Su siguiente película, al igual que había ocurrido tras su otra superproducción, Senso, es de nuevo un film intimista en blanco y negro, pensado ahora para ser protagonizado por Claudia Cardinale. Se buscó un mito clásico adaptado al presente, y finalmente se eligió el de Electra, que en esta versión se llama Sandra. Su padre era el científico judío Emanuele Wald Lizatti (el equivalente a "Agamenón"), que fue deportado por los nazis y murió en el campo de exterminio de Auschwitz. Sandra siempre sospechó de su madre (la "Clitemnestra" de esta historia) y del abogado Gilardini, que se casó con ella al quedar viuda (que sería aquí "Egisto"), como los autores de la denuncia que lo entregó a los nazis, aunque nunca tuvo pruebas contra ellos. También hay un hermano, Gianni ("Orestes"), por el que Sandra pudo haber tenido en el pasado una relación incestuosa.