Respuesta: LOS VENGADORES de Joss Whedon
No es mucho más dificil hacer una peli de superheroes convincente que cualquier peli de ciencia ficcion o fantasia. No hace falta un conocimiento previo, ni un acto continuo de conviccion; [...] Si cuentas una historia, tienes que crear un mundo convincente y una situacion convincente; sea cual sea y por ti mismo, sin apoyos.
Por supuesto, toda historia debe ser autosuficiente por sí misma, incluso aunque sea una secuela debería ser perfectamente disfrutable sin haber visto las partes anteriores.
Precisamente uno de los grandes atractivos de los cómics de superhéroes es ese: que no es necesario haberte leido los 200 primeros números de una colección para poder disfrutar ampliamente del número 201. Los primeros cómics de Spider-Man que leí, por ejemplo, fueron
La muerte del capitán Stacy y
La muerte de Gwen Stacy. Las historias que contaban eran tan poderosas que no hacía falta haberte leido los 10 años de historietas del trepamuros que las precedían. Con Batman me pasó tres cuartos de lo mismo, pues la primera historieta que cayó en mis manos fue la de
Una muerte en la familia (Ediciones Zinco, ¡qué recuerdos!). No es necesario conocer todo el pasado de los personajes para disfrutar de sus historias, siempre que los personajes estén bien definidos y la historia tenga chicha.
De hecho, la historia ya ha demostrado que se puede hacer cine de superhéroes sin tener que explicar los orígenes del mismo. Por ejemplo, la película de 1966 que luego dio lugar a la célebre serie de televisión
camp no se molestaba en explicar de donde salían Batman y Robin ni sus villanos: simplemente los héroes eran héroes y tenían que detener a los villanos que hacían fechorías y no hacían falta más explicaciones. A veces con una simple línea de diálogo ya podían darse por zanjados los orígenes de los personajes y meterse directamente en el meollo de la historia. Como pasa con Indiana Jones o con James Bond, a los que se puede presentar directamente en medio de una misión: Indiana Jones es un arqueólogo que va en busca de piezas exóticas; James Bond es un espía; no hace falta más explicaciones que dar.
Pero eso también es posible porque a un público generalista le resulta bastante sencillo ponerse en el lugar de un espía o de un arqueólogo. Pero en el género superheroico yo creo que hay gran parte del público que, de entrada, no se cree que un tipo se ponga un pijama y se ponga a luchar contra el crimen voluntariamente contra el "mal".
Géneros como el terror son fáciles de asumir porque apelan a emociones muy primarias: la inmensa mayoría de la gente tiene miedo a los bichos, así que si te inventas monstruos, aunque no existan, es fácil hacer que la gente crea en ellos. La ciencia ficción y la fantasía suelen estar ambientadas en mundos futuros o reinos olvidados inventados en los que todo puede pasar. Pero siempre que juegas con elementos fantásticos en un entorno cotidiano parece que la suspensión de la incredulidad exigida es mucho mayor (gran parte de las críticas al cine de Shyamalan se deben a que hay un público incapaz de
creer en sus historias), y cuando se trata de tipos que salen a la calle para combatir el crimen vestidos con pijamas, aún más.
En cualquier caso, a lo que me refería al hablar de "conocimiento previo" es que gran parte de la renovación comiquera de las últimas décadas consiste en la revisión, alteración y perversión de las constantes clásicas del género. Por ejemplo, supongo que no hace falta haberse leido ninguna novela de caballerías para poder disfrutar
'El Quijote', pero el conocimiento de ellas ayuda a disfrutar más de la obra de Cervantes, al ser consciente de cuales son los tópicos del género contra los que arremete. Del mismo modo, podemos decir que obras como
'Watchmen' o
'Kick-Ass' van dirigidas principalmente a un público familiarizado con el género. Quizás sean perfectamente disfrutables para gente que nunca haya leido un cómic del género antes, pero de algún modo este conocimiento previo influye en el disfrute y la valoración de la obra.
Del mismo modo, por muy disfrutable que pueda ser
'Superman Rojo' como obra independiente, su efectividad en gran parte se debe al conocimiento de la alteración de ideales del Superman clásico conocido por todos. Y lo mismo se puede decir de muchos cómics del género en la actualidad. En los cómics de superhéroes, más que ninguna otra disciplina artística, son patentes las referencias, guiños, etc. a todo lo que ha venido detrás. Y en gran medida esa renovación de las reglas clásicas sería imposible si antes no hubiera habido varias décadas de cómics de superhéroes que ayudasen a crear una serie de mitologías y tópicos propios del género.
Lo que quiero decir con esto es que para que surgiese el western crepuscular, antes tuvo que existir el western clásico. Lo mismo podemos decir si comparamos entre sí los musicales Astaire-Rogers con los Kelly y estos con los de Fosse. Los géneros fueron sufriendo una evolución a lo largo de las décadas.
Y eso es un poco lo que veo que está pasando con el cine de superhéroes. Que se está empezando a forjar como género cinematográfico propio, pero fijándose en los origenes comiqueros de los personajes, algunos de los cuales tienen más de medio siglo de antigüedad. Y resulta complicado ofrecer una película de superhéroes en la línea de, por ejemplo,
Civil war,
Dinastía de M o
Secret Wars cuando el público no está familiarizado con algo tan básico como puede ser un grupo de superhéroes a lo
Los vengadores.
Y además, ya llevamos más que suficientes del mismo tipo para aventurarnos en la proxima etapa ¿no te parece?
Por supuesto que sí. A estas alturas ya creo que el gran público ya está lo suficientemente familiarizado con ciertas constantes del género como para empezar a adentrarse en nuevos territorios. De hecho, ya están empezando a aparecer las primeras películas de superhéroes "alternativas" como
'Especial',
'Watchmen' o
'Kick-Ass'. Pero las dos primeras no fueron especialmente exitosas, y la segunda lo ha sido a costa de convencionalizar el original. Vivimos en una época en la que hacer una película como
'El caballero oscuro' se considera como una operación arriesgada, valiente y a contracorriente (cuando, de haberse estrenado en los 70, posiblemente habría sido una más del montón). A todos nos gustaría ver una oferta cinematográfica mucho más variada, pero vivimos en una época en la que la industria apenas quiere tomar riesgos y que solo va a lo seguro.