También es cierto que se ha ido preparando la opinión pública para la petición de disculpa, con filtraciones de personas cercanas al rey que admitían el error.
Prestemos atención, sin embargo, a las cinco claves de la breve declaración del rey:
1- El rey se ha mostrado muy frágil, andando con muletas, con movimientos muy lentos –exagerados o no– que transmiten sensación de debilidad para que la sentencia pública de "culpable" se vea atenuada.
2. La pregunta preparada –"Cómo se encuentra?"– para favorecer el que sería un "mensaje sandwich": un primer mensaje positivo –"Mucho mejor... agradezco mucho al equipo médico y a la clínica como me han tratado"–; otro negativo, de asunción del error, en medio –"Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a pasar"–, y otro mensaje positivo para acabar –"Gracias por vuestro interés todos estos días y por haber sido aquí tanto tiempo"–. Con esta fórmula busca el control de daños y diluye el mensaje negativo con dos positivos.
3. En cuanto al lenguaje corporal, al pedir disculpas mira al suelo, como muestra de humildad y búsqueda de refugio. Rehuye el contacto visual, muestra arrepentimiento y mantiene una mirada pretendidamente cándida, con ojos vidriosos, para reforzar la imagen de inocencia.
4. Es una intervención controlada del primero al último segundo, estudiada hasta el último detalle y con margen cero para la improvisación.
5. Ha recibido una sola pregunta, y la respuesta ha durado 21 segundos –el tiempo justo para un corte televisado–. Brevedad calculada para no dar más espacio.