No Man’s Sky es probablemente el juego que necesitábamos, no el que queríamos. Rompe la monotonía del estilo de videojuegos al que nos tiene acostumbrados la industria, donde básicamente todo tiene alguna relación (grandísima o pequeña) con usar armas para dispara a cosas, de hecho rompe la mayoría de las convenciones a las que nos tienen acostumbrados.
El problema es que tal vez esperábamos otra cosa. Es fácil intentar culpar al estudio de crear hype con tanto secretismo y revelación de detalles a cuentagotas, pero cada empresa es libre de hacer lo que quiera mientras no engañen a las personas. No Man’s Sky es víctima de su propio éxito y de un hype que la mayoría culpa al estudio, cuando fue creado por ellos mismos.
Para mi los juegos de exploración son droga por lo que No Man’s Sky ha ocupado gran parte de mi atención durante toda la semana. He invertido decenas de horas, he pasado por momentos sumamente interesantes, por experiencias inmersivas que no había tenido en años, por situaciones de absoluta frustración. Es un videojuego que me ha sorprendido en incontables ocasiones. Para mi eso es diversión. Yo soy de las personas que disfruta de un videojuego lento, que no tiene que ser siempre acerca de la acción y el saber que tendrán que pasar semanas antes de alcanzar el objetivo principal.
Si estás cómodo con esa premisa, disfrutarás mucho de No Man’s Sky. Si esperas grandes batallas espaciales, luchar contra robots malignos, estrategia multijugador, grandes explosiones o situaciones de tensión, olvídate, este título no es para ti.