PECKINPAH

Con Lenno, el final no puede ser más explícito, David dice que no sabe el camino a su casa tampoco (ergo acaba hasta los huevos de ella) ...

Ya lo estaba desde el principio. Y ella no hace absolutamente nada para que la traten cómo la tratan (y no hablo de la violación...). De todas maneras, sigo sin saber cómo demonios se traduce todo esto en que es resultado de la misoginia del director. Si precisamente hace énfasis en determinados patrones de conducta porque sabe que vamos a reaccionar y pensar de determinada manera, la culpa es nuestra. Somos nosotros, quién pensamos así.
 
Bueno, es que David es imbecil, aplica el sentido de posesion burgués a su mujer, esto es, viril, moral y éticamente solo sabe valorarse en relación a otros hombres... lo que yo digo, ella es la víctima.
 
Tengo que leerme el parrafazo del artículo, pero aun sabiendo de qué pie calzaba Peck In Pah, veo evidente que la peli tiene muy poco de fantasía de venganza; son animales encerrados, tres partes (Hoffman, George y los paletos) con actitudes morales que han pasado de la raya y que en vez de recular, han seguido adelante con toda la caballería.

La mirada que se cruzan al final, desde las escaleras, es de cine de terror. Acabar la película e "ir con" David no solo me parece erróneo: me parece directamente alarmante.
 
Hoffman la trata cómo una puta mierda desde el principio. A ella y a todos los del pueblo. Y el que exhibe su superioridad moral y sus aires de urbanita culto con estudios superiores es Hoffman, eh, ya desde el principio cortándola a medias cuando ella intenta explicar a que se dedieca su marido, o la escenita en el bar (ahora si están pagados, dice el cabrón).
exactamente, el mayor cabron es Hoffman que aparece desde el principio con su superioridad urbanita. Bueno, es cierto que la pelicula tiene un tonito ligeramente misogino como en todo el cine de Peckinpack, pero la historia no va de eso, es el choque de la cultura de ciudad con la pura brutalidad del ambiente rural de aquellos parajes irlandeses que no se andan con chiquitas, es un tremendo film y el final de traca, que envidia me das que la veas por primera vez, recuerdo cuando la vi en la 2 a finales de los 80, que shock me dio,jeje.
 
Tengo que leerme el parrafazo del artículo, pero aun sabiendo de qué pie calzaba Peck In Pah, veo evidente que la peli tiene muy poco de fantasía de venganza; son animales encerrados, tres partes (Hoffman, George y los paletos) con actitudes morales que han pasado de la raya y que en vez de recular, han seguido adelante con toda la caballería.

La mirada que se cruzan al final, desde las escaleras, es de cine de terror. Acabar la película e "ir con" David no solo me parece erróneo: me parece directamente alarmante.

Esto es, exactamente.

:)
 
DnX-95gU4AIOoy1.jpg
 
Hoy sale publicada en el XLSemanal una breve entrevista a Gonzalo Suárez, con motivo de la publicación de su nuevo libro (La musa intrusa). Parece ser que en él llega a hablar de su relación de amistad con Peckinpah y deja, al respecto, una frase preciosa: "(...) yo no aceptaba esa violencia (...) pero teníamos en común esa mirada de indio apostado en una colina, observando lo que queda atrás y lo que está por venir".
 
Pues, con todo el berenjenal político que se ha montado alrededor del coronavirus, no se me ha ocurrido otra cosa que revisionar The Killer Elite.

Supongo que me resultaba refrescante la idea de volver a ver cómo Peckinpah se tomaba a guasa todo ese teatrillo ridículo que rodea a los gobiernos, las agencias de inteligencia, la toma de decisiones de los grandes centros de poder en torno a problemas verdaderamente graves... Esa seriedad impostada y mendaz de los despachos (y las tribunas de prensa) en paralelo a una risible escena de tollinas en el aeropuerto (que termina con un invitado sorpresa enseñándole la huevada a los representantes de la autoridad). Porque todos sabemos que ComTeg no existe... que la CIA no hace esa clase de cosas (y que Pedro lo tiene todo bajo control).

Sam nos lo deja claro desde el minuto uno; antes incluso de comenzar con los créditos... para, una vez que empiezan, resumir también (al estilo de su admirado Saura y sus hurones enjaulados), no sólo su vinculación personal con la película (alimenticia) sino también la del público (éste es el alpiste que os da de comer Papá Estado para teneros contenticos y controlados) y la de los propios personajes (que se tragan todo el menú de trolas e iniquidades preparado por los de arriba casi sin rechistar). Uno de esos montajes extraordinarios, marca de la casa, que sitúa las piezas humanas en el tablero mediante metafóricos insertos del mundo animal: patos, gallinas, escorpiones, hormigas, camellos, ratas, gatos, perros, ciervos, ovejas, lagartos... y aquí, una desagradable pajarraca que da de comer a sus excitados polluelos (una imagen particularmente elocuente, ya que al trasladarla a nosotros resulta no sólo inquietante y perturbadora, sino que causa repulsión).

The Killer Elite tal vez sea un Peckinpah menor... pero a mí me sigue pareciendo una película sensacional. Hay un lenguaje visual muy personal y expresivo, tanto a nivel de composición como de montaje (por momentos muy arriesgado), y que adopta diferentes formas según se ponga el foco en la historia (las ideas y conceptos que maneja), los personajes o el propio marco geográfico por el que se mueven. San Francisco se ha rodado innumerables veces... pero aquí hay un cierto toque de distinción, elegante pero desenfadado, que transmite una curiosa mezcla de sensaciones (entre admiración y extrañamiento). Puede ser el multitudinario caos de sus calles para reforzar el sentimiento de indefensión de un personaje, o la soledad de las afueras para transmitir la incomunicación o el retraimiento de otro. Conmoción, melancolía, desdén, euforia... Las imágenes parecen estar vivas y laten con pasión para que todas esas emociones traspasen la pantalla.

En ese sentido me encanta también el cariño y la autenticidad con la que retrata Peckinpah a sus personajes, sin necesidad de contar nada... sin salirse por la tangente (el enigmático rechazo a Burt Young en primera instancia; el gesto de ternura hacia Bo Hopkins, poco después del puñetazo, con éste agachando la cabeza como un niño agradecido...). Es como una telaraña de relaciones perversas (son asesinos, al fin y al cabo) en la que, en medio de lo tormentoso (de lo azaroso, engañoso e incontrolable) todos parecen buscar en el otro un atisbo de verdad; de auténtica devoción y lealtad que justifique de alguna manera el seguir levantándose por las mañanas y luchar contra esa marea invencible que nos mece al penoso son que quiere.

Recuerdo ver impactado, de chaval, la traición de Duvall a Caan; esa escena me quedó marcada a fuego... me pareció desgarradora (suena exagerado... pero es así). Todo ese in crescendo previo de risas y bromas (de putadas que no son tal y que definen no sólo la relación sino el carácter de los dos personajes) explota en la gelidez de la escena de la ducha. ¡Qué bien rodada está, joder! Uno, en una esquina, con aspecto de cascarón vacío (y, sin embargo, podemos sentir el conflicto que bulle en su interior... nos involucra) y el otro en la otra, ingenuamente despreocupado; y nosotros que ya sabemos lo que va a pasar (porque Duvall se acaba de ventilar al protegido a sangre fría...). ¡MARAVILLOSO!, coño...

Luego viene todo el tema de la hospitalización y rehabilitación... que es una barbaridad. Peckinpah se recrea especialmente aquí, se involucra a nivel personal... no es difícil verle a él en lugar de a Caan en todo ese segmento. Al principio, escalofriante en su detallismo (heridas, cicatrices, pegajosos esparadrapos... lo de quitar los diferentes yesos casi en tiempo real.... En esta revisión me he acordado de Robocop); y después un camino largo, tortuoso, incómodo, tedioso... por momentos humillante, para poder recuperarse (no me extraña nada el apunte de Shinji Aoyama sobre la dignidad humana; o que Kiyoshi Kurosawa sea fan...).

La película, para muchos, pega un gran bajón en su tercio final... pero yo sigo viendo muchas virtudes ahí, incluyendo el puteo a la asiática enchufada; la magnífica conversación entre sombras en el puerto; el destino de Duvall y las reacciones que desencadena; o el despiporre ridículo con los ninjas...

Una pena, eso sí, no poder disfrutar de ese final ("a lo Brecht") con Crazy Lee regresando de entre los muertos.
 
Es fallida, pero yo no diría que es mala: está rodada con gusto y tiene ciertas virtudes.

De los (considerados) tres tordos de Peckinpah (yo les veo cosas a los tres) la mejor (con diferencia) me parece The Killer Elite... pero (en conjunto) casi diría que me gusta más Convoy que Osterman (aunque sea más comercial e impersonal).
 

DUELO EN LA ALTA SIERRA (Ride The High country, 1961 -Sam Peckinpah)​





Segundo film dirigido por el mítico Sam Peckinpah y su primera obra maestra, una auténtica epopeya cinematográfica que de alguna manera inauguraría el llamado western crepuscular( Algunos incluso dirían que es el último western puro). En cualquier caso, una película que marca el fin de una era, encarnada por dos viejos cowboys, Randolph Scott y John McCrea -ambos maravillosos- que aceptan una última misión: Ir en busca de un cargamento de dinero en un pueblo situado en la alta sierra. Peckinpah con una narrativa de veterano y a través del encuentro con una serie de personajes durante el trayecto construye una película que reflexiona sobre el tiempo pasado y los cambios que se han producido en un tipo de vida, la del lejano oeste, que comenzaba a modificarse. Es en este sentido donde el film destaca de manera memorable, tanto en el tiempo que se toma para mostrar a los personajes y sus acciones , como en la forma en que cada plano se cuida con esmero (fotografía Lucien Ballard) convirtiéndola en una película prodigiosa digna de los mejores maestros del género, cerrada con uno de los finales más apoteósicos y melancólicos del género.
 

LA CRUZ DE HIERRO (The Cross Of Iron, 1977 -Sam Peckinpah)​





Antepenúltima película dirigida por Sam Peckinpah y posiblemente su última gran obra de una década repleta de proyectos y problemas. Esta película se rodó en Europa, específicamente en Yugoslavia y presenta un elenco en el que se destacan actores alemanes, Yugoslavos y estrellas de primer nivel como James Mason, David Warner amen de un enfrentamiento estelar entre James Coburn, un habitual en el cine de Peckinpah y Maximilian Schell. La trama , que se desarrolla durante la retirada de los alemanes frente al avance ruso, ofrece una reflexión interesante sobre la crueldad de la guerra, la violencia, los valores y la moral...Enfrentando a dos personajes antagónicos: Un sargento curtido por las trincheras y campos de batalla poseedor de la "cruz de hierro" (Coburn) frente a un arrogante y maquiavélico oficial aristocrático que trata al resto con desprecio (Schell) y desea conseguir esa medalla a toda costa. Con esta premisa y en su única incursión en el bélico, Peckinpah logró construir una película con una puesta en escena a veces abrupta, que incluye un montaje impactante, alternando tomas en tiempo real con otras a cámara lenta. Este enfoque en la puesta en escena crea un conjunto fascinante, a veces enloquecido y caótico, que funciona excepcionalmente bien al dar una sensación de batalla, sangre y sin sentido...Ayudado por unos diálogos muy bien tramados, la fotografía de John Coquillon o una lírica música de Ernest Gold, que marca este título entre lo mejor del autor de "Grupo Salvaje"
 

QUIERO LA CABEZA DE ALFREDO GARCIA (Bring Me Teh Head Of Alfredo Garcia, 1973 -Sam Peckinpah)​



Probablemente la obra maestra total de San Peckinpah y un film que destila una atmósfera tan tristona, melancólica, nihilista y a la vez sucia & violenta que uno no puede dejar de admirar...La historia de un perdedor total que vive en México tocando el piano en un bar -antológico Warren Oates- que recibe la última carta de oportunidad en su vida, un golpe de suerte: Conseguir la cabeza de un hombre que ha dejado embarazada a la hija de un potentado mexicano que ofrece un millón de dólares. A partir de ahí la muerte y violencia de se desatarán en un film muy peculiar, en el que todas las constantes de su cine están ahí, pero con un punto todavía más melancólico y el uso de la violencia tan especial que tenía Peckinpah, en una cima cinemática donde lo sucio y lo abrupto se cruza con la poesía de los perdedores en una clara cumbre de su autor
 
Última edición:
Tiene, en mi opinión, la mejor cámara lenta de toda su carrera (en escorzo): cuando Bennie se despierta en el cementerio y el cadáver (la vida) de Elita se le escurre entre las manos.

Un momento suspendido en el tiempo en contraste brutal, al volver a la realidad (a la velocidad normal), con esa cabeza que se cae súbitamente inerte, de forma violenta, como la de un muñeco (es recordar toda la escena y sentir directamente un cosquilleo en la nuca...).

La película es una sobredosis del Peckinpah más puro directamente en vena, desde los patos del principio hasta los créditos del final (a base de freeze frames).
 
Tiene, en mi opinión, la mejor cámara lenta de toda su carrera (en escorzo): cuando Bennie se despierta en el cementerio y el cadáver (la vida) de Elita se le escurre entre las manos.

Un momento suspendido en el tiempo en contraste brutal, al volver a la realidad (a la velocidad normal), con esa cabeza que se cae súbitamente inerte, de forma violenta, como la de un muñeco (es recordar toda la escena y sentir directamente un cosquilleo en la nuca...).

La película es una sobredosis del Peckinpah más puro directamente en vena, desde los patos del principio hasta los créditos del final (a base de freeze frames).
Muy grande si, casi cine fantástico...
 

GRUPO SALVAJE (The Wild Bunch, 1969 -Sam Peckinpah)​




Cuarto film dirigido por Sam Peckinpah y la película que lo encumbraría a la fama cinematográfica. Un western escrito a medias entre Peckinpah y Walon Green y situado en plena época de la Revolución Mexicana, con un grupo de forajidos que tras salvar sus cabezas de una trampa perpetrada por sus cazadores de recompensas en un pueblo del Oeste (y que le permite al realizador montar un tiroteo/masacre realmente inolvidable) deciden dar sus pies en México y trabajar para las órdenes de un general corrupto (Emilio Fernández) que necesita armas. Narración desencantada, western crepuscular que muestra un camino sin retorno, de perdición y redención de sus protagonistas por la vía más dura. Como película marca claramente el estilo de este director norteamericano: Por un lado el uso de la violencia más descarnada y los célebres efectos de cámara lenta, edición en cortes que mezclan imagen real y lenta que aparecen aquí ya en todo su esplendor...A la vez que hace mezcolanza del viejo cine del Oeste de los maestros sumando claras influencias del género que venían por parte de Europa. Ese cocktail es tan atractivo y está servido con tanta contundencia que el constante contraste entre secuencias de gran lirismo ( la despedida en Mesa Verde por ejemplo) mezcladas o combinadas con elementos abruptos -incluso feístas- a nivel visual ( uso de zooms, flashbacks abruptos ) le dan una personalidad única y contundente que haría historia... Película escrita de manera maestra, que es un clásico absoluto del género, ayudada por la música extraordinaria de Jerry Fielding y un reparto que directamente es mítico.
 
Un clasicón... y otro de esos directors cut que la mayoría de la gente no sabe que lo es. El momento en el que deciden ir a por Ángel con solo miradas es cumbre del medio. Otra de esas obras maestras en las que Beijinpah valoraba la amistad y la fidelidad por encima de cualquier otra cosa, incluso de la moralidad.

"Dio su palabra..."
"¡Es a quien se la das lo que importa!"
 
No del todo. En algunos cines europeos se estrenó la que tenemos ahora, aprobada por Beijingpah, pero no así en las versiones domésticas, que fueron recortadas en progresivas ediciones, acercándose cada vez más a la estadounidense. La actual es la restauración de 1995 del corte original europeo para todo el mundo (sin el intermedio, aunque ahora no recuerdo si este está o no en la edición blu ray). ES lo que yo tengo entendido, por lo menos. Hubo varias versiones locales en diferentes regiones también. SE agradecen correcciones de ser necesarias.

Recuerdo que el VHS te vendía a bombo y platillo lo de versión restaurada completa en el Blockbuster...
 
Última edición:
10 minutitos pone la imdb, alguna escena más subida de tono, supongo.

Esta sí que es una obra maestra bestial, atemporal, @Upperseven la define muy bien, esa mezcla de clasicismo e inmediatez. Como todo Peckinpah son unos personajes que te los crees (al contrario que el spaguetti de Leone) porque son el propio Peckinpah, y aquí el casting es algo fuera de categoría, todos de vuelta de todo, Holden, Borgnine, Johnson, Oates, O'Brien, Ryan. La suerte en esta es que tuvo pasta y es de las pocas que no fue masacrada.

La salida del pueblo mexicano con La Golondrina y los redobles de tambor cuando se dirigen al infierno pone los pelos punta al más sosainas que pueda mirar esta película.
 
Arriba Pie