M. Night Shyamalan: El post (comienza la guerra)

Shyamalan me parece un autor de innegable categoría y me sorprende que incluso se pueda cuestionar a alguien con tanto talento, alguien que ha nacido claramente para el cine.

Así en frío, me enloquece cómo piensa con la cámara, su trabajo con los fueras de campo y sensibilidad en el uso de la banda sonora. Esto para mí llega a cotas poéticas en The Village, que me parece preciosa y emocionante no sólo a nivel cinematográfico, que también, por supuesto. Personalmente, mi preferida sin lugar a dudas.

Por otro aldo y sin entender mucho de esta parte, diría que es capaz de sacar cosas extraordinarias de sus actores.

Un grande, y espero como loco por el bien de tod@s que esta última que está preparando salga bien. Le necesitamos.
 
Vista, por fin, después de tantos años posponiéndola "La joven del agua". Tenía vistos trocillos muy escuetos pero no recordaba nada como para hacerme una idea propia. Ahí va mi opinión:


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(Lady in the water, 2006)​


Si Shyamalan era (y me imagino que seguirá siéndolo) fan de Spielberg esta es, quizás, su película más clara y directa donde rinde su particular homenaje a "E.T, el extraterrestre". Si uno no quiere complicarse la vida, "La joven del agua" no es más un sencillo cuento de hadas, en este caso ninfas acuáticas, que como tal, no trata de otra cosa que seres fantásticos que viven y habitan nuestro mundo y que vienen a entremezclarse con los humanos para solucionar problemas o hacer que este mundo el cual va a la suya (sin ir más lejos todas las razas confluyen y conviven en esa comunidad) acabe fusionándose en un bien común, un bien mayor. Si uno desea rascar e intentar ver más allá de lo supuestamente obvio puede encontrar mensajes políticos y religiosos a partes iguales, convirtiendo al propio director en un guía espiritual con aires de cambio.


"La joven del agua" parte como idea de ser un cuento que Shyamalan pudiera contarle a sus hijos a la hora de irse a dormir. A partir de aquí crea un universo paralelo donde la fantasía y la realidad fluyen y se ayudan mutuamente (como suele suceder, la fantasía sirve como alivio o guía para solucionar los problemas reales, la mano necesaira para continuar hacia delante). Con un prólogo que recuerda, no tanto en forma pero sí en fondo, a Inteligencia artificial (precisamente el agua vuelve a ser un elemento vital para el desarrollo y el avance de la historia) la película crea un micro cosmos dentro de otro: seres de distintos lugares forman un todo, conviven sin tocarse, cohabitan sin conocerse teniendo como único punto de unión, de arreglo, de conexión, ese ser anónimo, casi inexistente, con forma de Paul Giamatti, con problema de tartamudez galopante pero de buen corazón.


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Al igual que Cleveland Heep (que así se llama nuestro humilde protagonista), nuestra otra protagonista, Story (una Bryce Dallas Howard de belleza un tanto andrógina pero muy acorde con su personaje), desconoce qué es lo que se esconde tras su rol. Porque esa es una de las tantas esencias con las que cuenta la película: que todos necesitan la ayuda de todos y todos son necesarios (tan sólo hay que ver como las piezas de este rocambolesco puzzle demuestran que hasta los más secundarios acaban siendo imprescindibles para que todo llegue a buen puerto). Como comenzaba mi crítica, "La joven del agua" es, quizás, la más Spielbergiana de todas sus películas (aunque sus otros títulos cuenten como referente, como guiño y como modelo a imitar con goteo constante a las maneras y fondo del maestro). Y más aún con la película más reconocible: E.T. Un ser de otro planeta, de otro mundo, acaba traspasando / aterrizando en el nuestro. Cleveland y Story se necesitan, se complementan, se ayudan, se entienden. Real y fantasía, humano y criatura, acaban construyendo una simbiosis necesaria para que ambas partes consigan un bien particular y común. Tan sólo hay que ver la escena en la que ella logra salvarlo de morir ahogado al igual que él logra salvarla de las heridas provocadas por uno de los atacantes.

La película de Shyamalan es arriesgada. Por la sencilla razón de que exige por parte de los que la contemplan una aceptación ciega y absoluta por todo lo que aquí se cuenta. No sólo por ser fan absoluto y claudicar sino por todo lo contrario: aceptar que lo que me está contando sea aceptable o como mínimo acertado. Y ahí corre un auténtico riesgo. No por los mensajes subliminales, las hipotéticas teorías, las fantásticas aventuras y el mundo particular que envuelve a la propia historia. ¿Es acaso Shyamalan un mal narrador? Todo lo contrario. Si por algo siempre se ha distinguido por encima de la media es por ser un buen narrador de historias. Pero considero que el riesgo, en este caso, tiene un precio muy alto a pagar. Porque la fantasía, en frío y de base, juega siempre con la ventaja de que todo es posible y todo, en teoría, es posiblemente aceptable. Pero eso no significa que vaya estar acertada o de fondo esté bien expuesta. Un truco de magia funciona cuando toda la parafernalia está bien realizada. El problema con el que me encuentro a la hora de contemplar "La joven del agua" es que Shyamalan cree que su cuento es el mejor cuento de hadas jamás contado. El segundo problema es que Shyamalan se cree que por ser un buen narrador de historias lo tiene todo hecho.


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Entonces, ¿es "La joven del agua" una mala película? No, desde luego que no. Pero dista muchísimo de ser perfecta (o incluso buena). Es, por lo pronto, un título fallido dentro de toda su filmografía. ¿Significa que es una mala película? Desde luego que no. Cuenta con la dosis necesaria de suspense como para captar la atención y cuando el guión se torna en un galimatías un tanto absurdo (sobre todo no por la fantasía implícita sino por la asimilación de personajes fantásticos a los humanos y sus "dotes" como si de súper poderes se tratasen), Shyamalan consigue con sus dotes más que demostradas que es un buen director. Incluso la escena donde Story, en la ducha, a través de la hermana, va narrando o identificando quien es quién, que puede ser una de las escenas más rocambolescas, es el director quien acaba convirtiéndola en una auténtica belleza poética y con una realización bastante bonita en todo su significado. Incluso una de las escenas más patéticas de todas (la lectura e interpretación de las cajas de cereales) puede llegar a resultar aceptable si uno logra entrar en el juego.

Lástima que el director quiera convertir su cuento en la obra definitiva del género (o eso intente). Porque no es otra cosa que un título (muy) menor dentro del mismo y con taras imposibles de obviar (la forma en cómo plasma su odio o inquina hacia los críticos plasmándolo de esa manera es muy boba y poco sutil, aparte de innecesaria, la resolutiva visual en ciertos efectos especiales no están a la altura de las circunstancias y cuando debe recurrir a la fantasía como vehículo de lucimiento dado que, precisamente, estamos ante una película fantástica lo resuelve todo de forma precipitada y sin deleitarse en ello). "La joven del agua" es un filme que despierta en mi sentimientos encontrados: por un lado me provoca cierto resquemor por exigir de mi un sobre esfuerzo en ciertos aspectos y parámetros para aceptarla de buen grado en todo su conjunto y que aún siendo fan absoluto de él no puedo aplaudirla como es debido pues considero que es un tanto rimbombante para lo que cuenta realmente. Pero por otro lado consigue captar mi atención en muchos momentos donde me demuestra que Shyamalan, a pesar de contar con un ego desmedido y creerse el director definitivo para todo lo que toca, es un narrador de primera.


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Tan sólo hay que ver escenas tan íntimas como esa donde Giamatti nos narra su pasado y el porqué se esconde tras ese "disfraz" como hombre de mantenimiento, o la de la piscina donde él traspasa el "espejo" (elemento fundamental para dejar que lo fantástico atraviese la realidad) para dejarnos ver ese mundo sub acuático donde como ya sucediera con "La Sirenita", Story ha ido acumulando elementos y cosas en su colección particular. Incluso el plano donde la cámara (y el espectador) se encuentra en el fondo del agua para ver como Cleveland, Story y la fantasía forman un todo compartiendo escena, elemento y escenario. Una muestra de que todo forma parte de un todo.

No es una gran película, no es una buena película. No es ni siquiera una película recomendable. Pero desde luego es la plasmación aceptable de que Shyamalan aún seguía siendo un director respetable dentro de sus carencias de nuevo cuño con este título menor y casi desapercibido. Además, contamos con una partitura deliciosa por parte de James Newton Howard que convierte cualquier escena en toda una amalgama de sentimientos y emociones muy bien infundadas. Una partitura acorde con la fantasía de la historia.
 
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El protegido

Tras el éxito arrollador de El sexto sentido, Shyamalan volvió con un nuevo thriller sobrenatural, también protagonizado por Bruce Willis. Semejante decisión despistaría a quienes esperaban más de lo mismo, pero también comenzaría a cimentar la reputación de un director “diferente”, amigo de las sorpresas argumentales y del juego con las expectativas, con tanta capacidad para el drama como para el cine de género, inquietando y emocionando a partes iguales. Hoy día, la vuelvo a ver y me sigue pareciendo una obra maestra del cine de los noventa. Una declaración de amor por el arte del cómic en una época en la que todavía no teníamos a los superhéroes hasta en la sopa. La convencional intriga encierra una poderosa historia familiar y de descubrimiento; la génesis de uno de esos héroes de papel, como huido de las viñetas para caer en el celuloide, con el ojo puesto en esa mitología moderna y pop que ilustra la eterna lucha del bien contra el mal.

Y es que el guion es como un puzzle magistral, cada personaje está maravillosamente descrito; así, el conflicto espiritual que vive David Dunn no es sino la expresión de un destino heroico frustrado, el no asumir su verdadera naturaleza y la responsabilidad que supone. Lo mismo le ocurre a Elijah Prince. La película habla de afrontar el miedo y seguir creyendo en lo extraordinario, como con toda inocencia lo hace el hijo de Dunn... solamente así descubriremos el propósito, mejor o peor, de nuestra frágil existencia. Y todo ello conservando la magia y el misterio de lo cotidiano, todo aquello que hace tan especial un argumento en el fondo tan arquetípico; pero eso sí, filmado como si cada encuadre fuera el último (memorable el comienzo en el tren con esa cámara oscilante, el tenso momento de la pistola, así como los pequeños detalles, la omnipresencia del color azul...). Y James Newton Howard, que sin él nada sería lo mismo.

Nada más que decir, una cosa digna de un Tourneur postmoderno, de un Dreyer para la marquesina, de un cineasta, en definitiva, fundamental de nuestro tiempo.
 
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Tras el éxito arrollador de El sexto sentido, Shyamalan volvió con un nuevo thriller sobrenatural, también protagonizado por Bruce Willis. Semejante decisión despistaría a quienes esperaban más de lo mismo, pero también comenzaría a cimentar la reputación de un director “diferente”, amigo de las sorpresas argumentales y del juego con las expectativas, con tanta capacidad para el drama como para el cine de género, inquietando y emocionando a partes iguales. Hoy día, la vuelvo a ver y me sigue pareciendo una obra maestra del cine de los noventa. Una declaración de amor por el arte del cómic en una época en la que todavía no teníamos a los superhéroes hasta en la sopa. .


Es del 2000. De hecho, yo creo que tanto esta, como El sexto sentido ( a pesar de ser de 1999 ) marcan ya claramente la tendencia de los noughties de volver a formas mas puras de abordar el género, hasta el punto de que esta Unbreakable a mi me parece que animó al cotarro hollywoodiense a apostar por los superhéroes de nuevo haciendo hincapié en el aspecto mas humano de ellos. El Spiderman de Raimi es del 2002, y fue la que inició el espoletazo de salida de Marvel para resucitar su universo.
 
El año 2000 todavía pertenece al siglo XX, Nogales.
El Spiderman de Raimi es del 2002, y fue la que inició el espoletazo de salida de Marvel para resucitar su universo.
Y vaya si el público todavía no estaba acostumbrada a ello que recuerdo RISAS de la gente en el cine con el teaser del primer Spidey.
 
Puede ser técnicamente lo correcto, pero que me digan que el año 2000 es de la "Década de los 90", mientras que el año 1990 no lo es ... me cortocircuita el cerebro :cuniao
 
En Cuarto Milenio hubo un especial "El enigma Shyamalan" este domingo. Y pasaron cosas en la entrevista.

Me lo comenta @Atreus
 
Por motivos evidentes he vuelto a ver EL PROTEGIDO después de cierto tiempo y me sirve para subirla ya entre lo mejor del cine americano de su década. Recordaba que se le achacaban por aquí cosas como problemas de subrayados o un exhibicionismo de realización de novato (sería algún comunista hater que aún no ha sido denunciado y expulsado), pero lo veo casi el trabajo más preciso de su responsable al respecto y el más ajustado a sus intenciones, antes de cierto giro visual en su carrera que no funciona a este nivel en sus trabajos más blockbusteros o en sus pelis más reducidas. Dos cositas que me gustaría destacar, en plena euforia india (y probablemente ya comentados años y años atrás):

- La muy sencilla y hermosa escenita muda entre Willis e hijo "a la mañana siguiente", con el periódico de por medio. Absolutamente estebaniana, con ese cabeceo "sí" y "no digas nada" y el contraplano del chaval. De hecho sorprende todos los tramos sin diálogos que hay en la peli, o en los que son solo ruido de fondo; en algún momento incluso hay diálogo que SILENCIA en pospo.

- Lo del disfraz heroico normalizado con "security" detrás lo sabemos y reconocemos rápido, pero me encanta que a Jackson lo vistan de SUPERVILLANO ya desde su primera escena, con la capa negra con fondo púrpura, los guantes y el bastón de cristal. Lástima que pierdan esa idea cuando lo ponen en silla de ruedas, aunque su guarida secreta de genio del mal (al final de un pasillo prácticamente tapizado en cómics) también me hace gracia.

Por cierto, visto con la distancia de los años, que doblasen "Mister Glass" como "Don Cristal", en el contexto de la peli, sigue pareciéndome una cagada tan comprensible como frustrante.
 
Vivo!

La que dices si. Creo que se ha comentado alguna que otra vez. Recuerda a la de cena en Tiburón y la imitación del hijo.

Y hay otra escena Estebaniaba: la del levantamiento de pesas. La fascinación del hijo al ver lo que su padre está haciendo. Magistral cómo se va a apartando de la tabla casi por miedo.
 
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