Precisamente hoy un amigo me preguntaba por una pareja que llevaban 7 años juntos y rompieron cuando se panteó la boda.
Muy grande el tema. Ella, mimada, consentida, embobada viendo los ostentosos bodorrios de sus amigas, le planteó el tema a su novio.
Pero planteado como una tia con pocas luces plantea este tipo de cosas: Hablando del lugar donde celebrar el evento, del menú, de la decoración, de la fecha, del presupuesto... hablando de la boda sin pensar ni un puto segundo en el matrimonio que conlleva.
Al novio la idea no le emocionaba mucho, y ahí comienza la divertido de la historia, ya con la niña mirando telas y adornos, el novio comete el imperdonable error de manifestar su duda ante el tema que ella solita abrió, discutió con la suegra y cerró.
Un par de semanas muy graciosas que tuve el privilegio de ver de cerca. Toda la red femenina de familias trabajando a toda potencia, planificando el enlace y marujeando como zorras ante el incómodo estorbo que suponían las dudas del novio, que casi podían estropear el incomparable evento que se estaba fraguando.
Llegado un momento la novia, indignadísima, le plantea un ultimatum al noviete: -"No me llames hasta que estés dispuesto a decirme que te quieres casar conmigo." y así ella se esfuma durante dos semanas.
Insisto en que la pareja llevaban 7 años juntos, viviendo juntos desde hacía mucho.
Un dia, ya hasta los cojones del numerito, llama él:
-"Hola?"
-"Hola, fulana, soy yo."
-"Hola.... es que quería que supieras que para mí..."
-"No. Llamo para hablarte de dinero."
El tio se pone a hablarle de cómo repartirse los muebles y bienes que habían adquirido como pareja los últimos años. Ruptura de la pareja.
Esto lo pongo de ejemplo de cómo una boda puede ser el fin de una pareja que estaban de puta madre hasta que le vino el caprichito a ella.