Respuesta: Luc Besson
L'avant dernier (1981) - corto +
Kamikaze 1999 (El último combate) (Le dernier combat, 1983) - largo
En sí las dos son lo mismo. Tratan sobre un mundo post-apocalíptico, donde la ausencia de diálogos es debido a que la contaminación ha llegado a tal punto que se le hace imposible hablar a los protagonistas. Rodados los dos en blanco y negro, con una estética feista y un estilo muy particular, casi de autor, donde el efectismo juega a su favor pero así como el corto, aún no siendo gran cosa, mucho más conciso y mucho más partidario de la violencia producida por un primitivismo patente el largo es mucho más dilatado, con el tempo narrativo mucho más pausado y enfocándolo todo hacia la supervivencia de la especie humana.
En sí son trabajos muy clónicos, muy parecidos, no hay mucha diferencia tanto en realización como exposición. Eric Serra pone la partitura, como es costumbre en el cine de Besson. El futuro post-apocalíptico que plantea y expone Besson es sucio, extraño, incongruente, como si no hubiese esperanza para el ser humano. Envuelto en ruinas de una urbe perdida, en una sociedad distante, sin nada que decirse más allá de gruñidos, gestos y acciones. No se puede negar que la valía de la propuesta es interesante, con ese enfoque y toque de cine de autor, ese cine de pose con aroma a trabajo de fin de carrera, un trabajo donde las sensaciones y las emociones vitales y primigenias están por encima de lo sesudo y un guión con cuatro pinceladas.
Pero así como en forma los dos trabajos son idénticos, donde el blanco y negro crudo es el tapiz que todo lo envuelve, donde la exposición brusca, la acción feroz y la sensación de soledad y vacío es patente el fondo de las dos historias es muy distinto como comentaba al principio. El corto versa única y exclusivamente sobre la supervivencia del más fuerte y de como no hay salvación posible en un mundo dominado por hombres convertidos en bestias. El hombre es un lobo para el hombre. Mientras que el argo Besson intenta (sin conseguirlo del todo) una mayor profundidad a la historia, una razón de supervivencia y un intento desesperado porque la especie humana no se extinga.
Jean Reno y Pierre Jolivet son los dos protagonistas en los dos trabajos. Los dos buscan a la única mujer existente en el lugar y como dos bestias feroces intentarán acabar el uno con el otro por tal de ser el poseedor absoluto de la fémina y de la continuación de la especie. En más de una ocasión Besson recurre a la exposición agresiva, con el plano muy cerrado, típico del cine francés contemporaneo. Añadiéndole cierto toque ciberpunk / samurai con las indumentarias rocambolescas que portan cada personaje y peleas muy bruscas, agresivas y sin ápice de coreografía. Pero tanto el corto como el largo se quedan a medio gas y lo que parte como una premisa interesante y momentos muy puntuales acertados como los intentos de Reno de entrar en el edificio y sus artimañas tácticas el conjunto de ambos (más en el largo que en el corto) se torna reiterativo, pesado y poco interesante siendo el tedio el adjetivo predomiante.