El rey siempre ha utilizado la casa de la finca La Angorrilla -situada en el monte de El Pardo-, también cuando el morador era el guarda forestal del vastísimo espacio natural (16.000 hectáreas), aunque lo hacía de forma puntual y especialmente, en verano. La casa, sin embargo, aunque se había sometido a alguna reforma, no estaba en condiciones de ser la vivienda habitual del monarca. Por ello, a partir de 2006, cuando el rey decidió independizarse de La Zarzuela, su familia y sus trabajadores -y cuando su "entrañable amistad" con la alemana empezaba a consolidarse- se inició una rehabilitación casi integral de la vivienda -incluyendo una piscina cercana- y el monarca pasó a habitarla con regularidad. Allí, con el rey de anfitrión, se alojó Zu Sayn-Wittgenstein cuando viajó a Madrid, al menos durante cuatro años seguidos y alguna escapada puntual más. Pero por allí también han pasado otros invitados, amigos o gente de la máxima confianza del monarca; asimismo, Juan Carlos de Borbón ha celebrado en su casa de La Angorrilla reuniones de ocio o, incluso, algún despacho de trabajo de carácter más confidencial al que no deseaba dar mucha o ninguna trascendencia, aseguran en su entorno. Consultada por esta información ayer, La Zarzuela declinó hacer comentarios.