Huzo, el cabrón, lo está consiguiendo. Yo no. CASTIGO DE DIOS.
¡Qué va! El mío no es que sea Culoduro, es más Tragatodo... que también nos vemos unas mierdas de la hostia. Pero disfruta con el cine familiar que he mamado yo.
Se inició con
"Pesadilla antes de Navidad" bien pequeño, porque yo tengo un muñeco de Jack Skellington en el comedor (y camisetas y tal), le puse un día la peli y como le resultaba familiar se quedó embobado (de hecho me hizo darle el muñeco).
Luego siguió con Disney: el
Rey León y el
Libro de la selva, por los animales y las canciones y por los los muñequitos de goma típicos del Baloo, Bageera & CO que le regaló no sé quién. Y la primera vez que fue al cine fue en el estreno de Toy Story 3 (cuando ya llevaba bastantes semanas en la cartelera).
Ayudó mucho el merchandising, claro, que en casa hay de todo. Y también que yo le explicaba los cuentos nocturnos basándome en pelis: Star Wars, Parque Jurásico, Gremlins,... y luego reconocía las historias cuando las veía.
Una vez, en el último año de la guarde (3 años y un par de meses), estábamos de merendola con los compañeros de clase y sus papás, y mi hijo llevaba un jersey con la cara del Darth Vader. Estaba jugando con los muñecos de El libro de la selva y una mamá le iba preguntando cómo se llamaba cada uno: Baloo, Mogwli, Bageera, Ka... ¡se los sabía todos! Y entonces, la madre intentó vacilarle y le dijo "¿Pero a que no sabes cómo se llama ese que llevas en el jersey?"... y el cabrón le dice "Dar veider"... JAJAJA... la cara de la madre fue de órdago. Se giró y me gritó "¡¡¡Tu hijo es un friikiiii!!"... y yo hinchado como un pavo, claro. Jajaa.
Pero vaya, que ha sido un proceso natural y nunca he intentado inculcarle nada (no como en el fútbol, que intento crear un culé de pro contra toda ética educacional). Es más bien que ha crecido rodeado de eso: pelis, muñecos, cómics, libros,...