LA PASAJERA
Seré sincero y seré serio por una vez, dos cualidades de las que una carezco, porque la ocasión lo merece. Ayer fue un gran día incluso lloviendo. Nos conocimos foreros que llevamos años viéndonos, y queriéndonos en silencio en algunos casos, y asistimos al estreno de la ópera prima de uno de ellos, el feo, fuerte e informal magnolia, un Raúl cerezo, pletórico, entusiasmado, ilusionado y desbordado forero del que hay que sentirse orgulloso de que comparta el mismo espacio que nosotros. Igual que tobe hooper, Fernando, otro tic hecho de la misma pasta que Raúl, más guapo, e igual de buen profesional, visto lo visto. De harmónica me gustaría decir lo mismo, pero es un mamón. Nos dejó tirados en la comida, igual que los otros dos, pero no tenía excusa, que los otros sí tenían, barata, eso sí, y cuando nos vio, además, no se quitó la mascarilla. No se quitó la mascarilla, el tío. No le pudimos ver la cara. No sabemos si es feo o guapo, si lo hizo por timidez o porque le dimos asco o es que se está arreglando la piñata y le faltan las palas. Pero en cualquier caso también le di un abrazo y como todos ayer estuvo encantador. Lo que es.
La película. No soy del género. No me gusta el miedo ni los sustos ni el gore aunque por mi libro no lo parezca. Visualmente me desagrada y huyo de ver películas de esas. No me interesan. No me aportan nada porque lo habitual es que vista una vistas todas. Hay tan pocas que aporten cosas diferentes, ni que sea una mirada, un gesto, una puesta en escena, una mísera idea. Los primeros minutos de la película los pasé con miedo. Miedo a que un amigo hubiera metido la pata, desperdiciado una oportunidad, hubiera hecho el ridículo, lo hubiera hecho mal. Sufría por dentro. Ya ves. Ignorante de mi. Pensando que podía caer en tópicos y que se les hubiera ido de las manos y ahí estaban pasando los minutos y todo controlado. Diálogos chocantes por atrevidos, mi aplauso, encuadres desconcertantes por inusuales en el género, y acertados por la calidad que le aportan al lenguaje cinematográfico, unos primeros planos maravillosos, una fotografía impecable, una luz perfecta en la que incluso de noche se veía todo el detalle, un actor principal de mucho nivel, efectos físicos ochenteros de los de antes, gracias señor, y una música de banda sonora que lo cambia todo. Los pasodobles tienen vida propia, son guión, hilo conductor, hablan en momentos clave. Sin ellos la película sería otra cosa o lo parecería, como la mujer del César. Un acierto más que añadir a la lista.
Toda película tiene un todo y las partes que lo componen. El todo en esta película es un notable. Una película más de tensión que de miedo. Tensión sostenida en el tiempo sin decaídas. Escenas fabulosas. Una en una gasolinera cojonuda que provocó aplausos en la gradería. Es mérito de los directores conseguir que no decaiga el interés. La furgoneta cobra vida. También es mérito suyo. Todo lo que podían hacer para conseguir crear una gran película con los medios que han tenido lo han hecho. Felicidades de corazón.
Ahora las partes del todo. De todas partes que lo componen unas son gloriosas y otras, muy pocas, contadas con los dedos de una mano y me sobran, son pegas. Spolier a continuación que tampoco estropea la película. La segunda vez que aparece la madre en la furgoneta no se ve como entra y confunde. Ya lo saben pero no había presupuesto para filmar escenas adicionales. Cosas de ser humildes trabajando. Luego una escena con una botella de agua que es un poco forzada argumentalmente hablando pero que en la película queda bien contada. El origen confuso de algo que aparece al principio o creerte que alguien no se entera de lo que pasa detrás suyo en un momento dado. Y un deus ex machina con un aerosol. Con lo que Raúl ha rajado de estas cosas. Pegas menores en cualquier caso, que no empañan el todo en mi opinión, para una historia muy bien contada.
El resumen es que he salido encantado y orgulloso , que la película aporta un soplo de aire fresco y calidad al género y que es buena en general, de principio a fin.