿Sorprendidos? Bueno, al menos espero que lo hayan disfrutado. Sólo cabe concluir con ese adalid de la Seguridad Vial que es Paco Costas: "el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra" o el Mercado que no conoce su Historia está condenado a repetirla. Pues eso.
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