Respuesta: Las Aventuras de Tintin: El Secreto del Unicornio
Título: Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio
Director: Steven Spielberg
Guión: Steven Moffat, Joe Cornish, Edgar Wright
Reparto: Jamie Bell, Andy Serkis, Daniel Craig, Toby Jones, Simon Pegg, Nick Frost
Animación y FX: WETA
Música: John Williams
Edición: Michael Khan
Fotografía: Janusz Kaminski
Año: 2011
País: EEUU, Nueva Zelanda
Duración: 110 minutos
Género: Aventuras
Acercarse al comic europeo, conlleva sus riesgos. Steven Spielberg llevaba décadas tratando de adaptar Tintín al cine, pero era complicado. En primer lugar, como el explica en los extras, debido a la dificultad de trasladar a Milú como un personaje más sin las dificultades de rodar con animales amaestrados. También por ser fiel a la propia historieta y a su estilo. Por lo tanto, hasta que no vió lo que estaba haciendo Peter Jackson en Nueva Zelanda y los progresos de la tecnología en el campo de la animación, no se decidió. Pero había llegado el momento propicio, podría llevar a Tintín al cine, manteniendo la esencia, el colorido y el estilo del cómic belga. Podía hacer la película mediante las nuevas técnicas de la WETA, con los avances y la tecnología que uso James Cameron para hacer AVATAR, y además podía jugar como director con las posibilidades que la tecnología 3D ofrece para experimentar y si cabe, captar aún más la esencia de lo que tratas adaptar. Y todo ello sin perder la esencia, y es que más que una película de animación, es una película rodada y dirigida para después ser traspasada a las posibilidades de la tecnología animada. Tenemos actores que actúan, gesticulan y hablan, y eso es traspasado a los personajes que interpretan. En definitiva, no es una película de animación al uso, con todo el respeto y el reconocimiento que le debo a lo conseguido por otras compañías que crean sueños de forma distintas, es una fusión del cine de acción real con las últimas técnicas animadas. Y dio la casualidad, que el dueño de todo el entramado neozelandés era un tal Peter Jackson, lector de Tintín desde niño.
Lo malo es que mientras en Europa, Tintín es un personaje patrimonio de la cultura popular, en EEUU, el conocimiento de este comic es bastante limitado. El propio Spielberg no lo conocía hasta 1981, cuando leyendo unas críticas de Raiders of Lost Ark no dejaba de leer la palabra Tintín. Y es que Spielberg sin querer, se acercó bastante con Indiana Jones al personaje de Hergé sin pretenderlo. ¿Por qué no hacer una película?
Años después, y tras largo tiempo de postproducción, nos llegó la película, y la verdad es que la asociación con Peter Jackson en esto del cine de aventuras le ha hecho recuperar parte del esplendor perdido tras su última colaboración con George Lucas. Con Tintín ha vuelto a ser más fiel al cine de aventuras al que dio un icono y una imagen, que con su “amigo” George Lucas, con el que corrompió todo ese buen cine para hacer otra lamentable entrega “Lucas” de Star Wars. Esta vez violando al famoso arqueólogo. Lo mejor era desquitarse, y este personaje que tenía en cartera era el tipo propicio para intentarlo.
Y podemos decir que sí, que Tintín tiene mucho del mejor cine de aventuras de Spielberg sin perder de vista el comic en el que se basa, ni su estilo. El Secreto del Unicornio es un buen homenaje a varios de los comics de Hergé. De hecho no se perdía de vista durante el rodaje los distintos segmentos de las obras que son adaptadas en esta película para ser lo más fieles posibles.
Y sí, es una película. Como todas, está hecha para ganar dinero, reventar las taquillas, llevar a la gente al cine y vender muñecos. Pero también se ve que hay cariño, respeto, cuidado y un intento por experimentar con las posibilidades que ofrece la tecnología y la obra. Que los responsables de esta película se lo han pasado en grande creando, rodando y buscando las fórmulas para llegar de la mejor forma posible a hacer una buena película y una buena adaptación. Y cuando hay corazón detrás de un rodaje se agradece mucho frente a otras formas de entender el cine. No, aquí se cuida y se mima desde su concepción lo que se hace. Y se nota. Se nota que Spielberg se lo ha pasado como un niño con su tableta dirigiendo su primera película animada, que ha querido aprovechar las posibilidades que le ofrecía el proyecto para elevar su creatividad y genio a una nueva dimensión haciendo lo que un rodaje normal no le permitiría. Planos imposibles, transiciones, planos secuencias interminables a toda velocidad y por cualquier recoveco... Y todo ello sin perder su propia impronta. Vemos Tintín y vemos que estamos viendo una película de su director. Su lenguaje, su estilo más característico está ahí, al contrario que en Indiana Jones y Elvis de los monos.
Y si no fuera bastante, podemos hablar aquí de fotografía, de FX y de actuaciones. Sin quemar las retinas, aquí emular una correcta emulación de la iluminación es tan importante como cuando juegas con las lentes para encontrar la imagen y la textura adecuada a lo que quieres fotografiar, rodar. Y ese apartado artístico aquí funciona perfectamente. Como también funcionan los FX, curioso cuando se trata de una película animada, pero siempre es importante que ahora, cuando todo funciona mediante procesos informáticos, las físicas, las imágenes más espectáculares funcionen a la perfección. Y aquí lo tenemos. Y claro, como ya he dicho anteriormente es animada, pero está rodada, dirigida y actuada. Y tenemos de nuevo a Andy Serkis demostrando que su trabajo podría ser perfectamente reconocido como si lo hiciera sin un traje ni unos equipos para la captura de movimiento y gestualización. Lo hizo con Cesar en El Origen del Planeta de los Simios, y lo vueve a hacer aquí con Tintín. También tenemos a otros buenos actores como Toby Jones, o Daniel Craig dando vida al malo de la función. Está la extraña pareja, Simon Pegg y Nick Frost de nuevo tras hacernos reir a carcajadas con su “Zombies Party” (título español) o Hot Fuzz... Y Tintín interpretado por Jamie Bell, que tampoco es que pueda hacer mucho más que lo que hace, ya que el propio Tintín es la blancura y la inocencia personificadas, sin aristas ni pasado oscuro conocido.
El guión corre a cargo de Steven Moffat, conocido por estar detrás de las series actuales de Sherlock Holmes así como Dr. Who en la BBC. Con Moffat está Edgar Wright, director y guionista de Zombies Party o Hot Fuzz, y Joe Cornish. Es un guión muy cuidado que da lugar a una cinta efectiva, entretenida y muy respetuosa con el material que adapta. Es fluido, vivo y consistente, coge muy bien varias partes de distintos comics para construir un todo sin que chirríe. Como podemos comprobar, tanto el reparto como el guión son esencialmente británicos.
Otro que hace bien su trabajo, una vez más... es el maestro John Williams. Desde Tiburón se acabaron los calificativos para este hombre. Aquí vuelve otra vez a su estilo más característicio, mezclando bases de Jazz con la música sinfónica y emulando la música europea de los años 20... En una película hay varios lenguajes artísticicos que conjuntados crean un todo, un aspecto refuerza a otro y así sucesivamente. Y John Williams se hace esencial en las imágenes de Spielberg. Esta legendaria colaboración ha reforzado el impecable trabajo de los dos maestros.
La cinta entretiene, funciona tanto para los adultos como con los a veces horribles chistes físicos para niños. Es excesiva cuando tiene que serlo, homenajeando una vez más al Comic. El espectador obviamente tendrá que retirar en ocasiones su más mínimo resquicio de credulidad, estamos en una película animada, toca dejarse llevar y soñar si la película se presta a ello, y en este caso se presta.
La película ha sido un relativo fracaso en taquilla, no se si llegará a buen puerto la segunda película dirigida en esta ocasión por Peter Jackson, pero Spielberg ha vuelto a hacer una buena película de aventuras, y eso para mí que crecí con Indiana Jones y algunas de sus producciones ochenteras, es algo para agradecer una vez más.
El 3/04/2012 en
http://lalenteconcava.wordpress.com/2012/04/03/elsecretodelunicornio/