Debería estar prohibido meter a Kelly Brook o a Jennifer Love Hewitt en un hilo titulado "Las actrices más feas" porque por muy desmejoradas que estén con relación a sus años de esplendor ni de coña son feas. Esto debería ir más bien al hilo de destrozos estéticos y aún así tendríamos que asumir que es normal que la gente con 40 años no esté como cuando tenía 18 y que por muy atractiva que pueda ser una mujer no es lo mismo que te hagan robados cuando estás con pintas de andar por casa que un photoshoot en el que te vistan, maquillen, iluminen y fotografíen profesionales.