Es evidente que la pobre chica tiene problemas de memoria, combinado con el hecho de que tiene una necesidad irreprimible de firmar contratos de alquiler de vivienda porque así quiere empatizar con la masa social de "jóvenes" que encuentran graves problemas a la hora de poder arrendar un inmueble.
Es evidente que necesita empatizar tanto con la figura del casero como la del inquilino.
Lo hace por caridad social, como es lógico en una persona de su posición.