Joder, no puedo resistirme a compartir con vosotros la crítica que le hacen a "Alien" en Cine para leer (1979).
Se le dora la píldora por sus aspectos técnicos (foto, diseño de producción, bso de Goldsmith... todo es ensalzado) pero se la tacha de "vacía, sin alma, como si fuera una película hecha por una computadora". Ya criticaban lo mismo en la crítica de "Los duelistas" pero aquí se ceban.
El crítico tampoco se entera mucho, todo sea dicho. Habla del tripulante al que le crece un alien dentro llamándolo "Ash", y se refiere al androide introducido por la Compañía en la nave para proteger al alien como "Parker". ¡Parker! La única cuyo nombre clavan es Ripley, claro. pero eso sí, denominándola "la chica de la película". A ver, vale que Verónica Cartwright no es excesivamente agraciada, pero tampoco es eso. En fin, también entiendo que eran otros tiempos, no había Internet y contrastar datos no siempre sería posible.
Por último, sometido a vuestra consideración el irresistible último párrafo de la crítica, donde el autor de la misma hace sus predicciones sobre lo que Alien supone (supondrá) para el panorama cinematográfico del futuro:
"En definitiva, uno puede recordar los magníficos planos que muestran el interior de la nave, la riqueza de la fantasía gastada en el cohete abandonado, la excelente idea del robot, o la realización técnica de todo el filme. Pero Alien no podrá ser recordado por su hálito poético, por ese mundo de significaciones que nos cuestionan metafísica, social o personalmente algo a partir de la película. Al encenderse las luces de la sala, se acaba Alien. Se citará en las monografías del género, pero únicamente para aludir a aspectos parciales de la obra, no para referirse a ella misma en su totalidad. Alien es un producto, no una obra".
Omitamos, por piedad, el nombre de este Nostradamus de la gran pantalla
También es cierto que a toro pasado, todos somos Manolete, que es lo que tiene leer estos libros en 2024, pero en fin.
El libro también habla, por primera vez, de la revolución potencial que va a suponer, quizás, en el futuro, la introducción del vídeo en los hogares
En el volumen de 1978 ya se mencionaba el invento, pero de pasada, "el magnetoscopio" como una tecnología demasiado cara como para poder universalizarse. En un solo año, parece que la percepción cambió completamente. Léase:
Continúa imparable la difusión del "vídeo" a precios ya asequibles y con material de exhibición cada vez más rico. Firmas tan importantes como RCA, SONY, PHILIPS o GRUNDIG anuncian constantes avances técnicos que permiten proyecciones ininterrumpidas de hasta 6 horas de duración. Aunque los sistemas no son intercambiables, ya existen en Estados Unidos varias casas distribuidoras para varios tipos, sin contar con la posibilidad de toma directa de programas de TV. Esto va a suponer la creación de cinematecas privadas. Algunas de las productoras cinematográficas, tal vez anticipándose a una competencia difícilmente controlable, han comenzado a editar en "casette" parte de sus archivos. Dicho en términos simplificados, la década de los "ochenta" va a experimentar un boom de magnetoscopios parecido al de los tocadiscos en los años "setenta". Es difícil predecir cuál será la repercusión en el fenómeno cinematográfico estrictamente dicho, porque los síntomas son contradictorios y la adaptación de la industria y el comercio a las nuevas situaciones es simplemente asombrosa.