Me estoy viendo "Quiero la cabeza de Alfredo García" y joder, que maravilla, ¿no? Casi te hace masticar la tierra y que el polvo se te meta en los ojos, y puedes casi oler el sudor, la sangre y el whisky mexicano que se toman. Genial presentación de Oates como pianista en el bar, pero es que sólo mejora; a la presentación y al "encargo" le sigue toda la parte con Isela Vega, que es de un lirismo precioso, pura poesía aún cuando cualquiera que haya visto algo de Peckinpah sabe que esto solo puede terminar de una manera, su conversación sobre el matrimonio, la irrupción de los 2 pendencieros y todo lo que sigue te mete dentro, y luego ya, tras la escena del cementerio, es Oates on fire todo el rato, completamente enloquecido y dando un recital de rabia, sinsentido y desesperación.
A lo tonto, me está pareciendo top de este señor. Y no he visto Grupo salvaje aún.